Julieta Valero (Madrid, 1971) escribe poesía hasta en una entrevista. Responde a las preguntas con precisión relojera, con las palabras justas, con la concreción de la lírica. Desde el año 2008 trabaja en la Fundación Centro de Poesía José Hierro y su obra ha sido editada en más de ocho países, desde Eslovaquia a Estados Unidos.
Editora y gestora cultural, Valero participa y organiza talleres de poesía, un género del que opina que tiene el futuro garantizado. En 2015 publicó “Que concierne”, uno de los tres mejores poemarios del año para El cultural y ABC.es.
P-. ¿Qué es lo que encuentra un poeta cuando se enfrenta a la lectura de El Quijote?
R-. La raíz de la palabra poética es el extrañamiento ante la «realidad»; si hay un personaje en la historia de la literatura que permanentemente fisura la corteza plana de la cotidianidad con su capacidad visionaria es el Quijote.
P-. ¿Qué características comparten el lenguaje poético y el que utiliza Cervantes?
R-. El ser necesario.
P-. ¿Cuál es, en tu opinión, el episodio más poético de El Quijote?
R-. La escena de la cueva de Montesinos, en la segunda parte; es un delirio pre surrealista; maravillosa. Siempre se lee por primera vez.
P-. ¿Siguen siendo necesarios para esta sociedad la poesía o la lectura de El Quijote?
R-. Si. Porque si no somos capaces de generar utopías de presente como motor de búsqueda, de dignificación y de fuerza, nos espera una existencia muy chata, muy pobre. Y la incapacidad de mejorar el mundo, nuestras vidas.
P-.¿Cómo ve el presente y el futuro de la poesía?
R-. Garantizado. Y no es ingenuidad sino convencimiento de que la poesía sustancia cualquier cultura, aunque lo haga desde un espacio poco visible, porque el ser humano necesita nombrar, paradójicamente, aquello que el lenguaje en función normal no alcanza.