Los porzuniegos han vuelto a demostrar el fervor que sienten hacia su patrona, la Virgen del Rosario. Durante todo el fin de semana, las calles y plaza de la localidad han estado repletas de gente que ha disfrutado del variado programa festivo organizado por el Ayuntamiento de Porzuna y la Hermandad de la Virgen.
Entre las actividades más multitudinarias se encuentran la misa manchega y la ofrenda de flores a la Virgen, en las que participaron cientos de personas de todas las edades que abarrotaron la Iglesia para rendir pleitesía a la patrona. Igualmente emocionante fue la procesión, que además de contar con una alta participación fue seguida por muchos vecinos desde los balcones y las aceras. Un nutrido grupo de ’madrinas’ con mantilla blanca acompañaron a la Virgen del Rosario por las calles de lalocalidad, junto a la Banda Municipal de Música, las autoridades, las Reinas y Damas de las Fiestas y los Místers.
Más allá de los actos religiosos, las fiestas patronales han contado con multitud de propuestas para todas las edades. Los más pequeños han disfrutado con camas elásticas gratuitas, pintacaras y divertidos talleres donde han podido elaborar escudos, diademas o espadas.
Los caballos también han tenido protagonismo en estas fiestas. Unos 35 jinetes y dos carretas participaron en un pasacalles que fue seguido por mucha gente. En cuanto a los concursos de petanca y tángana contaron con una excelente participación y cada vez más gente joven, e incluso niños, se animan a practicar estos juegos populares.
La música no faltó en esta cita festiva. Tanto la actuación ofrecida por el grupo de bailes regionales ‘Virgen del Rosario’ como la de la orquesta Olimpia, hicieron disfrutar a jóvenes y mayores con música de diferentes estilos.
Especialmente atractivo resultó el IV Mercado Medieval, que contó con unos 25 artesanos de diferentes lugares. Dulces, quesos, antigüedades, artesanía de la madera, abalorios, hierbas aromáticas, bolsos o camisetas, fueron algunos de los artículos presentes en este mercado en el que tampoco faltaron mermeladas caseras, caramelos artesanales, jabones caseros o tabernas. Durante todo el fin de semana, dos bufones recorrieron esta plaza medieval haciendo las delicias de niños y mayores con divertidos números de malabares, jugando con niños y arrancando las risas de los asistentes.
Enmarcado dentro del Mercado, se celebró el concurso de disfraces medievales. Un total de 9 personas (3 adultos y 6 niños) participaron en este concurso luciendo preciosos trajes de la época medieval. En categoría infantil, el primer premio fue para Patricia Gómez, el segundo premio recayó en Rubén Hervás y el tercer premio correspondió a Desiré Jiménez. En categoría adultos, Irene Hervás se alzó con el primer premio, Anabel Ormeño consiguió el segundo premio y Eugenia Serrano obtuvo el tercer premio.
La concejal de Festejos, Silvia Cañamero, hacía un balance muy positivo de unas “fiestas multitudinarias que han desbordado todas las previsiones puesto que ha habido gente en la calle las 24 horas del día” y agradecía a los vecinos del centro de la localidad que hayan sido “muy pacientes con las molestias que suelen causar este tipo de fiestas que se celebran en todo el centro con la Iglesia de fondo”. Asimismo añadía que “la actitud de todos los vecinos de Porzuna ha sido buena, el tiempo ha acompañado y entre todos hemos hecho posibles unas de las mejores fiestas de los últimos años”.
En esta misma idea incidía la concejal de Cultura, Prado Rodríguez, quien resaltaba el hecho de que toda la población se haya volcado con las fiestas e incluso que algunos colectivos hayan colaborado de forma espontánea, como un grupo de jóvenes que realizó una batucada o la propia Banda Municipal de Música que también preparó un pasacalles.
Por su parte, la presidenta de la Hermandad de la Virgen del Rosario, Nazaret Gutiérrez, resaltaba la gran devoción que Porzuna siente hacia su patrona. En estas fiestas, todos los porzuniegos han podido admirar la imagen restaurada de la Virgen, “un trabajo minucioso realizado por las monjas de la congregación ‘Las Mínimas’ de Daimiel que se han encargado de arreglar las grietas y roces que afectaban a la talla de madera, principalmente a la cara del niño y de la Virgen”. La restauración ha sido financiada con dinero de la Hermandad y algunas aportaciones de los vecinos.