Colectivo Pacifistas Ciudad Real.- Mientras los grandes medios de comunicación se ocupan principalmente de la guerra en Siria, otra igual de cruel está teniendo lugar en Yemen. Yemen es uno de los países más pobres del mundo y el más pobre de todos los países árabes. Tiene una población de 23,6 millones de personas, con un índice de analfabetismo del 50% y la mitad de su población sobrevive con menos de dos dólares al día.
Más de 10 millones de yemeníes padecen inseguridad alimentaria y casi 8 millones no disponen de acceso al agua potable.
Yemen tiene una gran importancia estratégica para el dominio del paso hacia el canal de Suez, por donde navega el petróleo y el gas que tanto necesita Occidente, y en las últimas décadas ha estado dirigido por dictadores y gobernantes corruptos a los que, de algún modo, las potencias occidentales, principalmente Estados Unidos, han protegido. Existen niveles de vida inaceptables, con desigualdades extremas, rivalidades religiosas y tribales, y “señores de la guerra”.
La Guerra en Yemen es formalmente un conflicto entre dos partes que reivindican constituir el gobierno yemení: Los separatistas del sur y las fuerzas leales al gobierno de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, (en su mayoría sunníes) por un lado, y los hutíes (en su mayoría chiíes) y las fuerzas leales al ex-presidente Ali Abdullah Saleh, por otro. Las organizaciones integristas Al-Qaeda y Estado Islámico también participan en el conflicto.
El 25 de marzo de 2015, una coalición internacional dirigida por Arabia Saudí y con la participación de Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Bahréin, Jordania, Marruecos, Sudán y Egipto, entre otros, lanzó ataques aéreos contra el grupo armado de los hutíes en Yemen, presuntamente respaldados por Irán, desencadenando un violento conflicto armado.
Desde entonces los combates se han propagado por todo el país. En todo Yemen se cometen crímenes de guerra y terribles abusos contra los derechos humanos, más de 200.000 personas permanecen atrapadas sin acceso a comida ni medicamentos, y ya se contabilizan más de 10.000 víctimas mortales, de las cuales 1.200 son niños y niñas, puesto que la coalición internacional, como se ha demostrado, no tiene reparos en bombardear escuelas.
Es por lo que, desde el Colectivo Pacifistas Ciudad Real:
-Nos solidarizamos con la población civil yemení, puesto que en esta, como en todas las guerras, son víctimas inocentes de intereses particulares, religiosos, económicos y estratégicos; reivindicamos su derecho a una vida digna y denunciamos que la intervención extranjera haya sido para bombardear y masacrar a un pueblo cuya principal necesidad es de desarrollo y de reconocimiento de derechos civiles, políticos, económicos y sociales.
-Hacemos un llamamiento a la movilización internacional para romper el silencio y exigimos un alto el fuego inmediato y definitivo que ponga fin a esta guerra, sentando a las partes beligerantes en una mesa de negociación.
-Denunciamos que la coalición internacional, encabezada por Arabia Saudí y con el respaldo de Estados Unidos, está empleando armamento de destrucción masiva contra la población civil, como las bombas de racimo, cuyo uso está prohibido por el derecho internacional, pues al ser lanzadas liberan decenas de minibombas que a menudo quedan sin explotar y que pueden seguir matando tiempo después de un ataque.
-Denunciamos la venta de armamento a los actores de esta guerra, sobre todo porque varios de estos países, entre los que se encuentra España, son firmantes del Tratado sobre el Comercio de Armas, que prohíbe las transferencias de las mismas si existe riesgo de que puedan ser utilizadas para cometer violaciones del derecho internacional.
-Reclamamos que la Corte Penal Internacional (CPI) investigue los presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos por la aviación aliada, siendo sus responsables juzgados con todas las garantías procesales.
-Pedimos una revisión de las relaciones diplomáticas y de los acuerdos comerciales – en especial, los que tengan que ver con seguridad y defensa – de la UE y del Estado español con Arabia Saudí.
-Exigimos que se reduzca, hasta eliminarla, la investigación y fabricación de armamento en todos los países, destinando estos recursos a la lucha contra la pobreza, la educación universal, la igualdad y dignificación de la mujer, la protección de las minorías, la soberanía alimentaria, el medio ambiente y todas las causas encaminadas al desarrollo integral de las personas, al tiempo que se promueve la investigación y educación en métodos noviolentos de resolución de conflictos, cuya base sea el respeto a los derechos humanos y al planeta.
-Declaramos que “LA GUERRA ES UN CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD, NOS COMPROMETEMOS A NO APOYAR NINGUNA GUERRA Y A TRABAJAR POR LA DESAPARICIÓN DE TODAS SUS CAUSAS”.
Desde el colectivo también queremos aprovechar estas palabras para comunicar que, con motivo de denunciar las causas y consecuencias de este terrible conflicto armado, realizaremos un acto de calle en Ciudad Real, en la c/Carlos Vázquez (a continuación del kiosco de prensa que hay al lado del ayuntamiento) este próximo viernes 17 de febrero a partir de las 19 horas, y al que invitamos a sumarse a toda la población ciudadrrealeña.
