‘Ojos luminosos’ en La Bienvenida

Luis Mario Sobrino Simal.- Esta tarde noche he estado en la Protectora “La Bienvenida” a llevar unas mantas para los caninos habitantes de ella. Ha sido una experiencia de hora y media trabajando con Pilar, una de las voluntarias que cuida de nuestros pequeños y no tan pequeños amigos. A los “guau-guau” como llaman algunos padres a los perros cuando se los enseñan a sus hijos…


opinionPilar estaba allí y de una forma muy natural me ha pedido que la ayudase un poco a guardarlos en sus habitáculos y después a desparasitarlos. No he podido ni querido negarme…

Entre charcos y poca luz he podido ayudarla y lo he plasmado en este mini video de menos de 10 minutos.

Tengo que decir que el camino hacia allí es auténticamente penoso, llenos de baches  con sus correspondientes charcos que me han puesto el coche perdido de barro… pero la experiencia ha merecido la pena.

Primero se trataba pues ya anochecía, de ir metiendo a los canes en sus jaulitas, muchos no querían entrar pues se venían conmigo como queriendo que me los llevara a todos… labor imposible pues tengo un bóxer de 10 años y ya me da trabajo, gratificante pero trabajo a fin de cuentas.

Cuando hemos conseguido entre los dos meterlos en sus espacios para pasar la noche, hemos pasado a otro patio en donde Pilar me ha encomendado la labor de quitar las viejas mantas que había mojadas, ponerlas a secar en las puertas metálicas y poner las que yo llevaba para ellos.
Después me ha pedido que la ayudase a desparasitar a algunos de estos “animalicos”. Sin apenas luz más que con la de algunos focos de la instalación y la ayuda del flash de mi móvil hemos desparasitado a algunos de los “inquilinos” de uno de los patios.

La cosa era como ya sabemos los tenedores de perros mezclar las pastillas con algo de comida especial para que se las comiesen mejor…¡Y lo hemos conseguido!

Ella, Pilar, en traje de faena con botines para el agua; yo que no imaginaba esta experiencia, con vaqueros y ropa normal…

Labor cumplida cuando ya era de noche total.

He aprendido mucho de esta labor impagable (son voluntarias y voluntarios), que hacen con el llamado “mejor amigo del hombre”.

Las instalaciones no están mal pero tienen muchas deficiencias en la construcción.

Toda ayuda es poca – me dice – Pilar, para ellos: mantas para el crudo invierno, mantas que ya no sirven en casa y que a ellos les vienen de perlas… Ha visto colchones viejos haciendo de tejados en las celdillas ante la falta de un refugio mejor.

Y sobre todo he visto y vivido la entrega de estas personas que pasan las tardes de los fines de semana con estos animales cuidándolos y esta tarde concretamente desparasitándolos, con un cubillo de plástico y un par de botes de cristal con las diferentes pastillas para cada caso.

En repito que una experiencia de hora y media que se me ha hecho corta.

Perros y perras que se me acercaban y saltaban sobre mí para agradarme y así que me los llevara…

Todo un espectáculo de ternura canina.

Quien no ha tenido o no tiene un perro (no me gusta la palabra “mascota”) no sabe lo que es esto incluso como terapia para la soledad…

He puesto el título de Ojos Luminosos aparte de porque me parecía bonito, porque así salían en el vídeo. Ojos que se clavaban en la conciencia pidiendo ayuda…

Es todo en esta medio lluviosa tarde de febrero…

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