El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha adelantado que en 2017 “Castilla-La Mancha será la región que mejor preparada esté para ayudar a cualquier empresa que se quiera instalar o crecer”, ya que será la comunidad autónoma que ofrezca “el mayor porcentaje de ayudas públicas” a la instalación de empresas, “dentro incluso de los niveles de financiación de la Unión Europa”.
Algo que, sumado a los incentivos a la contratación del Gobierno regional y al suelo industrial disponible, hará que Castilla-La Mancha sea “una de las regiones más competitivas” a nivel nacional durante el próximo año.
Así lo ha adelantado el presidente del Ejecutivo autonómico durante la comparecencia pública que ha ofrecido a los medios de comunicación este lunes en Toledo, tras la reunión que ha mantenido con representantes de la empresa Ball Beverage Packaging que próximamente construirá una planta de fabricación de latas de bebidas en Cabanillas del Campo (Guadalajara).
El presidente de Castilla-La Mancha ha puesto asimismo en valor otras características de la región que propician la atracción de inversiones empresariales, caso de la red de infraestructuras y comunicaciones o la estabilidad política existente. Un clima que, ha adelantado, propiciará que la comarca toledana de La Sagra y, concretamente los municipios de Illescas y Numancia de La Sagra, recibirán en breve un proyecto para desarrollar 4 millones de metros cuadrados de suelo industrial entre 2017 y 2018.
En palabras de García-Page, se trata de “una buena noticia” para una comarca que “también está a pleno pulmón”, no sólo porque eso signifique que el suelo disponible esté prácticamente agotado, sino porque, al mismo tiempo, siguen llegando proyectos de expansión “con petición de grandes volúmenes para establecerse”.
Por último, el presidente de Castilla-La Mancha ha reiterado la apuesta del Ejecutivo autonómico por la comarca guadalajareña de El Corredor del Henares y, en este sentido, ha recordado que el Gobierno regional trabaja en la puesta en marcha de un Plan Estratégico “específico” y la designación de un comisario o delegado especial, modelo que, ha avanzado podría aplicarse también a la comarca de La Sagra.
Se trata, tal y como ha explicado García-Page, de una estrategia en la que, por un lado, se haga una redistribución de la riqueza para las comarcas menos desarrolladas de la región y, por otro, se haga una apuesta por aquellas zonas ya industrializadas.