La Agencia del Agua de Castilla-La Mancha ha realizado gestiones ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para que pueda disponer de la concesión de agua que tiene concedida la Venta de la Inés, casa de postas cervantina que permanece en pie más de cuatro siglos después y que en la actualidad es una vivienda particular que carece de agua potable. En ella residen el anciano Felipe Ferreiro y su hija Carmen, que presenta una discapacidad.
Según informa el Gobierno regional en una nota, la Agencia espera que la Confederación imprima la mayor agilidad posible al expediente abierto por este motivo y que básicamente consiste en la constitución de una servidumbre de acueducto para que el propietario de la Venta pueda atravesar la finca colindante con una tubería de abastecimiento desde el río Tablillas. A la Agencia le consta que la Confederación ha realizado trabajos durante las últimas semanas del año recién terminado relacionados con este expediente y que ha remitido al propietario de la Venta que ratifique el trazado planteado para la tubería e información adicional que precisa para continuar avanzando.
A juicio de Antonio Luengo, director de la Agencia regional del Agua, “aunque este asunto esté en el ámbito de competencias de la Confederación, organismo dependiente del Estado, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha nos hemos interesado y nos vamos a seguir interesando para que esta familia, y este lugar tan peculiar y con tantos siglos de Historia, pueda acceder a uno de los servicios más básicos que puede haber, que es el agua potable”.
Situada en el extremo Suroeste de Ciudad Real dentro del municipio de Almodóvar del Campo, La Venta de la Inés era la última que el viajero encontraba antes de adentrarse en Sierra Morena en el camino entre Toledo y Andalucía o Camino Real de la Plata. Algunos expertos consideran que esta Venta cervantina, anteriormente denominada Venta del Alcalde y que ya aparece entre las citadas en 1575 en las Relaciones Topográficas, es la última que queda en pie de cuantas se mencionan en El Quijote.
El rico podrido que ha impedido que les llegue el agua, debería hacerse cargo de todos los costes y claramente pagar una indemnización.
Que ahora despues de la fechoría que viene haciendole a este hombre y su hija minusválida, se vaya de rositas, es una de esas muestras diarias que recibimos los ciudadanos de que la justicia es una farsa mas de esta sociedad en la que vivimos.
D. Felipe siempre ha sido un «vecino molesto» para Patrimonios y Negocios, S.A., la sociedad gestora de La Cotofía, cuyo administrador único es «el poderoso».
Hoy en día, se ha generado, casi espontáneamente y por toda España, una nueva ralea de «señoritos andaluces» que no tienen nada que ver con los así denominados desde antaño.
No montan a caballo sino en coches de alta gama. Sus propiedades no se remontan a la Reconquista sino que tienen una antigüedad de unos 35-40 años. No «dan un palo al agua» pero asisten a muchas reuniones, comisiones, sesiones de trabajo, etc. Son, en su mayoría, analfabetos prácticos. pero han formado un entramado de clientelismo que hace que el poder nunca salga de sus manos.
Acabar con estas garrapatas que nos chupan la sangre está en manos de los ciudadanos.
D. Felipe se ha convertido durante todos estos años en la resistencia al señorito.
Ánimo, D. Felipe, usted volverá a disponer de ese agua tan necesaria y no volverán a envenerar a sus gatos, ¿recuerda esa miserable acción?…
Como decía D. Antonio Machado: «en España, los señoritos invocan a la patria y la venden; el pueblo no la nombra, pero la compra con su sangre»…
Les has llevado ya el botijo Chorli?
Hay que ser solidaro Chorli.
Jaja, jaja.
Tu ríete de él, pero en cada noticia demuestra lo preparado y bien informado que está.
Ojalá hubiera más Charles, por ejemplo, los políticos derrochadores que tenemos podrían prescindir de tantos asesores, y tener un par de Charles bien preparados.
Está tan bien informado como lo pueda estar la Wikipedia. Sus copias pegas literales son antológicos. Y para asuntos municipales, como político del psoe que es, desde luego que maneja informaciones que los demás no sabemos. Ha llegado a hablar de informes de intervención que nadie que no esté dentro puede conocer.
