Jose Luis Torres Alcázar. Estudiante del IES Gregorio Prieto de Valdepeñas.- El 6 de junio de 1808 con orgullo los valdepeñeros logramos una gesta que cambiaría el rumbo de la historia de España. El 6 de junio logramos lo que parecía imposible, frenar la invasión francesa de España.
Aun sabiendo que la derrota era más que probable, todos los valdepeñeros y los ciudadanos de las localidades aledañas se unieron para defender la tierra que les permitía subsistir. A día de hoy, nos enfrentamos a una nueva amenaza para estas tierras: la minería de tierras raras.
Por mucho que intenten ocultarnos y maquillarnos el problema, no ha desaparecido, y es igual de grave que el primer día. El objetivo es simple: convertir el campo de Montiel y las tierras del Quijote, que siempre nos han alimentado y han hecho prosperar como región, en un erial de tierra yerma donde hasta al respirar nos envenenemos. ¿La causa? Una empresa más preocupada de llenar sus bolsillos que del bienestar de las gentes que viven en las tierras que pretenden destruir con su negocio, las cuales de paso no solo no van a sacar beneficio si no que van a quedarse sin su único medio de subsistencia.
No soy científico, ni profesor ni tengo una carrera. Solo soy un estudiante que ha tenido la suerte de crecer en una tierra de héroes anónimos, que luchan cada día en silencio para preservar lo más preciado del mundo, la naturaleza en la que conviven. Amigos, familiares y conocidos míos han vivido de la agricultura y la ganadería desde hace años, y, al igual que yo, no hay un habitante en todala provincia que no tenga a un amigo, familiar o conocido que va a verse afectado por este problema.
No tenemos a Juana Galán ni a Chaleco para defendernos esta vez del invasor, no vienen a invadirnos con cañones ni fusiles, pero una vez más tenemos al enemigo en nuestras puertas. Les vencimos una vez, podemos volver a hacerlo.
Por ese mismo motivo quiero alentar a cada valdepeñero, cada habitante de campo de Montiel, cada habitante de cada una de las comarcas y municipios de Ciudad Real a repetir la azaña de nuestros antepasados. El futuro de nuestra tierra está en juego. Uníos a la lucha, colaborad con los distintos frentes anti-mina que están organizando la resistencia contra este proyecto que solo traerá miseria y desgracia a los nuestros. Juntémonos una vez más en la Muy Heroica Villa de Valdepeñas y demos un motivo más a la historia de llamarnos héroes. Porque no tendremos a los héroes del pasado para encabezar esta vez la lucha, pero a cambio tenemos a miles de héroes anónimos dispuestos a luchar hasta el último aliento por nuestro presente y nuestro futuro
Por todo aquello que vuestro corazón ama de esta buena tierra, os llamo a gritar: ¡NO A LA MINA, SI A LA TIERRA VIVA!
Nota de la Plataforma Sí a la Tierra Viva.- La Plataforma Sí a la Tierra Viva, como asociación sin ánimo de lucro legalmente registrada desea manifestar que en ningún caso ha autorizado la utilización de su logotipo y nombre en el presente artículo de opinión [ya retirado por la web], y manifiesta su repulsa por la utilización realizada por parte de los supuestos «frentes antimina», sobre los que el colectivo ya manifestó su postura pública, desmarcándose desde el primer momento al tratarse de un claro intento de fagocitación del movimiento social en lucha contra la minería de tierras raras por parte de un grupo político que en Valdepeñas tiene una representación meramente residual.
Hipocresía social….
Ese pueblo anónimo plagado de héroes fue el que aclamó la reistauración del absolutismo con el «vivan las caenas»…
Este muchacho, con su arenga me preocupa…
El barniz ilustrado francés se perdió, ahora tenemos la ocasión de perder otro tren, pero nosotros felices con nuestras ovejitas.
Ni es bueno el grito de ‘vivan las cadenas’, ni tampoco el tren del progreso ilimitado…
Nos quedamos como estamos y pagamos a precio de oro la energía.
Joer los progres sois como el perro del hortelano, además de cada vez menos.
Tenemos sol para aburrir y los de las puertas giratorias prohíben el autoconsumo. Que Inglaterra o Alemania tengan más potencia solar instalada que España es para hacérselo mirar. Pero claro, hay que defender a los amos del cortijo.
La energía nuclear es la más barata. Que sea insuficiente nos sale carísimo.
La solar para el chalet.
Todo es Minería. Es imposible prescindir de los metales. Están en todos los procesos industriales y en el medio ambiente en que vivimos.
Nuestro país importa el 72,9% de la energía que consumimos y el 90% de las Tierras Raras, de China.
Otro asunto es que queramos aprovecharnos de los beneficios de la «mina» pero que ésta esté lejos de nuestro entorno.
¿Renunciaremos a las bombillas de bajo consumo, a la fibra óptica, a las pantallas planas, a los discos compactos, a nuestros teléfonos móviles, a la maquinaria hospitalaria de radiodiagnóstico, a nuestros vehículos automatizados, etc.?
Ya dijo el dramaturgo francés Molière que «la hipocresía es el colmo de todas las maldades»…
Ya solo leer ese primer párrafo sobre que Valdepeñas cambió el rumbo de España nos da una idea. Ni un nacionalista catalán en plan radical. Qué les cuentan a estos chicos.
Las minas suelen reportar pocos beneficios a las comarcas donde se instalan; más bien todo lo contrario. Donde se ponen en valor las materias primas son en los centros de transformación , que suelen estar muy alejados de los lugares de extracción. Dejar que una multinacional haga su agosto con el cuento de los puestos de trabajo, mínimos, a costa de contaminar para los restos el medio ambiente, no es buen negocio.