La consejera de Fomento del Gobierno de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, ha defendido hoy ante los propios usuarios del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) la necesidad de “abandonar debates estériles que no conducen a ninguna solución” y “avanzar ya hacia alternativas reales y verdaderas” a una infraestructura, el propio trasvase, que a su juicio está condenada al fracaso debido a la reducción significativa de las aportaciones en la cabecera.
Elena de la Cruz ha expresado durante un foro dedicado al agua organizado por el diario ABC y que ha contado con el patrocinio del propio SCRATS su convencimiento de que “Europa nos va a dar la razón” en los diferentes frentes abiertos por el Gobierno de Castilla-La Mancha en relación con el río Tajo. Por eso, ha dicho, “hay que buscar alternativas ya” porque de lo contrario, la comarca del Segura tendrá el mismo problema que tiene ahora mismo la cabecera. La titular de la Consejería de Fomento ha afirmado que la postura del Gobierno regional no es una propuesta de clausura inmediata al trasvase, pero sí ha indicado que las aportaciones reales de Entrepeñas y Buendía al acueducto con el Segura no deberían superar en la actualidad los 100 hectómetros cúbicos anuales si se cumpliese el caudal ecológico del Tajo. La media anual ronda los 350 hectómetros derivados.
La consejera ha respondido a cuantas cuestiones le han planteado los numerosos asistentes del ámbito del propio SCRATS asistentes al foro, indicando de manera directa que “no se puede perpetuar algo de lo que no hay”, en referencia a las escasas reservas de la cabecera, que disminuyen con el paso del tiempo y que han descendido a la mitad desde la apertura del propio trasvase. Por eso ha pedido “inteligencia” para proponer soluciones de futuro “acordes con la realidad, de manera que ofrezcan soluciones para todos”.
Elena de la Cruz ha manifestado que el problema para querer perpetuar el funcionamiento del trasvase en lugar de otros mecanismos que a día de hoy empiezan a ser competitivos es que “el agua del Tajo es casi regalada”. En relación a este asunto ha expresado el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha de apoyar iniciativas de subvención del agua desalada en las zonas áridas españolas “igual que se está subvencionando el agua del trasvase”. “Lo que no se puede consentir”, ha dicho, “es que un problema de dinero propicie el destrozo al que se está sometiendo al Tajo”. Según datos que ha aportado otro de los asistentes al Foro, Juliá Álvaro, existen desaladoras como la de Torrevieja que están introduciendo 30 hectómetros cúbicos en el sistema cuando podrían producir 60 e incluso 120 aplicando leves correcciones de carga energética. Elena de la Cruz ha incidido en este argumento, manifestando que hace 25 años no existía ni la conciencia ambiental ni la tecnología para obtener agua dulce desde el mar “en cantidad, de calidad y a precios competitivos”, procedimiento que sí es posible desarrollar y generalizar en la actualidad.
En relación a la cifra de 400 millones de euros que desde el Gobierno de la comunidad de Murcia se asegura que se ha pagado en compensación por los trasvases durante los 37 años que lleva en marcha la infraestructura, la consejera ha rechazado por incierta esa cantidad, asegurando que es un montante que se emplea “muy a la ligera” y cifrando en una media de 3 millones anuales unas aportaciones que no se han cobrado además en su integridad. “A veces se cobra y otras no”, ha indicado. En cualquier caso, ha añadido, “lo que queremos es agua” y que “el Ministerio cumpla con algunas inversiones que llevamos muchos años esperando como la red de Morillejo, para asegurar el abastecimiento a los municipios de la cabecera”.