«Cuando aparece un gran genio en el mundo se le puede reconocer por esta señal: todos los necios se conjuran contra él»
Jonathan Swift
Mira, tampoco voy a decir que Charles sea un genio, evidentemente, pero esta frase refleja muy bien la mentalidad española: Ir a por el que destaca un poco, sea de la forma que sea; nos sentimos mejor regocijandonos en nuestra mediocridad, no vaya a ser que otro que hace las cosas mejor, acentue nuestras deficiencias; y claro, yo no pienso cambiar ni aprender, mejor voy en contra de quien me enseña que se pueden hacer bien las cosas. Así es la envidia cronica española, innata en muchos.
¿Y qué si alguna vez ha hecho copia-pega? Al menos se informa y lo hace bien, que aquí muchos sueltan chorradas y burradas y se quedan tan agusto.
Sr. «Jo», le agradezco sinceramente sus comentarios y su apoyo.
El contenido humano de esta noticia exige respeto y consideración en los comentarios.
Por tanto, Sr. «Jo», le sugiero que no preste atención a los comentarios estériles e inútiles que no enriquecen el debate.
Aplique usted eso de «no hay mayor desprecio que el no hacer aprecio». Gracias…
¿Y qué respeto y consideración muestra usted en su comentario, Charles, y con quién? Y dime, Jo, ¿qué ciencia oculta que yo no veo hay en el comentario a esta noticia de don Charles? ¿Insultos, lugares comunes, disparates e insultos tácitos o expresos a todo lo que él odia?
A mí, me parece un comentario sin tino, un borbotón de esputos. Pero si tú, Jo, ves literatura, no seré yo quien te quite la ilusión.
Sr. Censor, a través de su comentario, puedo inferir que no le entusiasma demasiado que la familia Ferreiro-García pueda tener acceso al agua potable. Parece como si fuera mejor estar acarreando eternamente garrafas.
Yo muestro respeto y consideración a la familia Ferreiro-García por su valentía. Tal vez, usted revele cierta tolerancia y deferencia hacia las familias «poderosas» por la arrogancia que rezumen.
Vaya, vaya. «A Dios rogando y con el mazo dando». ¿Dónde queda su virtud cristiana de la caridad? ¿Dónde está su compromiso con los más débiles?
Desde que Jesús convenciera al rico Zaqueo para que devolviera lo robado y se desprendiera de la mitad de sus bienes en favor de los más necesitados, el mundo continúa desgraciadamente dividido en ricos y pobres, fuertes y débiles. Lástima que Jesús no pudiera terminar con esta injusticia.
Ya sabemos que hay que denunciar a los que gobiernan «como señores absolutos» y se hacen llamar «bienhechores» (Lucas 22,25).
Yo no odio a los «poderosos» pero prefiero a los pobres y a los débiles. Prefiero a D. Felipe…
Don Felipe Ferreiro es un pobre desgraciado, un don nadie. Si se hubiera llamado Felipe Borbón, hubiera tenido todo el aparato institucional arropándole para que nada le ocurriese, y el río Tablillas atravesaría sus predios como un brazo de mar.
Cosa distinta son sus exabruptos y disparates sobre «señoritos andaluces» y demás figuras literarias, don Charles. Yo no he visto nunca a esos que claman por la pobreza energética visitar a don Felipe; tampoco a los de otras orillas de la política regional, mucho menos de la nacional. Ni siquiera las instituciones del estado, esas que están por encima de la política, se han ocupado de don Felipe: la Justicia, por ejemplo. Nadie.
Sólo un puñado de locos de corazón tan grande como la Cotofía ha amparado a don Felipe. Hubiera hecho falta un gramo de voluntad política e institucional, y ese tan poderoso señor se hubiese deshecho como manteca al calor. Esta es la verdad, don Charles.
Obliguemos a poner ese gramo de voluntad política e institucional a nuestros políticos…
Choli, el botijo, acuerdate.