Sonia Mª González Martínez, técnico del Museo López Villaseñor.- Esta obra pertenece a la serie de interior con figuras (1975-1987), siendo una de las obras de madurez de Manuel López Villaseñor. La novia de Messina de Villaseñor está inspirada en la obra de Johann Christoph Friedrich Schiller, dramaturgo, poeta, filósofo e historiador alemán de finales del s. XVIII que lleva el mismo título.
La novia de Mesina de Schiller (1809) es una tragedia en 4 actos que nos narra el anhelo de una mujer porque el tiempo se pare hasta que llegue aquel amor que un día le prometió volver.
Observando este cuadro vemos una habitación que nos recuerda a otras obras como por ejemplo “Al fondo una habitación vacía” de 1986. En esta obra Villaseñor nos introduce en una atmósfera atemporal, toda ella bañada por una luz brillante, clara, que proviene de la ventana y que ilumina a esas rosas secas, marchitas por el paso del tiempo, pero que han llegado a un momento que resultan inmutables, perdurables.
Mas detalles de este cuadro que siempre nos recordarán la pintura de Villaseñor será esa puerta al fondo, entreabierta con ese espejo, propio de las pinturas de Velázquez, que intenta transmitirnos la realidad del momento que está representando. La realidad de esa mujer que aparece como un maniquí de madera, carente de manos y pies, esperando sentada en una silla de enea con la vista perdida, cansada, sin intención de moverse, como si estuviera esperando a alguien. ¿Quizá sea a la persona amada?
—
Puedes ver todos los cuadros de Manuel López-Villaseñor publicados en esta serie a través de [este enlace]