La desacralización, obviamente, es el proceso inverso a la Sacralización.
Que según la RAE es lisa y llanamente “atribuir o conferir carácter sagrado a lo que no lo tenía”.
Conferir, pues, atributos de un misterio o de un recuerdo olvidado.
O si se quiere de un mysterium.
Como denominaba la Patrística medieval a lo Sacramental y a los Sacramentos mismos.
No se olvide la raíz común de Sagrado, Sacramento, Sacrilegio y Sacrificio.
Todas esas voces derivadas del Sacratus latino y del sustantivo Sacer-Sacra-Sacrum, aletean en torno a un enclave misterioso donde encontrar sentidos transcendentes.
La voz Sagrado, pese a todo, alude a algo más que lo estrictamente Religioso, Litúrgico y confesional.
Alude a lo contrario de lo profano.
Que ya se sabe que proviene de Pro-Fanum, que es lo que antecede y precede al recinto sagrado del tiempo griego. Esto es, al Fanum.
En una rara unidad de espacios y de tiempos escalonados.
Luego la Desacralización será, no menos lisa y llanamente, la supresión del carácter sagrado de algo que antes lo tenía.
Y algo de ello se ha visto recientemente con el debate abierto en la Iglesia católica, tras la publicación del documento Instrucción Ad resurgendum cum Christo.
Que plantea dudas sobre el uso de las cenizas funerarias.
Un proceso que, tras la Desacralización que supuso la incineración en el orbe católico, vuelve al movimiento inverso, vuelve al carácter Sagrado de la muerte.
Cuestionando el procedimiento de cremación. Incluso estableciendo su brutalidad y su posible penalización negando el funeral religioso.
Asistimos en los últimos siglos a un proceso creciente e imparable de Secularización de la vida, de la sociedad y de las creencias.
Y esa Secularización es, en parte, un proceso de Desacralización.
Nos explicamos la vida y la naturaleza bajo otras pautas y criterios, y no exclusivamente religiosos.
Desacralizamos la existencia, aunque siga existiendo en ella un aura inexplicable, que se confunde con el halo de lo Sagrado.
La pérdida del Aura en la obra de arte, era la tesis central de Walter Benjamín en su trabajo La obra de arte en la época de la reproductibilidad técnica.
La mecanización, que ya tomaba el mando como decía Lewis Munford, comportaba que la obra de Arte, perdía su singularidad y su irrepetibilidad.
Obra única y aurática versus obra serial y reproducible.
Pero este el destino imparable de las modernas sociedades occidentales.
Divididas, como definiera Umberto Eco, entre apocalípticos e integrado.
La creciente extensión del estado de bienestar en un estado de consumo de masas, lleva igualmente a la perdida de singularidades y privilegios anteriores.
De las sociedades aristocráticas a las sociedades democráticas. Del elitismo al superventas.
Como viene ocurriendo en el universo de la cocina, de los manjares y del arte culinario.
Que ocupa espacios comunicativos, páginas de suplementos, horas de ocio, concursos y estantes del supermercado.
Eso decía días pasados Andoni Luis Aduriz, al fijar “la destreza del mercado para desacralizar cualquier elemento y estirar su potencial comercial hasta la saciedad”.
Desacralización alimentaria, que ha permitido que lo antaño elitista y minoritario, sea hoy ya consumo masivo y muy repartido.
Desde el caviar al buey waygu. Desde el foie-gras al salmon fummé.
Incluso la suma desacralización culinaria acontezca y se verifique con la estrella Michelin otorgada a un chiringuito de comida rápida de Singapur, a favor del chef Chang.
Pasando de los viejos templos a las nuevas barras móviles.
Desacralizando el aura de las estrellas Michelin, y haciendo buena la frase de Maria Antonieta, frente al amotinado pueblo francés en vísperas de la revolución. “Si no tienen pan, que coman pasteles”.
Que vuelvan a lo sagrado de los viejos rituales de manteles y tenedores.
José Rivero
Divagario
Demasiados años de «sagrado» en este país. Vamos a ver si nos desacralizamos y, en las próximas, echamos del Gobierno a los del incienso.
Por cierto, eso de las urnas de los muertos y delas cenizas ¿No es un poco hacernos comulgar con lo del ave fabulosa llamada Ave Fénix? ¿O es que el negocio de los cementerios se está yendo al garete y el cura que te espera con el Hisopo se ha quedado en el paro?
Como decía laBruja Averías:
«Embolos, rotores y bujías…¡Soy el misterio de la economía!
Manejo cifras y datos y engaño a los humanoides gilivatios.
Te nombraré mi sacerdotisa y nos distorsionaremos de risa… ¡Hay que fundirlos deprisa!
Soy como la naturaleza. Nadie sabe donde termina ni donde empieza. Por eso la gente reza.
¡Por Orticón, Saticón y Vidicón! ¡Nadie sabe como detener la inflación!
¿Quizás con una oración?, ¿quizás con un gran cañon?
Ergios, watios y turbinas, ¡produzco crisis y ruinas!… y la razón nadie la adivina.
Ponen mucho esmero los banqueros y los pobres sufren serios quebraderos.
Por Plumbicón, Rotor y Zotal, el capital a veces se las hace pasar mal. ¡Es natural!
Es como detener un volcán… ¡Subiré el precio del pan!
¡Viva la economía! ¡Viva la guerra fría!».
A esta sí que la subía yo a los altares, y a Loló Rico…
Se abre el turno de vomitorio…
Un excelente artículo, me ha gustado mucho el vínculo entre desacralización y mercado, porque es cierto.
