Todos aquellos personajes femeninos del Quijote que forman un retablo independiente, “y que con la fuerza de sus acciones moldean sus vidas” fueron los verdaderos protagonistas del primer ‘Encuentro con Cervantes’ celebrado ayer en Campo de Criptana, en un acto que contó como ponentes con la catedrática de Literatura en la Universidad Complutense, Fanny Rubio, la profesora titular de la Universidad de Alcalá de Henares, Julia Barella, y el catedrático por la Universidad de Lagos (Chile), Claudio Ramón Yañéz.
Un acto que se enmarca dentro de las jornadas literario-turísticas, organizadas por la Diputación de Ciudad Real con motivo del IV Centenario de Cervantes, y que se desarrolla hasta el próximo mes de noviembre en once localidades de la provincia.
Durante el acto, moderado por el escritor y profesor de Filología Hispánica en la Universidad Autónoma de Madrid, Rafael Morales, la doctora en Filología Románica, Fanny Rubio destacó que en total son treinta y nueve mujeres las que toman cuerpo y voz en nuestro libro, catorce en la primera parte y veintiséis en la segunda, haciendo especial hincapié en la zona de la falda de Sierra Morena, tanto en la parte manchega como en la zona de Andalucía “por tratarse del espacio donde se producen muchas de las historias femeninas en El Quijote”, y donde aparecen, según destacó, “mujeres de muy distintas procedencias, clases sociales y nivel económico y cultural que rodean al hidalgo y a su escudero”; mujeres fuertes, independientes, que caminan solas por la noche, dijo, citando el caso de Dorotea, que vestida de hombre va en busca del amante traidor, o Zoraida que llega desde Argel.
La profesora de Literatura Española y directora de la Escuela de Escritura en la Universidad de Alcalá, Julia Barella, se centró fundamentalmente en el personaje de Marcela, “una de las voces más independientes, capaz de crear toda una retórica y de dar uno de los mejores discursos basado en la elección de la libertad”, apuntó. Barella, que comparó a Marcela con la diosa Artemisa, “diosa virgen cuya cualidad básica es su independencia y autosuficiencia”, definió al personaje como “una cumplidora de objetivos con una diana muy clara: ir contra una sociedad que la está juzgando por no querer acatar una serie de normas y no ser sumisa”, y que además, señaló, “no sólo decide que quiere ser libre, sino que elige donde quiere vivir, desterrada al margen de una sociedad cuyo lugar no comparte, y el espejo donde mirarse: la naturaleza como guardiana de la biodiversidad y su forma de ser feliz”.
Para finalizar, Claudio Ramón Yañéz, profesor de castellano y doctor en Literaturas Comparadas, llamó la atención sobre la relevancia en la Segunda parte del episodio del palacio ducal porque, según expuso, “es aquí donde se precipitan los acontecimientos, siendo la fuerza arquetípica de algunos personajes como la duquesa-cazadora, Altisidora-Perséfone, lo que hará que los protagonistas se reconozcan como lo que son en verdad”, subrayó.
Un acto, que registró un lleno absoluto, y tras el que tuvo lugar la conferencia Comer y beber con Don Quijote y Sancho a cargo de los Premios Nacionales de Gastronomía Lorenzo Díaz y Custodio Zamarra, al que asistieron el alcalde de la ciudad, Antonio Lucas-Torres, junto a la delegada de la Junta, Carmen Teresa Olmedo, el vicepresidente 4 º de la corporación provincial, David Triguero, y el responsable de Promoción Económica, Manuel Juliá.