Leo con estupor las declaraciones realizadas por Mariano Rajoy en su visita a Ciudad Real, en un supuesto acto de apoyo al vino, donde dice “que hay que defender el combate del alcoholismo sin autoritarismos”. Digo estupor porque este es el mismo Mariano Rajoy que el 24 de mayo de 2002, siendo vicepresidente y ministro del Interior, llevó al Consejo de Ministros un anteproyecto de Ley, denominado como “ley antibotellón” cuya tramitación fue el colmo del autoritarismo.
A los presidentes de las comunidades autónomas que acompañaban a Rajoy en el acto, a la presidenta regional del PP, señora De Cospedal, y a los dirigentes del PP en Castilla-La Mancha de entonces, no se les escuchó elevar la voz en defensa de la viña y el vino. No levantaron la voz ni para defender los vinos de La Rioja ni los de Castilla-La Mancha, ni de los Castilla y León. Todos estos que ahora se presentan como “adalides” en la defensa del vino, todos ellos son los mismos que entonces permanecieron callados, actuando a espaldas al sector.
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La señora De Cospedal, subsecretaria del Ministerio del Interior en julio del 2002, cuando el debate sobre este tema estaba en plena ebullición, no hizo ninguna manifestación en defensa de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha. Se mantuvo callada ante un anteproyecto, el de Rajoy, que tan negativamente incidía sobre los intereses de nuestra Región. ¿Porqué antes no era malo y ahora es tan negativo?. ¿Por qué cuando lo presentó Rajoy no sólo nadie del PP lo combatió sino que lo justificaron y lo defendieron?; ¿Por qué incluso votaron en contra de iniciativas que se presentaron en ayuntamientos, diputaciones y en las propias las Cortes Regionales para que el vino fuera excluido de la Ley antibotellón de Rajoy?. La respuesta está clara: porque los dirigentes del PP se mueven sobre todo por intereses partidistas. Primero sus intereses, después los de los castellano-manchegos.
Aquel anteproyecto era malo para el vino y los dirigentes del PP no quisieron escuchar las voces críticas. Al final fue la presión del sector quien obligó a retirarlo.
El borrador de la actual Ley sin lugar a dudas contiene errores. Son los mismos errores en los que ya cayó el anterior proyecto de Rajoy al no hacer un tratamiento diferenciado del vino. Nosotros, a diferencia de los dirigentes del PP, criticamos aquel proyecto del Gobierno de Aznar y ahora criticamos el actual, que está siendo discutido por el sector. Nosotros no callamos.
Es más, desde Castilla-La Mancha, el presidente José María Barreda, ha trabajado para que el vino sea tratado como se merece. Barreda, un hombre de consenso comprometido sin descanso con la defensa de esta tierra, ha conseguido el compromiso del presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, de sacar adelante una ley con el máximo acuerdo posible y que respete el vino.
Nosotros, y cualquier ciudadano de bien, estamos a favor de combatir la venta y el consumo de alcohol por menores de edad. Y cualquier acción del Gobierno en este sentido es loable. Pero pensamos que se debe trabajar en un doble sentido: por una parte evitando y persiguiendo la venta de alcohol y la publicidad orientada a menores y, por otra, promoviendo medidas educadoras orientadas a los menores y al conjunto de la sociedad sobre el consumo, diferenciando las bebidas alcohólicas, de origen natural, de las procedentes de destilación, partiendo siempre y sobre todo de un claro estudio de la situación actual.
A estas alturas nadie va a discutir que el vino es una bebida natural que tiene alcohol en su composición, pero éste es uno más de los cientos de componentes descubiertos en el vino. Contiene además vitaminas, antioxidantes,minerales, aromas, polifenoles, etc, en perfecta armonía después de un proceso natural de fermentación. El vino ha sido ensalzado y valorado como un producto natural por grandes autoridades científicas desde Hipócrates, Pasteur: (El vino es la mas sana e higiénica de las bebidas) hasta Fleming: (La penicilina cura, pero el vino hace felices a las personas). También está reconocido como componente importante de la valorada dieta mediterránea y está avalado por un consumo que se remonta a más de 3.000 años
Creo que al vino hay que discutirlo menos y apoyarlo más. España es el primer país productor de vino, tenemos en nuestro catálogo las mejores variedades reconocidas en el mundo; contamos con la mejor tecnología e instalaciones bodegueras (donde Castilla-La Mancha es un ejemplo) y hoy, más que nunca, tenemos un colectivo de reconocidos enólogos que hacen que hoy se esté elaborando mejores caldos que nunca.
Estamos ofertando los mejores vinos, tenemos la mejor relación calidad/precio posiblemente del mundo, y reuniendo todas estas cualidades nos preguntamos porqué ha descendido tanto el consumo del vino.
Resulta curioso que en este debate parecen quedarse al margen otras bebidas alcohólicas, que son las verdaderas causantes de los estragos del alcoholismo. Mientras año tras año el consumo de vino baja el de estas bebidas sube. Pero la pregunta es muy clara y la respuesta también: ¿Es el vino el causante de los problemas de alcoholismo?. Evidentemente no. Por lo tanto sería conveniente no hacer tanto ruido, enredar menos alrededor de este sector y aprender a lanzar sobre él más mensajes en positivo.