El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha presidido la reunión del Patronato de la Fundación Tierra de Viñedos, donde ha destacado las grandes expectativas para que Castilla-La Mancha se convierta en un “referente de calidad del vino en nuestro país y en los mercados internacionales”.
Dentro de la estrategia de planificación, el Gobierno regional plantea priorizar a las mujeres, a los jóvenes y a los agricultores que apuesten por la calidad en los criterios de acceso a las ayudas a la nueva Orden de Reestructuración de Viñedo, tal y como ha especificado el consejero.
Minutos antes de presidir la reunión, Martínez Arroyo ha anunciado que, previsiblemente, la Consejería de Agricultura publicará las ayudas para la transformación de viñedo este verano, “a la espera de que el Ministerio y la Comisión Europea valoren las nuevas prioridades propuestas desde el Gobierno de Castilla-La Mancha”, ha dicho. En este sentido, el consejero ha informado que “no va a haber ningún problema”, destacando que son prioridades “muy razonables” que apuestan por la “calidad, por los jóvenes y por las mujeres”. A este respecto, ha añadido que se trata de “una discriminación positiva que de forma transversal toca todas las políticas de la Consejería de Agricultura” y que plantea seguir así esta legislatura, en todas las convocatorias de ayudas que convoque.
En la reunión de hoy, el consejero ha iniciado los trabajos para la elaboración de la Orden de Reestructuración con la Fundación Tierra de Viñedos, en una comisión de seguimiento que vigila el cumplimiento de la apuesta por la calidad en Castilla-La Mancha.
Botella de valor
El titular de Agricultura en Castilla-La Mancha ha valorado muy positivamente la mesa de trabajo de la Fundación Tierra de Viñedos, esencial para la planificación de los próximos años de Gobierno. Y, en esta materia ha analizado los datos “positivos” de exportación; pero ha recordado que “estamos hablando de que hay una diferencia de precio entre el granel y los productos embotellados de calidad del 480 por ciento”, valor con Denominación de Origen (D.O). Para Martínez Arroyo “es una auténtica barbaridad que nos hace ver por dónde tiene que ir nuestro camino”. Y ha señalado que Castilla-La Mancha exporta la mitad del vino que sale de España a otros países y ha aumentado el precio unitario del precio medio del litro en un 11 por ciento, de 2015 a 2016.
De esta manera, el consejero ha explicado a los especialistas que es posible contribuir, entre todos, al incremento del Producto Interior Bruto (PIB) regional y “pasar de una facturación de 1.000 millones de euros al año, a una facturación de 2.500 millones de euros en el sector vitivinícola” a través de la exportación de vino en botella. Martínez Arroyo ha animado a productores, elaboradores y cooperativistas, «es posible, está en nuestra mano y es objetivo de todos en la Fundación Tierra de Viñedos».
Fomento de la cultura de vino
Por último, el consejero ha avanzado que la Fundación va a poner en marcha, a partir de este otoño, un Programa de Fomento de la Cultura del Vino en la región de la mano de las nueve Denominaciones de Origen de Castilla-La Mancha: Valdepeñas, La Mancha, Manchuela, Uclés, Ribera del Júcar, Méntrida, Mondéjar, Almansa y Jumilla con catas comentadas para impulsar el consumo moderado de vino a nivel interno.
Por su parte, el presidente de Cooperativas Agro-Alimentarias de Castilla-La Mancha, Ángel Villafranca ha coincidido con el consejero en que la región “ya es líder en exportación y ahora tiene que ser líder en facturación” y, para ello, la Fundación Tierra de Viñedos -en la que ha participado como invitado- es fundamental. Y, en esta materia, ha asegurado que desde la organización están impulsando a las cooperativas de Castilla-La Mancha a que diferencien el pago de la uva en función de su calidad a los socios, como una forma de “dirigir a los viticultores a la demanda de los consumidores”, ha concluido.