En un mundo global en el que Europa cada vez tiene menos peso demográfico, y con una tendencia de fragmentación interna de algunos de sus estados miembros, el expresidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, reclama más integración política para conseguir una Unión Europea (UE) más social e internacional, capaz de sobrevivir en un planeta de cuyo mapa mundi “ya no seremos el centro”, y en la que los valores en común deben servir de nexo. Así lo expresó en la sesión inaugural del IX Curso de la Escuela de Ciudadanos de Manzanares.
La Casa de Cultura de Manzanares se llenó el jueves 13 de octubre con motivo de la conversación en público sobre Europa que mantuvieron Josep Borrell y Mariola Urrea, Profesora Titular de Derecho Internacional de la Universidad de La Rioja. Ambos expertos coincidieron en la necesidad de construir una UE que, como comunidad de valores, dé una respuesta más social e internacional a los problemas y, como en su día ocurrió con su apuesta por la paz, construya un relato atractivo para las generaciones venideras, alejado del de la Europa de las fronteras, de la insolidaridad, de la austeridad y de los recortes.
Como el propio Borrell expresó apoyado en gráficos y mapas, es necesaria más Europa ya que en pocas décadas, la UE apenas tendrá peso demográfico en un mundo global que ya no será “eurocéntrico”.
“Seremos pocos, viejos y dependientes energéticamente”, un panorama que el viejo continente debe afrontar sin olvidar otros retos internos como la amenaza terrorista -que ha trastocado un pilar de la UE como la libre circulación-, el brexit, una moneda que no acaba de funcionar, la proliferación de partidos antieuropeos, el bajo crecimiento y demasiada deuda, asuntos “que han creado una pérdida de confianza en el proyecto europeo”, afirmó.
Europa ha sido para varias generaciones “el antídoto contra la guerra” y ha garantizado el mayor periodo de paz en su historia. Por ello, Borrell pidió a los jóvenes -a quienes la paz parece tan consolidada- que eviten que “este invento” vaya marcha atrás “porque no hay nada más fácil que soplar unas brasas para que haya un incendio”. El reto está en construir un nuevo relato atractivo para los jóvenes, en el que se sientan ciudadanos europeos dispuestos a compartir riesgos y ejercer solidaridades. “Lo que tenemos en común son los valores, eso es lo que nos debe unir”, señaló el político catalán antes de aclarar -a quienes dicen que Europa es cara- que cuesta el 1% del PIB europeo. “La guerra es más cara”, sentenció.
Frente a la sensación generalizada en la UE de falta de pertenencia a la misma por parte de la ciudadanía, Mariola Urrea recordó que todos tenemos mucho que decir y somos quienes con nuestro voto elegimos a los gobiernos que nos representan en las instituciones europeas.
La crisis de los refugiados hubiera sido, según Borrell, una gran ocasión para que Europa diera una respuesta movilizadora. “No se pudo dar peor respuesta, es para sentir vergüenza”, criticó el expresidente del Parlamento Europeo, que lamentó que no haya ninguna ofensiva frente a quienes se dedican “a echar mierda y denigrar a Europa”, que antes era vista como “el hada buena” y ahora como “la madrastra”.
Tras la fallida constitución europea, con un esquema institucional “que es un carajal de mucho cuidado” y sin un gobierno continental, Urrea y Borrell abogaron por mayor unión política, cada vez más difícil en esta amalgama de 27 países. A ello se suma que en algunos estados se está dando una degradación democrática -“han perdido los estándares de calidad de sus democracias”, señaló Urrea en alusión a Polonia y Hungría-y que otros viven procesos de fragmentación, como Bélgica o España, con el referéndum de autodeterminación planteado para el próximo año en Cataluña. “Si somos pocos y nos dividimos, nuestro peso será menor y en un mundo de 9.000 millones de personas no pintaremos nada”, advirtió Borrell.
Respecto al brexit, Borrell recordó que el Reino Unido “ya no estaba en ninguna parte”, en referencia a elementos de unión como el euro o Schengen. “Solo estaban en lo que les interesaba: el mercado”. En este sentido, Mariola Urrea indicó que en la negociación de salida del Reino Unido de la Unión Europea “no podemos ser ingenuos y que pretendan estar fuera con los beneficios de estar dentro”. También hablaron del Tratado de Libre Comercio entre Europa y Estados Unidos (TTIP). La profesora criticó el proceso seguido con negociaciones en secreto y el exministro auguró que el asunto “está muerto” ya que Francia ha anunciado que no lo va a negociar así.
Situación del PSOE
Con Borrell presente, en la mente de todos estuvo la crisis interna del PSOE, asunto que eludió cuando fue preguntado al respecto en el turno del público. El exministro socialista, que en 1998 fue elegido candidato a la presidencia del Gobierno en las primeras elecciones primarias de su partido, no entró en el fondo de la cuestión. Preguntado si los partidos son de los votantes, de sus militantes o de sus dirigentes, dijo que son bienes públicos e instrumentos de la ciudadanía para hacer propuestas responsables.
Añadió que los partidos sirven además “para seleccionar bien al personal político, y no lo hacen”. Y matizó que los partidos no son clubes de librepensadores “donde se puede decir lo que viene en gana”, que los militantes saben que se deben a los ideales de ese partido y por ello tienen limitada su libertad. En respuesta a otra pregunta de índole ideológica, Josep Borrell dijo que los socialistas “deberíamos hablar menos de mercado y más de democracia que controle a los poderes económicos”.
Entre el público hubo políticos del PSOE como el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, y el senador y alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín. También asistieron representantes de otros partidos como UPyD y Asamblea Ciudadana de Manzanares.
“Gracias por inventar esta escuela”
La primera intervención de Josep Borrell en Manzanares fue para dar las gracias al periodista Román Orozco “por inventar” la Escuela de Ciudadanos, “una bella expresión”. Dijo que los países fuertes “son los que tienen una ciudadanía fuerte” y recordó cómo antes de la Revolución Francesa no había ciudadanos, “había siervos”. “La ciudadanía es la esencia que mueve a los países libres” añadió antes de desear más encuentros de este tipo para que los ciudadanos tengan ocasión de aprender a serlo. “La democracia funciona porque la gente es culta, conoce, sabe y distingue. Una ciudadanía desinformada es una ciudadanía vendida”, apostilló.
El IX curso de la Escuela de Ciudadanos tendrá su siguiente clase magistral el 25 de noviembre con el economista Emilio Ontiveros. Esta iniciativa cultural que dirige Román Orozco cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Manzanares y el patrocinio de la Diputación de Ciudad Real, Unicaja y la Cadena Ser.