El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha garantizado hoy que su objetivo al frente del Ejecutivo regional “es reconstruir todo lo que ha destrozado Cospedal” en sus cuatro años de gestión. Durante el almuerzo coloquio organizado por el Club Siglo XXI en el que ha participado en Madrid, García-Page ha relatado cómo el Partido Popular, en aquél entonces, “controló los medios de comunicación hasta un límite desconocido, controló todas las administraciones públicas y persiguió a la oposición hasta decir basta” para evitar el cambio de gobierno en la Comunidad Autónoma.
El presidente regional, quien ha departido sobre los aspectos más destacados de la política nacional y regional ante unos 150 invitados, ha asegurado haberse sentido “muy perseguido” por el Gobierno regional anterior, al tiempo que ha lamentado la “durísima batalla” en términos democráticos y políticos que se ha vivido en la región. “Creo que mucha gente del PP de los que van a votar en el Congreso que celebrarán en febrero están de acuerdo conmigo. La mayoría tiene claro que lo que ha pasado en Castilla-La Mancha es sobre todo gracias a Cospedal. Es más, yo soy presidente gracias a Cospedal”, ha remachado.
Por otro lado, y sobre el ofrecimiento lanzado por el Partido Popular para, según ellos, dar estabilidad a la región, García-Page ha asegurado “no tener ningún inconveniente” en hablar con Cospedal sobre los temas que afectan a Castilla-La Mancha “si se hubiera quedado”, pero además de ser ahora ministra de España, “hace ya unos meses que abandonó el Parlamento autonómico”, ha recordado.
“Me hubiera gustado que Cospedal cumpliese su promesa de quedarse en la oposición, pero ni siquiera ha esperado, aunque lo hubiera tenido relativamente fácil con la llamada del presidente del Gobierno, para salir de la región. Se fue antes”, ha lamentado García-Page, quien ha reiterado no tener ningún inconveniente en llegar a acuerdos con el PP sobre el Estatuto de Autonomía, o sobre cuestiones estructurales.
No obstante, “lo verdaderamente difícil es que yo me ponga de acuerdo con ella en términos económicos y sociales, pues me separa un abismo de Cospedal. Estoy más cerca de Podemos en términos sociales que de Cospedal”, ha asegurado.
Escenario de estabilidad con Podemos
Por otro lado, y preguntado sobre la situación en la que se encuentra el pacto de gobernabilidad con Podemos, el presidente regional ha señalado que son “lógicas” las discrepancias políticas que puedan existir. “Cuando los gobiernos no son de mayoría absoluta requieren estar pactando hasta el día de la convocatoria electoral”, ha valorado García-Page, “y un partido con dos diputados que apoya a un Gobierno normalmente tiene que estar todo el día planteándose si está haciendo las cosas bien o mal”.
En su opinión, “en Izquierda Unida, y ahora Podemos, están llamados siempre a tener ese permanente debate entre que sus votos sean útiles o inútiles. Y afortunadamente, en Castilla-La Mancha han sido útiles para que no gobierne Cospedal. Por tanto –ha proseguido- podemos hacer todos los debates que queramos, pero en Castilla-La Mancha la única alternativa a Cospedal la representaba y la sigue representando quien les está hablando”.
García-Page, quien ha augurado un “escenario de estabilidad” en la región, ha señalado que es “razonable” que tengamos presupuestos próximamente “porque son muy sociales y cumplen milimetradamente lo acordado en la investidura”. Por lo tanto, ha pedido estar por encima del “ruido político” que suponen “los debates madrileños” para estar a la altura de lo que se merecen los ciudadanos de la región. “Lo importante es que lo que decidamos se deba única y exclusivamente a los intereses de los ciudadanos castellano-manchegos que votaron en su día un desalojo del Gobierno de Cospedal”, ha sentenciado.
Una nación incluyente “que lo ha sido desde el origen con Cataluña”
A preguntas de los medios sobre el proceso soberanista catalán, el presidente García-Page ha lamentado que el independentismo en Cataluña ha roto «muchas costuras» y ha asegurado que “se habla con más tranquilidad de Cataluña en Madrid, que en Cataluña».
En palabras del propio presidente “hace falta mucho antibiótico político y mucha mano izquierda” en un país como España para resolver la crisis territorial. De cualquier modo, ha garantizado que la española es una nación «incluyente» y muy plural “donde cabe todo el mundo», que desde el origen “siempre lo ha sido con Cataluña».
Finalmente, ha hecho un llamamiento al nuevo Ejecutivo para que, si tiene claro que «todo lo que está pasando de malo en España ahora es consecuencia de la crisis económica», aborde el resto de problemas con premura sin esperar a que termine la crisis.
