Eusebio Gª del Castillo Jerez.– El salón de actos de la Facultad de Educación de Ciudad Real de la Universidad de Castilla-La Mancha «Comunidades de Aprendizaje. Un modelo educativo basado en la participación social y el aprendizaje dialógico», a cargo de su fundador y principal impulsor, Ramón Flecha. Momentos antes del inicio de la ponencia, charlamos con el catedrático de sociología de la Universidad de Barcelona sobre comunidades de aprendizaje y cuestiones de actualidad.
Pregunta.- Empecemos por el principio, ¿qué son las comunidades de aprendizaje?
Respuesta.- Son centros educativos que deciden proporcionar a su alumnado las actuaciones que generan mejores resultados según las evidencias científicas. Es como en los hospitales, donde tenemos la garantía de que nos van a dar un tratamiento que está evaluado científicamente. No pasa lo mismo en las escuelas, donde te puedes encontrar cualquier cosa. Los centros que son comunidades de aprendizaje no utilizan cualquier tratamiento o cualquier actuación, sino aquellas que han demostrado que dan los mejores resultados.
P.- ¿Por ejemplo?
R.- Una de ellas son los grupos interactivos. Hoy en día el profesor no puede garantizar el éxito de los 28 alumnos que tiene a su cargo en clase. Entonces se deja ayudar, y puedes encontrar a cinco personas adultas en una aula, porque acuden cuatro familiares. El profesor gestiona la formación del aula, organiza los grupos y estas personas dinamizan el aprendizaje de igual a igual. Esto multiplica por tres el aprendizaje en matemáticas o en música y, además, como se hace solidariamente, fomenta los valores en los alumnos, su desarrollo emocional y sus sentimientos hacia la amistad.
P.- ¿Se aprende más dialogando?
R.- Cuando mejor entendemos una cosa no es cuando nos la explican sino cuando la tenemos que explicar. Ese diálogo que se establece entre el grupo, dinamizado por la persona adulta, hace que razonen y, como se trata de grupos heterogéneos, el esfuerzo que realizan para que los demás los entiendan desarrolla su inteligencia.
P.- Da la sensación de que en materia educativa se toman decisiones desde el oscurantismo o en base de ocurrencias, obviando toda evidencia científica
R.- Pues, casi siempre. La mayoría de las cosa que se hacen en educación, especialmente en algunos países, no están avaladas por ninguna publicación científica.
P.- Respecto al debate sobre mandar deberes a casa o no ¿Tiene éste algún fundamento científico?
R.- Ninguno. Ni una postura ni la otra tiene fundamentación científica. Es como pintar las paredes de blanco o de rojo, no influye para nada. Lo que ocurre es que como en España no se aplican las evidencias científicas en educación necesitamos debatir, y lo hacemos sobre estas cosas.
P.- ¿Hay avances en la implantación de las comunidades de aprendizaje en Castilla-La Mancha?
R.- La Consejería de Educación ha decido lanzar un plan ambicioso para la transformación de centros en comunidades de aprendizaje en toda la región. Es un buen momento para que los centros que lo deseen se acerquen a este proyecto.
P.- ¿También los centros más complicados?
R.- Sirven para cualquier tipo de centro, de élite o con problemas, siempre se mejoran los resultados.
P.- Ciudad Real cuenta con dos proyectos alternativos basados en Waldorf y Montessori ¿qué opina de estas pedagogías?
R.- Montessori fue una de las precursoras de la introducción de las evidencias científicas en la educación. Significó un avance extraordinario y, de hecho, los centros Montessori, en general, son centros de nivel. Comunidades de aprendizaje recoge las evidencias de Montessori pero también de muchos otros investigadores.
P.- Existe un grupo de familias que está tratando de promover una comunidad de aprendizaje en los centros educativos de Ciudad Real, pero no dan con un colegio que quiera ¿Es tan costoso para los profesores ponerlo en marcha?
R.- Esfuerzo, sí, claro, pero da muchas satisfacciones. El profesorado está muy cansado de que se le haya propuesto innovaciones que, después de un esfuerzo, no ha dado resultados. Por eso también hay un rechazo a cualquier propuesta nueva, pero según lo van conociendo más y van viendo los resultados se van incorporando y convenciéndose.
Está probada la relación directa entre formación y riqueza y entre no formación y delincuencia.
El progreso económico es, por tanto, consecuencia de las sociedades donde se lleva a cabo una educación orientada a una fuerte formación.
