Eusebio Gª del Castillo Jerez.- Roberto Gamonal, miembro de Unos Tipos Duros, una iniciativa en la red dedicada a divulgar la teoría y el conocimiento de la tipografía, e integrante de la asociación Familia Plómez, dedicada a recuperar material antiguo de imprenta para ponerlo en uso desde un punto de vista actualizado, ha impartido esta mañana la ponencia «Trabajar con tipos de plomo y madera en plena era digital» en la Escuela de Arte Pedro Almodóvar de Ciudad Real.
Durante la charla, este profesor de universidad, además de diseñador gráfico, ha disertado acerca de la tipografía artesanal, «la clásica, al estilo Gutenberg, con los tipos de plomo y de madera» que poco a poco se están recuperando y reutilizando para desarrollar proyectos de diseño de manera contemporánea.
Volver a atrás, a trabajar con las manos, utilizando procesos artesanales y huir de la asepsia, la limpieza y la pulcritud del ordenador, que aboca a la perfección. Éstas son las motivaciones por las que recurrir a la vieja tipografía, en la que se introducen varios elementos «azarosos»: Además de trabajar de forma artesanal, «prima la importancia matérica de los tipos de plomo y de madera, del propio papel, de la huella que deja, etc.», explicaba Gamonal.
El proceso, señalaba, es parecido al del grabado artesanal. «Lógicamente no tiene nada que ver con diseñar un cartel con ordenador, que puede llevarte unas horas mientras que, de esta forma en la que no sólo se diseña sino que también se imprime, es necesario dedicarle días. No hay control+z, no hay cerrar documento, todo esto mancha mucho y es un proceso laborioso, aunque gratificante», añadía. La personalización, la autenticidad de la pieza artesana, las tiradas limitadas o que ninguno de los materiales creados sea igual a otro, son características de la tipografía artesanal.
Gamonal se referido a «una especie de moda» procedente de Estados Unidos denominada letterpress, «lo que viene a ser impresión tipográfica», que ha sabido conservar este conocimiento y sus técnicas y ponerlo en el «candelero» de nuevo. Queda por ver si se trata de una moda pasajera o de si se afianzará, «porque la producción de estos materiales es más cara que en offset o en digital», matizaba.
Las aplicaciones de la tipografía artesanal van dirigidas a un diseño en el que se valora no solo lo que se ve, sino también lo que se toca. Sectores que utilizan cartelería o invitaciones, especialmente para bodas, «donde se busca algo especial con papeles muy gruesos», son los que más demandan este tipo de trabajos.