Se utilizarán colores como el rojo, azul o verde, y estarña basado en símbolos “muy daimieleños y marianos” como la Cruz de Calatrava o la Flor de Lis. El fallo del jurado lo hacía público la edil de Servicios Sociales, Alicia Loro, y el presidente de la hermandad de la Virgen de las Cruces, Paulino García de la Camacha, quienes animaban a los daimieleños a que el día 1 de septiembre participen en su confección desde las 07:00 de la mañana.
Poco a poco las fiestas locales toman forma, tanto que ayer lunes se presentaba el fallo del jurado con el diseño de la alfombra que vestirá la calle Virgen de las Cruces el 1 de septiembre. Una vez analizados los tres expedientes presentados, Alicia Loro, concejala de Servicios Sociales y presidenta del jurado calificador, anunciaba que “el diseño ganador corresponde a Javier Astilleros. Se trata de un dibujo “muy serio y acorde a las características que debe tener la alfombra”, precisó Loro.
A exprensas de conocer por el propio diseñador las características del esbozo, se aprecia un simbología fundamentada en cuatro elementos destacados: la Cruz de Calatrava, la flor de Lis, las uvas y hojas de la vid, y el símbolo por excelencia de la Virgen de las Cruces con la A y la M entrelazadas y coronadas por tres cruces.
Entre los colores escogidos se encuentran rojo, azul, negro, verde o blanco. Un diseño que, para su ejecución, necesitará de la ayuda de todas las manos posibles, por lo que la concejal animaba a que el primero de septiembre, desde las 07:00 horas, “todos los daimieleños se vuelquen en la elaboración de la alfombra en honor a la Patrona de Daimiel”.
En la presentación del ganador también estuvo presente el presidente de la Hermandad de la Virgen de las Cruces y uno de los miembros del jurado, Paulino García de la Camacha, quién felicitó y agradeció a todos la participación en este primer concurso de diseño para la alfombra floral de la virgen.
Del mismo modo animó a que el mayor número posible de personas “arrimen el hombro el día 1 de septiembre en su confección”. Y es que todas las manos serán bien recibidas, ya que estimaba García de la Camacha, “se necesitan alrededor de 500 kilos de serrín para su realización”.