Manuel Valero.- Ahora que estamos en plena reedición de la Memoria, la que llaman Histórica, que en Ciudad Real es la revisión tardía de la huella franquista en el callejero, solventada ya la «estatuaria» casi siempre al modo ecuestre, comm,il faut, conviene recordar algunos olvidos sonoros que han macerado en el tiempo y que sin embargo, uno, no acaba de entender.
Esta misma tarde me paseaba bajo la lluvia a recaudo de un paraguas generoso por el parque Pozo Norte de Puertollano. Yo lo conocí como un arrabal casi insalubre y ahora lucía en mi paseo con ese verdor tan propio de lo húmedo. Y de manera natural, de la misma manera que la tierra verde se empapaba de lluvia, fui asociando ideas hasta dar con el autor de semejante metamorfosis. Fue un alcalde de Puertollano, nacido en Argamasilla de Calatrava, llamado Ramón Fernández Espinosa. Posiblemente a muchos jóvenes de la ciudad no les suene el nombre y en parte la culpa la tienen los mismos socialistas que han venido gobernando el municipio desde 1979 sin solución de continuidad. Y aquí aparece la primera e incompresible paradoja.
¿Cómo es posible que una persona, que ostentó el cargo de primer regidor democrático después de la larga noche dictatorial, que volteó Puertollano empezando por los barrios y siguiendo con la gran acometida del centro, que firmó los proyectos de urbanización y ornato más espectaculares, que murió en plena madurez… no tenga en la ciudad que gobernó por tres legislaturas una calle, una plaza, una esquina, un rincón, un modesto frontispicio en alguna parte, máxime cuando, ya digo, ha sido y es el PSOE, el partido que rige el destino puertollanero desde el año feliz de 1979 hasta los mismos presentes memoriales o desmemoriados?
Me acordé que en Valdepeñas, el primer edil vinatero fue Esteban López Vega del Partido Popular. Y como fue el primer alcalde democrático durante varias legislaturas y gestionó y gobernó y falleció, y forma parte de la pequeña gran historia valdepeñera, pues el municipio le erigió una estatua que fue inaugurada por el alcalde socialista Jesús Martín (qué tiempos). Apareció en la prensa, claro. Como ha aparecido la reunión de la comisión recordatoria de la Memora Histórica capitalina. Tanto recordar (penar) para morirse uno, versionando al célebre poeta, Miguel Hernández, que por cierto pernoctó en Puertollano como así se encargan de recordar los mojones esquineros de la historia.
Puertollano recuerda a Miguel Hernández, que está fenomenal, es más, de obligado recordatorio, pero olvida a su primer alcalde elegido libremente por el pueblo tras la muerte de Franco. ¿Y qué habrá hecho el susodicho Ramón Fernández para merecer tal olvido? Por cierto, Puertollano, como Ciudad Real con su Escuela de Arte y Oficios, recuerda al director manchego, Pedro Almodóvar, que es un curioso caso de sobrevaloración extrema por mucho que lo quieran en la Francia intelecta, dando su nombre al Auditorio que mandó construir… el alcalde olvidado, sí.
Un olvido incompresible que uno se resiste a creer que obedece a esas razones perrunas y pegajosas de la condición humana, pero que no encuentra en su especulación sino un gran desafecto, un profundo desagradecimiento, una inexplicable indiferencia hacia un regidor histórico con sus luces y sus sombras (de las que nadie está a salvo), cuya gestión empequeñeció a todos sus sucesores, ninguno de los cuales, tuvo el detalle de honrar su memoria; ni los regidores ni el partido al que pertenecía. Ramón Fernández Espinosa, el alcalde que le dio legitimidad democrática al cargo después de un paréntesis de cuarenta años, que se encontró una ciudad y dejó otra… no tiene quien lo recuerde en Puertollano, ni aquellos que corrieron raudos a bautizar el Auditorio con el nombre de un experto burlador de la Hacienda pública entre sicavs patrias y sociedades panameñas. Uno se resiste a creer que es nativo de una ciudad que no incluye en su pequeña gran historia a uno de los suyos, porque es incapaz de entender tanto injustificado olvido, mucho más sonoro cuando se aventa con tanto acento la Memoria Histórica y se alimenta paradójicamente el breve alzheimer de un solo nombre.
Hace tiempo que fui consciente que: «A rey muerto rey puesto».
La gloria dura como dice Sabina » lo que duran dos peces de hielo en un whisky onda the rocks»
La onda se ha colado, sería ON, perdón.
Debo precisar un error. El proyecto de dotar a la ciudad de Puertollano de un «cinturón verde» no fue idea de Ramón Fernández sino de su primer sucesor, Santiago Moreno, como tiene registrada la pequeña gran historia local. Queda dicho y a cada uno lo suyo.
