El Profesor titular de Filología Española de la Universidad Autónoma de Madrid y asesor académico de las jornadas turístico-literarias organizadas por la Diputación de Ciudad Real con motivo del IV Centenario de Cervantes, que se desarrollan hasta el próximo mes de noviembre en 11 localidades de la provincia, ensalza el carácter universal del insigne escritor y destaca el legado “múltiple y proteico” que nos ha dejado a través de su obra y su figura.
El filólogo y también escritor señala que siempre se ha dicho que Juan Ramón Jiménez era el andaluz universal, pero “para mí Cervantes es el español universal porque desde un punto de vista biográfico se trata de un hombre que conjuga como casi nadie una aventura vital, de soldado, de hombre de arrojo, valiente, y a la vez la figura de un intelectual que conlleva paralelamente una vida de humanista, de lector pero siendo a la vez un hombre humilde”.
De tal modo, a través de su vida y de obra se desprende, según subraya Morales, la idea fundamental de que “el hombre tiene que tener la capacidad de soñar para poder vivir, la capacidad de tener objetivos, aunque esos objetivos sean inciertos, y que también debe hacerlo conforme a un espíritu de libertad y compromiso”. Así, por ejemplo, apunta, cuando crítica a los intelectuales en el Caballero del Verde Gabán, a Don Diego Miranda, “nos está diciendo que esa gente acomodada, que sólo vive para su pequeño perímetro, encerrada en sí misma en el fondo es gente sin importancia”.
Tributo a Cervantes. Para Rafael Morales Barba estas jornadas, junto a las que ha organizado el Instituto Cervantes y la Real Academia de la Lengua, son las más importantes que se han realizado en España “por una concatenación de virtudes” como es la presencia de algunos de los mejores cervantistas del mundo, así como de algunos de los expertos en diferentes artes, poetas, gastrónomos, actores, estudiosos, historiadores de ese momento histórico”, lo que ha hecho, según su opinión, “que tal y como le gustaría a Cervantes, sin pedantería pero con mucha exquisitez, se hayan planteado unas jornadas larguísimas y abiertas para que todo el mundo pueda participar y hacer comunión con nuestro español universal”.
Para finalizar, el filólogo y escritor agradece el compromiso por parte de la Diputación provincial de Ciudad Real, y muy en especial a la persona de Manuel Juliá, “sin cuyo impulso y generosidad no hubieran podido salir adelante estos encuentros”.