Turquía es una nación que navega entre dos mundos. Es una puerta batiente entre Europa, el Mediterráneo y el mundo islámico. El país es uno de los mayores productores de uva, pero su mercado interno apenas consume vino.
La consultora de vinos y educadora del vino Tuğba Altınöz analizará en una conferencia durante FENAVIN 2017 las peculiaridades y posibilidades que surgen de la paradoja turca.
Pregunta-. El mercado del vino en Turquía es peculiar en relación con otros países europeos. Es uno de los mayores productores mundiales de uva pero el mercado del vino es muy limitado. ¿Cómo está evolucionando el mercado?
Respuesta-. Turquía es un país productor de vino, pero los consumidores habituales son pocos. Con las comidas se suele beber raki (un destilado tradicional de uva con anís) y los más jóvenes optan por la cerveza. El vino es generalmente consumido por los turistas, pero a causa de los ataques terroristas el turismo ha decaído enormemente en los últimos dos años. Además una ley de 2013 prohíbe la promoción de bebidas alcohólicas, por tanto el mercado evoluciona más despacio de lo que podría. Sin embargo, los consumidores turcos están cada vez más interesados en el vino y quieren aprender y descubrir el vino de diferentes regiones. Los vinos italianos son muy populares entre los consumidores de alto nivel, seguido de los franceses, que son percibidos como los de mayor calidad. En el mercado de calidad media han entrado los vinos chilenos y argentinos. Además, con la subida de temperaturas los consumidores prefieren vinos blancos, rosados y espumosos como el Prosecco.
P-. En este contexto, ¿cuál es la situación del vino español en Turquía?
R-. El vino español sigue siendo un gran desconocido para el gran público turco; los especialistas conocen regiones como Rioja o Ribera del Duero pero no hay conocimiento general de las variedades y regiones españolas.
P-. ¿Cuáles son las fortalezas del vino español en este mercado por explorar?
R-. Los turcos prefieren vinos tintos con mucho tanino. El tempranillo lo ofrece y es fácil de disfrutar. La población más madura disfruta de vinos de barrica, por lo que es una oportunidad para los reserva y Gran Reserva de Rioja. Para consumidores no iniciados España tiene vinos con gran relación calidad-precio. La garnacha puede ser una buena alternativa a la Malbec argentina. También hay demanda estacional de vinos blancos aromáticos y afrutados, es una oportunidad para Albariño, Rueda y Rías Baixas. Regiones como el Bierzo y variedades como Mencía y Godello tienen potencial para atraer a los sumillers. Lo más importante es que España puede ofrecer vinos de gran relación calidad precio, y eso es un valor en tiempos de crisis.
P-. ¿Qué aspectos deberían mejorar los vinos españoles para penetrar mejor en el mecado turco?
R-. La paciencia. La ley de 2013 impide organizar eventos de cata de cara al público. Abrir bares de tapas o restaurantes españoles en Estambul es una gran oportunidad, pero entre la crisis, el descenso de turistas y la devaluación de la lira turca –que hace que automáticamente aumente el precio del vino- hay muchos inconvenintes. Ante estas circunstancias, los importadores podrían no estar dispuestos a añadir vinos menos conocidos a su oferta.
P-. Esta es su primera vez en FENAVIN, ¿qué espera obtener de la visita?
R-. Será una gran oportunidad para profundizar en mi conocimiento del mercado del vino español. Me gustaría probar y explorar vinos de las regiones que menos conozco y aumentar mis contactos comerciales. También espero ayudar a promocionar el vino español en Turquía a través de mi experiencia en FENAVIN, tanto a los consumidores como a los estudiantes de mi Máster del Vino.