Esa secularización es sana, pues lo humano tiene su propio espacio, presala o precedente del espacio sagrado, pues no pueden segregarse el uno del otro. Lo sagrado es esa traducción a la realidad de lo que es trascendente y natural, esa búsqueda de sentido de la vida ante la imperfección fatal de saber que moriremos (Victor Frankl).
Lo llaman felicidad pero yo lo llamo deseos de eternidad, de hacer eterna la aventura de vivir.
Como católico, el debate en la Iglesia respecto el uso de las cenizas se aclara si entendemos que los católicos creemos que para que un alma descanse en paz, también lo debe hacer el cuerpo o lo que quede de él. Ni debe quedarse en el salón, pues acabaría viendo Salvame o el Telediario y no descansaría nunca, ni debe esparcirse en espacios indefinidos porque deshonrariamos el ritual de la memoria, que es una liturgia popular, la de visitar el cementerio, que además de espacio sagrado, es propiedad de los Ayuntamientos, cuya gestión y mantenimiento les corresponde. Una observancia cuyos destinatarios son los católicos, nadie más.
Un debate que ha inspirado el artículo y nos remite a las bases de nuestra cultura, donde la mera evidencia de la muerte, nos introduce en la trascendencia. Algo sustancial y esencialmente humano.
Lástima de espacio perdido en el servidor de MCR. Vaya una estupidez cursi e infumable…
Alabaré, alabaré….
Jodido meapilas de las pelotas…
Evidenciando quién en fin…y quién no.
Respeto este espacio creado por el articulista, es museístico.
¿Me copias? JAJAJA. LERDO!!!
Creer en Dios o en fenómenos paranormales dificulta la comprensión del mundo real, según un estudio:
La ciencia y la religión no suelen ir de la mano, pero pocos estudios se han atrevido a decir que la primera interfiere en el correcto funcionamiento de la segunda. Eso es lo que afirman precisamente desde la Universidad de Helsinki, que las personas religiosas entienden peor el mundo. La revista Applied Cognitive Psychology acaba de publicar un estudio realizado en Finlandia sobre 258 voluntarios a los que se les ha preguntado sobre sus creencias. El estudio concluye que creer en dios distorsiona la manera en la entendemos el mundo real.
http://es.gizmodo.com/creer-en-dios-o-en-fenomenos-paranormales-dificulta-la-1788227647
No digo na y te lo digo to.
Jajajajajajajajajajajaja
Sólo sé que yo conservo dos ojos, el de la materia y el del espíritu.
También hay estudios que dicen que las personas creyentes toman menos antidepresivos, e incluso, que alargan la vida.
Hoy me lo estoy pasando bomba. Angelmanueleando. Estoy de descanso!!
¿Te vas a quemar? O es poco sacro? Si quieres te quemo yo…
JAJAJA.
Efectivamente, José Rivero tiene TODO el respeto, pero tú no eres más que un muerto de hambre intelectual. Y un bobo.
HoY por ejemplo Iglesias -coincidencia- ha desacralizado el santo suelo de la soberanía popular y ha sacralizado el profano suelo callejero. En cuanto a las cenizas, contaminan los campos y el mar con la profunda estupidez humana.
Manolo contamina más la estupidez humana que las cenizas como restos.
Tal vez lleves razón, si.
Es que hay que ser más hortera que un ataúd con pegatinas para escribir la SOPLAPOLLEZ que has escrito.
Hay que caer muy bajo para que pienses que me voy a poner a tu nivel.
Lo dicho, aquí no.
TOOOOOOOOONTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Grábate esto en la frente:
La dignidad es el respeto que una persona tiene de sí misma y quien la tiene no puede hacer nada que lo vuelva despreciable a sus propios ojos.
Tú la has perdido y ya me has tocado las pelotas.
Ahora Jódete.
Perdiendo los papeles tú sí que has perdido tu dignidad.
Grabatelo en la frente, te avergonzaras deberás huir de aquí.
Antes muerta que sencilla. Grábatelo. Antes muerta que sencilla!!
Tú y 20 como tú van a hacer falta para que yo huya de ningún sitio.
Hala, a cagar a la vía.
Y desacralízala primero, no sea que te caiga un rayo divino de la muerte!
HOY Has dañado definitivamente tu imagen de forma irreparable.
Léete a Rivero y a Manuel.
Contamina más la estupidez humana….
Tú buscas adeptos, yo Justicia. Esa es la gran diferencia entre los dos.
Lo dicho, das vergüenza ajena y de especie.
Así no se defienden las opiniones.
Profunda y certera reflexión, José.
Mi admirada Luz Sánchez-Mellado, haciendo gala de su habitual salero y desparpajo, publica hoy una satirilla sobre el asunto. Desacralizando, claro.
http://elpais.com/elpais/2016/10/26/opinion/1477501750_832116.html
A la Sánchez Mellado sólo le falta ser Virgen para que la saquen en las procesiones. Ole el salero de la Mellado y la gracia que tiene a la hora de reírse de todo lo rancio en este país de meapilas. Me declaró fan incondicional.
Lo que es rancio es esa imagen que tú y Pablo Iglesias habeis dado hoy.
Impotencia que engendra violencia.
Sigue sin aprender que eres el ser más inútil que hay en MCR? Una pena. Habrá que esperar a que te hagan efecto las pastillas.
Lo dices tú, y automáticamente se convierte en verdad y real.
JAJAJAJAJAJAJAJAJA