A Antonio, de11 años las jirafas le han dejado impresionado. Nunca había visto una de cerca y de todos los animales que vio en su visita al zoo de Madrid ha sido este mamífero africano de cuello largo el que le ha dejado sin palabras.
Carmen, de 10 años estaba emocionada con su excursión al Corral de Comedias de Almagro: era la primera vez que se subía a un autobús. Antonio y Carmen (los nombres son ficticios para preservar su intimidad) son alumnos de 4º y 5ºde Primaria de los colegios Doctor Limón y Cervantes, dos colegios públicos de Puertollano en los que Fundación Repsol, en colaboración con Ayuda en Acción y con la participación del Complejo Industrial de Repsol, está desarrollando un proyecto integral de atención a la infancia. Un programa que también se está realizando en el colegio Menéndez Pelayo.
Un proyecto ambicioso que persigue, nada más y nada menos, que transformar la realidad: promover la igualdad de oportunidades de 300 niños y niñas de tres colegios situados en barrios vulnerables de la ciudad,donde existen problemas económicos, socioculturales y de integración, y luchar contra el absentismo escolar.¿Y cómo se puede conseguir algo de tal calado?. Construyendo una propuesta transformadoraque ayuda a los colegios a ser agentes del cambio y pensando a largo plazo.
En este curso el programa ha tenido tres líneas principales de ayuda en los colegios Doctor Limón y Cervantes. La primera, el material escolar: todos los niños han tenido libros desde el primer momento, algo básico para que los centros educativos puedan comenzar su trabajo. La segunda, garantizar un desayuno escolar de calidad a todos los niños que lo necesitan en los dos colegios. De media, unos setenta niños han acudido a los desayunos. Para prestar el servicio de restauración se ha contado con el centro especial de empleo de la fundación Fuente Agria de Puertollano, Emplealia.
Y un tercer eje de este programa, desarrollado por Fundación Repsol y Ayuda en Acción, ha permitido la realización de actividades complementarias de ocio y tiempo libre en las que los niños y niñas han podido convivir con otros niños y “conocer mundo”, potenciando su inclusión social. No hay más que dar una vuelta por las páginas de Facebook de los colegios Doctor Limón y Cervantes para ver que la lista de actividades extraescolares que han desarrollado este curso es muy amplia, con excursiones de calidad que sin este programa no se hubieran podido desarrollar, como la visita al zoo de Madrid y el “tour” del estadioSantiago Bernabéu del Real Madrid, la excursión a las Tablas de Daimiel o al Museo del Teatro de Almagro y una obra de teatro en el Corral de Comedias. El programa de Fundación Repsol y Ayuda en Acción también se ha desarrollado en el colegio Menéndez Pelayo de Puertollano, con una línea de ayuda para material escolar y deportivo y otra para actividades extraescolares, que ha permitido a los chavales, entre otras cosas, disfrutar de un campamento de dos días.
Contar con la perspectiva de salidas extraescolares de calidad ha sido un acicate para mejorar el comportamiento de los alumnos “tener la opción de premiar su buen comportamientocon actividades tan interesantes nos ha ayudado mucho en el día a día del centro”, comenta Jesús Manuel Muñoz, director del colegio Cervantes.La experiencia ha sido muy positiva, afirma Marcos López Montero, director del colegio Doctor Limón “este programa ha sido una bocanada de aire, nos ha ayudado a avanzar y a plantearnos actividades y propuestas que han sido muy positivas”.
Una iniciativa de los colegios que ha sido un éxito para niños y familias ha sido el taller literario, en el que se han adentrado en el mundo de la poesía, escribiendo sus poemas y perdiendo el miedo a expresarse en público. Como broche del taller los alumnos hicieron un recital de poesía en el Museo Municipal de Puertollano. Entre los factores positivos “colaterales” de este programa ha sido el ir contando con una mayor colaboración de las madres en el proyecto educativo de los centros, algo más arraigado en el colegio Cervantes en otros cursos pero que en el caso del Doctor Limón ha ido tomando fuerza este año.
Sin duda, el factor indispensable para el balance positivo de este primer curso de aplicación del programa ha sido la implicación y entrega de los profesores y equipos directivos, que va mucho más allá del cumplimiento de su trabajo. “Estamos hablando de niños, que merecen todas las oportunidades, como cualquier niño del mundo, de derechos universales y de valores, eso es lo que intentamos aplicar en la educación en nuestros centros en el día a día. Son niños que merecen una oportunidad, como todos los niños del mundo”, señala López Montero.
Después de la reunión celebrada en Puertollano para hacer balance de este primer curso del programa de atención a la infancia, Javier Inclán, director del área Social e Institucional de Fundación Repsol, se mostraba muy satisfecho de la valoración de los equipos directivos “este programa está en el centro de lo que queremos desde Fundación Repsol, que es contribuir a la mejora y al progreso sostenible de la sociedad, generando valor a través de la energía social. Se hace desde el día a día, sembrando para el futuro y generando un movimiento social, en el barrio, en las familias, para producir un cambio que mejore la vida de estos niños”. Inclán destacó la entrega de los directores y profesores así como el papel de Ayuda en Acción, la ONG con la que Fundación Repsol desarrolla este programa en Puertollano, que aporta su trabajo y su experiencia en proyectos de atención a la infancia. El proyecto se desarrolla en Puertollano en colaboración con el Complejo Industrial de Repsol “estamos muy satisfechos del balance, es una acción en la que estamos encantados y orgullosos de poder colaborar, gracias a la sensibilidad de Fundación Repsol, en una iniciativa que puede ser motor de cambio en una zona vulnerable de nuestra ciudad”, indicó el director del Complejo Industrial, José Luque.
El propósito del proyecto de apoyo a la infancia en España, a corto plazo, es paliar necesidades básicas y contribuir a fomentar una educación en valores. A medio plazo, se busca que los colegios se conviertan en movilizador social del barrio y generen oportunidades que permitan a las familias salir de la situación de vulnerabilidad.
