Uno de los proyectos sociales en los que está colaborando el Complejo Industrial de Repsol en Puertollano y Fundación Repsol es el que promueve la Iglesia Evangélica para la atención a personas y familias desfavorecidas y/ o en riesgo de exclusión social de Puertollano. El objetivo es ayudar a las personas o familias que pasan por un período de crisis económica y vulnerabilidad, procurando así evitar una situación de marginación. La ayuda pretende ser integral y adecuada según la demanda del usuario.
Un programa en el que es fundamental la labor desinteresada de unas 50 personas voluntarias y colaboradoras de Puertollano, que hacen posible el desarrollo y el mantenimiento del proyecto social de la Iglesia Evangélica. Estas personas voluntarias suponen el pilar fundamental para casi 200 familias desfavorecidas o en riesgo de exclusión social de Puertolllano. Acciones como el reparto de alimentos, reparto de ropa, enseres y muebles, atención y orientación, ayuda y acompañamiento y actividades integradoras o dedicación plena durante determinadas temporadas al año, suponen, gracias a la labor desinteresada y comprometida de los voluntarios, a contribuir cada día a crear del mundo un lugar mejor.
Los colectivos que se benefician del proyecto en el que colabora Repsol y su Fundación son aquellas personas o familias que sufren distintas formas de presión y dificultad que pudieran desembocar en crisis extrema o marginación, como por ejemplo, personas o familias en paro que en este momento son el colectivo mayoritario y con una demanda urgente de bienes básicos como la comida y la ropa; inmigrantes y refugiados; mujeres víctimas de malos tratos o madres solas que afrontan la crianza de sus hijos, entre otros.
Entre los servicios que ofrece la Iglesia Evangélica de Puertollano, de un modo completamente gratuito y periódico a lo largo del todo el año, se encuentran el reparto de alimentos, labor que se realiza desde 2008 y ha ido creciendo a medida que crecía la demanda acelerada por la crisis económica.
En los dos últimos años, además de los más de 15.000 kilos de alimentos básicos procedentes de la Unión Europea, la Iglesia Evangélica pudo comprar más de 4.000 kilos de alimentos variados que complementan la dieta (aceite de oliva, aceite de girasol, atún, tomate, verduras en conserva, fruta en conserva, cacao para los desayunos, queso, harina).
Carmen Arenas, representante de este proyecto social, explica que otro de los servicios que ofrece la Iglesia Evangélica es el ropero gratuito, la atención y orientación a personas con problemas de alcoholismo y/o drogadicción, derivándoles a centros de desintoxicación y posterior rehabilitación; o ayuda y acompañamiento a personas que se enfrentan solas y sin recursos económicos a situaciones de crisis como enfermedad, cirugía o un parto. Del mismo modo se realizan actividades integradoras para la población desempleada, actividades que les ayudan a ocupar su tiempo de un modo positivo, “entendemos que estas actividades gratuitas son un valioso recurso que muchas personas tienen cuando han perdido sus ingresos, son un estímulo para seguir luchando por mejorar la situación de inesperada crisis que tantos ciudadanos de Puertollano están viviendo”, concluye la representante de este proyecto de la Iglesia Evangélica en Puertollano.