La escuela tradicional ha servido de modelo predominante en los países motores de riqueza. Por tanto, si ha resultado bueno hasta ahora, será necesario conservar aquello que nos sirve y mejorar lo que ya no resulta eficaz.
En una comunidad de aprendizaje se pone especial énfasis en la inteligencia emocional, el desarrollo de la capacidad crítica, la cooperación, la explotación de las capacidades de cada niñ@, dejando de lado el estricto seguimiento del currículo académico.
Por tanto, en mi opinión, como defensor de la excelencia académica, es un modelo de escuela insuficiente y precario.
A pesar de que sus métodos están avalados por las comunidades científicas, a mi modo de ver, quedarían algunas preguntas en el aire. ¿Es conveniente cambiar en todos los casos el modelo organizativo tradicional por éste? ¿Está la sociedad preparada para adoptar la parte de implicación que requiere el proyecto?…
Ningún proyecto había logrado hasta ahora la mejora de excelencia académica que consigue Comunidades de Aprendizaje. Tenéis más información en este link: http://utopiadream.info/foro/viewtopic.php?f=3&t=109.
Este proyecto logra los mejores resultados en las tres dimensiones del aprendizaje: aprendizaje instrumental Y valores Y emociones y sentimientos. Sustituye «o» por «y», no fomenta una dimensión abandonando otra.
En cuanto a la asignación de deberes escolares a los estudiantes, creo que no es una cuestión de blanco o negro.
El tema requiere una profunda reflexión que va más allá de la conciliación familiar entre escuela y horario laboral.
Hay diversas investigaciones que concluyen que, para un estudiante de primaria (6-11 años), los deberes afectan de manera negativa al rendimiento académico y, por contra, en un estudiante de secundaria (12-18 años), sí se observa una relación positiva que mejora sus calificaciones finales.
Creo que con menos deberes, mejores deberes y aprovechando las posibilidades que las nuevas tecnologías y la innovación nos proporcionan, podemos mejorar esta situación.
Debemos inculcar a los más jóvenes que, como decía el científico Albert Einstein, «nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber»…
No soy nada partidario de los deberes en casa.
Para que están Los maestros y progesores entonces?
Además con el ratio de alumnos que hay hoy en día, no hay justificación para que lo hagan.Los padres estamos para otro tipo de cuestiones educativas.
Había puesto una respuesta correcta y coherente a este comentario, pero veo que con actitudes de padres comi la tuya, poco se puede hacer. Si con 28-30 niños por clase piensas que todos van a salir adelante con notas decentes y una educación en valores adecuada, te equivocas.
No pienso contestarte a nada mas, se ve que no tienes ni idea de lo que hablas.
Los padres hacen los deberes, muchos cuestionan la autoridad de los profesores y se sienten culpables de no atender a sus hijos por falta de tiempo, lo que redunda en un déficit de corrección en sus hijos.
La crisis educativa deriva de una crisis familiar.
Cualquier innovación que prescinda de esta realidad está abocada al fracaso.
La escuela esta para formar y no para educar. Familia y escuela cultivan la autoexigencia en los jóvenes y niños. Si eso falla, éstos tendrán grandes problemas a la hora de desenvolverse en la realidad. Y ese es fin último, que puedan desenvolverse de forma integral en la realidad.
Completamente de acuerdo
No se puede separar la educación de la instrucción. Todas las interacciones sociales están cargadas de significado, de formas de actuar que generan una cultura, un marco de referencia. La escuela, la familia, los medios de comunicación, internet,etc. son espacios de socialización, de formación y de asumnción de valores, de principios…
Sería bueno que los padres pintáramos algo en la educación de nuestros hijos. Sería bueno que los profesores que enseñan a nuestros hijos tuvieran mejor formación. Sería fantástico que los padres pudiéramos elegir la educación que queremos para nuestros hijos. Sería maravilloso que los centros educativos pudieran abrirse y conformar currículos formativos con total libertad. Sería de agradecer que la izquierda dejara de imponer su ideología y sus métodos de enseñanza a través de sus leyes educativas y de los sindicatos, que son los que realmente mandan en la Educación; más que nada porque la basura de educación que nuestro país padece es fruto de las sucesivas leyes del PSOE y de la pasividad y entreguismo del PP. En definitiva, libertad para elegir la educación de nuestros hijos. Luego, ya, si eso, discutimos si Montessori es la mejor o criamos a los muchachos en corrales.