Estaba leyendo el articulo a la vez que hacia memoria. En efecto, el parque se realizo en tiempo de Santiago, no de Ramón.
Buenísimo artículo.
Para que unos recuerden otros tienen que olvidar, apaleando la Historia y el justo merecimiento de aquellos que de verdad sirvieron a sus semejantes.
El primer alcalde de la democracia, sí, ¿ y qué? Acaso en cada uno de los ocho mil municipios del país es de obligado cumplimiento erigir una estatua, calle o avenida a su primer alcalde democrático que , no olvidemos, es solo una circunstancia de tiempo y lugar.Fernández Espinosa, que en paz descanse, presidió las sesiones del pleno del ayuntamiento de Puertollano hace solo 30 años. Quien lo haya olvidado es que es un desmmoriado que necesita una pastillita y no una placa pegada en la pared. Y, de todos modos, ahí nos ha dejado a su yerno,Emiliano García Page de legado. Peor destino corrieron los miles y miles de alcaldes republicanos fusilados y represaliados. Esos sí que merecen una placa que los recuerde. Los demás, como Espinosa han hecho lo que se supone que debe hacer un alcalde : mejorar sus condiciones de vida.
Tienes razón merecen una placa y mi padre nada más llegar quito el monumento de los caídos franquista y en el 79 (importa la fecha) hizo un monumento a los caídos y fusilados por Franco
Pedro Almodóvar tiene pocos homenajes, merece muchos más por ser el cineasta más solido de este nuestro país de envidiosos. Y en su faceta de defraudador de hacienda que sea perseguido y condenado hasta sus últimas consecuencias. Pôr favor, no mezclemos churras con merinas para encubrir nuestras fobias por eso de que aprovechando que el sena pasa por París…
Luego su viuda si tiene quien le escriba.
La memoria selectiva, estimado paisano Manuel, se realiza cuando como en este caso, se hace un panegírico a una persona,
que por una amnesia calculada de estos mismos, mantienen a miles de republicanos todavía en las cunetas patrias.
Aquí en este pais de cainitas, tampoco se hacen homenajes al gran poeta Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pablo Neruda, por no tener, no tenemos en nuestra patria a los insignes presidentes de la República Española, Antonio Machado, y tantos que me faltarían caracteres para terminar, en fin… un abrazo de paisano desde la ciudad sangrante y endeudada de Puertollano.
Que levante la mano el primer alcalde democrático de los 8000 y pico municipios del país, y que aún esté vivo y coleando, que no haya contratado a dedo o con pruebas hechas a la medida del futuro contratado, al 95 por 100 de sus empleados públicos. El que la levante y lo demuestre, que se le coloque un monumento esculpido por un gran escultor, cueste lo que cueste. ! Qué poquitos! Pongo 30 euros para sufragar los gastos de la estatua. Palabra.
Como mérito a apuntar en el expediente de Fdez Espinosa yo destacaría el no haber presidido procesión alguna, en estos tiempos de pasteleo con la jerarquía católica por las Maytes y demás faunas políticas, es de agradecer que hubiera gente en años tan duros como los primeros de la democracia que cumpliese con la aconfesionalidad del estado.
Mi primer maestro,en 1° que es cuando empece la básica.
Soy hijo de ese hombre que siempre se consideró hijo de un minero, que recordaba su época de panadero y albañil con orgullo y que creía en un mundo más justo para los parias del mundo, que pensó primero en el pino, en las seiscientas, en las barriadas de la gente humilde «hay que darles calles, agua y luz, tienen que tener derecho a vivir como las personas del paseo» Y LO HIZO dedicó su primera legislatura a eso… y su vida diría yo.
En esa época de insultos en la calle de los partidarios del antiguo régimen no había muchos a su lado, pero al calor de las mayorías y de la popularidad si hubo después muchos novios que ahora lo esconden, lo quieren enterrar después de muerto porque lo que quieren es esconder su mediocridad
No era perfecto tienes razón tuvo claros y oscuros pero ahí está su obra que alguien mire un rincón de Puertollano y verá su mano…
Hasta los que inauguraron proyectos suyos como la estación del AVE y el AUDiTORIO le negaron la invitación a estos eventos…
No digo esto desde la rabia ya pasó, no desde el enfado también desapareció, lo digo desde la tristeza, aunque ya enfermo siempre nos dijo que una vez muerto no importan los reconocimientos ni las buenas palabras es triste que alguien como él (haya caído en el olvido) fomentado por sus propios compañeros de partido
Le agradezco que usted a quien no tengo el gusto de conocer haya dedicado unas palabras a su recuerdo…
Haría muchas obras, puede ser, pero cargarse el gran teatro entre lo poco grandioso que teníamos en la ciudad, no fue lo más acertado de su gestión, por muchas jardines, acometidas, y parques que hiciera en zonas desfavorecidas.