Hace unos días algunos amigos acompañamos a Pedro Ruiz. Un periodista del diario El Mundo le entrevistaba para hacer un reportaje sobre personas nacidas el 18 de julio de 1936. Pedro Ruiz, hoy jubilado, fue un importante sindicalista de Comisiones Obreras (CC OO) que puso en marcha el sindicato en Castilla-La Mancha. Pero no adelantemos acontecimientos. Pedro quiso enseñarnos en Puertollano el Lugar 1 y el Lugar 2.
El año 1962 se reorganizaron en Puertollano las Juventudes Comunistas y el Partido Comunista de España. También nació CC OO, gracias a un grupo de trabajadores de la Sidero Metalúrgica de Peñarroya (SMMP) y la Empresa Nacional Calvo Sotelo (ENCASO). Hay que recordar que en dicho año hubo una huelga general en la comarca relacionada con la conflictividad en España. El 9 de mayo pararon los mineros. Al día siguiente se sumaron los trabajadores de ENCASO y los de pequeños talleres del metal, fundición, construcción, etcétera. Las peticiones de los huelguistas eran diversas pero destacaba la reivindicación de 150 pesetas diarias de salario. Por eso se conoció popularmente a este conflicto laboral como la “huelga de los treinta duros”.
El diario falangista Lanza no incluyó una sola noticia de la huelga, aunque se ocupó con profusión de las fiestas de mayo y de los festivales de España en la localidad. Pero el día 21, sin noticias anteriores al respecto, se incluyeron dos artículos. El primero, titulado “Puertollano y su responsabilidad”, lo firmaba el propio director, José Gutiérrez Ortega, factótum del falangismo en la provincia. Primero hacía la típica propaganda sobre la obra de Franco en Puertollano. Después afirmaba que se había hecho con miles de millones de pesetas que procedían “de las industrias vizcaínas y guipuzcoanas, de los telares catalanes, de los sueldos de cientos de miles de empleados y funcionarios, pero principalmente, de las naranjas valencianas, de los aceites andaluces, de los trigales castellanos, etc.”. Y terminaba con la advertencia de que “todo lo justo se conseguirá por el camino de la ley, todo en cambio se perderá colocándose al margen de ella”.
En el segundo artículo el redactor jefe, Cecilio López Pastor –que había sido delegado provincial de Prensa y Propaganda de FET y de las JONS– recordaba las visitas de Franco a la localidad, la importancia de ENCASO, la producción y la preocupación del Régimen por el bienestar de los productores. O sea, la habitual cháchara en la controlada y censurada prensa del momento, que generalmente enmascaraba la realidad y adulaba constantemente al dictador.
Por tanto, la primera “comisión obrera” de la provincia y de la región nació en 1962 en Puertollano al calor de la movilización y estuvo formada por Manuel Caballero Vigara, Andrés Cejudo Cano, Francisco Huete Trapero, Antonio Ruiz Fernández y Pedro Ruiz García. A partir de ese año CC OO empezó en la comarca un proceso de desarrollo que tuvo un punto álgido en 1966 gracias al triunfo de sus candidaturas en los jurados de empresa de la SMMP y de ENCASO. Incluso dos hombres de Comisiones, Pedro Ruiz y Antonio Luna, consiguieron la presidencia y la vicepresidencia de la Sección Social del Sindicato Vertical de Combustible de la comarca.
Es conocido que CC OO practicó desde su fundación la estrategia del “entrismo”, es decir, intentó cambiar la situación social desde dentro del Régimen, con la pretensión de utilizar la propia estructura del Sindicato Vertical. Su influencia y actividad aumentaron en Puertollano pero los castigos y las detenciones también, sobre todo durante los años 1970 y 1971 como resultado de la represión ejercida contra los participantes en las movilizaciones acaecidas con motivo del cierre de las minas de Hullera del Centro. El gran movimiento desarrollado en Puertollano no impidió su cierre y, además llevó a la desarticulación de CC OO. Se produjeron detenciones en marzo, septiembre, octubre y noviembre de 1970 y a comienzos de 1971. En el primero de los años entraron en la cárcel al menos 28 obreros de la comarca y en los meses de abril y junio del siguiente más de 20. Otros, como Pedro Ruiz, huían por la sierra al exilio francés.
Con sus ochenta años, Pedro Ruiz sube hacia el Lugar 2 con paso decidido y sin muestra de cansancio. Cuando llegamos podemos ver un espacio entre rocas con abundante vegetación y desde el que se divisa una vista impresionante. Allí, con menos vegetación, se reunían los trabajadores de CC OO en clandestinidad, hasta doscientas personas llegaron a participar en alguna asamblea, dice Pedro. Enfrente, en otra elevación del terreno, está el Lugar 1, que utilizaban los afiliados al Partido Comunista para sus reuniones.
Ambos lugares son muestra de una época de represión y falta de libertades, cuando los trabajadores tenían que esconderse para defender sus derechos y sus reivindicaciones. Hay que recomponer los sueños rotos, dice Pedro Ruiz, y recuerda que fue detenido hasta en veintitrés ocasiones. Se considera todavía soñador, romántico y sentimental y, además, desea seguir ayudando a los jóvenes a luchar por una sociedad equitativa.
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
Una Historia que también recuerda a Lech Walesa y la lucha por los derechos de los trabajadores en la Polonia comunista llevada a cabo por el sindicato Solidaridad.
!80 años tiene ya Pedro Ruiz¡ Por su agilidad, simpatía y optimismo le calculaba un lustro menos. Gran tipo Pedro Ruiz.
Magnífico artículo, Isidro.
Interesante articulo de nuestra historia, me pregunto si se pueden ubicar esos lugares de alguna manera, con otras fotos, explicación o coordenadas
Buen artículo «as always» – como siempre, amigo Isidro.
Lecciones de historia para no olvidar dónde estábamos, donde estamos ahora y, hacia dónde nos encaminamos si no somos capaces de dirigir nuestro destino.
Avisados estamos.
Gracias Isidro!!
«No necesitamos saber ni ‘cómo’ ni ‘dónde’; pero hay una pregunta que todos debemos hacernos siempre que comenzamos algo: ‘¿Para qué hago esto?'».
Paulo Coelho.
Muy buen articulo, pero veo un problema importante. dónde se quedó ese interés en la lucha por defender los derechos laborales y humanos. Perdido, desaparecido. En este momento los trabajadores no se tienen que esconder para organizarse y luchar, simplemente no entienden que tengan que hacerlo.
Nos hemos adaptado de una manera preocupante a la situación de injusticia que sufrimos.
Vaya por delante mi agradecimiento al autor del artículo por recordarnos que hubo un tiempo en que existían auténticos sindicalistas que defendían a los trabajadores. Otra cosa es lo que entonces se entendía por lucha obrera o sus motivaciones.
Me sorprende leer que en la feroz dictadura franquista, en el año 1962, se produjeran en España huelgas generales. En las mismas fechas, allá por Rusia y aledaños no había huelgas generales. No debía hacer falta. Aquellos eran los paraísos comunistas que nuestro ilustre historiador admiraba desde una cómoda distancia. En España se estaba más calentito.
Me hace gracia que intitule al diario Lanza como «falangista». Claro, para la lucha proletaria ya había otras publicaciones. Medios de propaganda que el fiero dictador ferrolano… también consentía.
También me resultan curiosas las admoniciones publicadas en el diario Lanza: no os quejéis puertollanarras, que vuestra industria la pagan vascos y catalanes. Qué poco han cambiado las cosas.