A solicitud del Ayuntamiento de Almansa, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno regional ha accedido al préstamo de dos grandes obras del escultor José Luis Sánchez con destino a la exposición que, bajo el título de “José Luis Sánchez. Casi 90” está ultimando el consistorio almanseño con motivo del noventa cumpleaños del prestigioso artista.
Dicha exposición reunirá cerca de un centenar de piezas de este autor y tendrá lugar en la “Casa Grande” (sede del ayuntamiento de Almansa), la Casa de Cultura, y la iglesia y convento de las Agustinas entre el 25 de agosto y el 25 de octubre de 2016.
Se trata en concreto de “Ontur” y “Barataria”, piezas ejecutadas en acero corten y que miden respectivamente 2,77 y 3,30 metros de altura. Estas piezas forman parte junto con “Vandelvira”, “Clavileño” y “Ruidera” de un conjunto de cinco obras monumentales que se realizaron entre 2007 y 2008 para la exposición «Trayectoria de un escultor», que a iniciativa del Gobierno castellano-manchego se desarrolló en Ciudad Real en la primavera de 2010 y mostró 117 piezas que abarcaban toda su trayectoria artística.
Se da la circunstancia de que estas cinco obras fueron elaboradas por el artista para su posterior instalación en las cinco capitales de provincia de la región, pero tan sólo “Clavileño” recaló finalmente en una de ellas, concretamente en la Plaza de Grecia de la capital de la región. Las otras cuatro obras (adquiridas por el gobierno regional) permanecen desde ese año en la Plaza de los Mercedarios de Ciudad Real, ante la fachada del museo instalado en el antiguo convento de la Merced, y desde allí se transportarán dos de ellas hasta Almansa en los próximos días para su participación en la exposición retrospectiva.
José Luis Sánchez nació en Almansa el 9 de diciembre de 1926, y acredita ya una trayectoria de casi siete décadas dedicadas al ejercicio de la escultura, disciplina en la que es uno de los principales referentes a nivel nacional. Elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1987, Sánchez fue contemporáneo de Eduardo Chillida, y se considera próximo a otras grandes figuras integrantes del Grupo El Paso, como el escultor Pablo Serrano, el arquitecto Antonio Fernández Alba o los pintores Rafael Canogar, Manolo Millares, Antonio Saura, Martín Chirino o Luis Feito.
Distinguido con la consideración de “Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha en 2009, José Luis Sánchez llegó a licenciarse en Derecho, pero diversas becas le permitieron viajar a Roma, Milán y París en los primeros años 50, antes de instalarse definitivamente en Madrid en 1955, momento en el que inicia una estrecha colaboración con arquitectos tan prestigiosos como el daimieleño Miguel Fisac y otros como Javier Carvajal, José Luis Fernández del Amo o Antonio Lamela. Es en estas colaboraciones y en estos trabajos ligados con la arquitectura donde la obra de José Luis Sánchez se engrandece y refleja su verdadera fuerza, ensalzando los volúmenes y logrando un fluido diálogo entre arquitectura y escultura.
La obra de Sánchez se caracteriza por las perfectas terminaciones de los planos y las superficies, a través de las que provoca al espectador y le incita a acercarse a ellas para tocarlas y sentir las sensaciones que el artista pretende transmitir. En una reciente entrevista, afirmaba: “Con la intención de aportar algo de belleza a los ámbitos arquitectónicos, he planteado todos mis trabajos con la misma cadencia con que se suele actuar en arquitectura: ideas, pequeños esbozos, planos, maquetas a escala y construcción delegada una vez elegido el material y con una vigilancia constante del trabajo en talleres ajenos: fundiciones, canterías, metalisterías. Está claro que así la escultura se aleja de la estatuaria y se acerca a la arquitectura, y que ayudada por el cubismo y el constructivismo, han influido de forma patente en mi forma de trabajar”.