El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha introducido un total de 150 pollos de cernícalos primilla en esta temporada reproductora en tres primillares construidos en los Parques Nacionales de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel (Castilla-La Mancha) y en el Parque Regional del Sureste (Comunidad de Madrid), en el marco de un proyecto experimental para crear colonias de cernícalo primilla en espacios protegidos y consolidar la población reproductora de esta especie en España.
Este proyecto, impulsado por el Ministerio, ha contado con la colaboración de los Parques Nacionales de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel (dependientes del Organismo Autónomo Parques Nacionales del MAGRAMA), del Parque Regional del Sureste y del Instituto Tecnológico de La Marañosa –adscrito al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) del Ministerio de Defensa–, de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, de la Comunidad de Madrid y de la ONG GREFA.
Los primillares –recintos destinados a albergar colonias de cría de cernícalo primilla– han sido construidos en los Parques Nacionales de Cabañeros y de Las Tablas de Daimiel así como en La Marañosa, una finca militar del término municipal de San Martín de la Vega (Madrid) incluida dentro del Parque Regional del Sureste.
La ONG GREFA se ha encargado de suministrar los pollos, procedentes de su centro de cría en cautividad, además de llevar a cabo la introducción de estas aves en los tres primillares del proyecto y velar por ellos hasta que han sido capaces de volar y alimentarse por sí mismos.
Las introducciones de los pollos de cernícalo primilla, un pequeño halcón colonial tiene una dieta basada en grandes insectos y micromamíferos, por lo que es considerada como un aliado del agricultor por su papel de controlador de plagas, se han llevado a cabo durante las primeras semanas del verano mediante el método hacking, por el cual las aves han completado su crianza en el primillar.
El objetivo es que se familiaricen con la zona de reintroducción y vuelvan a ella en el futuro, eligiéndola como territorio de cría. Al ser una especie filopátrica, es decir, que tiene tendencia a instalarse con el paso del tiempo cerca de donde ha nacido, los ejemplares que sobrevivan volverán en el futuro a criar al primillar.
Una vez en los primillares, a los pollos se les ha suministrado diariamente alimento hasta que han completado su desarrollo y han podido abandonar la seguridad de su nido. A mediados de septiembre iniciarán su viaje migratorio hacia sus cuarteles de invierno situados al sur del Sáhara, aunque una pequeña porción de la población ibérica inverna en el sur del valle del Guadalquivir.
Los primillares diseñados para este proyecto consisten en una estructura modular de paneles de hormigón prefabricados que se ha instalado sin apenas obra, lo que abarata su coste y permite una construcción muy rápida. Constan de una torre de unos nueve metros y una base cuadrada de 16 metros cuadrados. En las paredes interiores se alojan unas 80 cajas nido, que tienen entrada externa adaptada al tamaño del ave, además de ser accesibles desde el interior con el fin de poder realizar las tareas necesarias para que se complete el desarrollo de los pollos y su limpieza posterior.
GREFA es una ONG que lleva a cabo un amplio abanico de acciones en favor del cernícalo primilla que han permitido, por ejemplo, el nacimiento de 282 pollos en 2016. El destino de estas aves criadas en cautividad es reforzar las poblaciones silvestres de la especie o crear otras nuevas.