Con el objetivo de mejorar la productividad y los resultados de la empresa, así como la calidad de vida, dentro y fuera de la empresa, la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Puertollano celebró el pasado jueves un taller de mejora de la productividad, que dio el director de SMI-LMI Ciudad Real, 
Gustavo García, quien tras presentar brevemente su empresa, multinacional con más de cuatro millones de clientes, pasó a desarrollar los cuatro pilares de la productividad: AAR, metas, habilidades de liderazgo, modificación de hábitos y auto motivación, para entregar después a cada inscrito un planificador de aprendizaje, como herramienta de mejora, incluyendo modificación de hábitos y gestión del tiempo.
El recién elegido nuevo presidente de AJE Ciudad Real, Rodrigo Caballero, asistió al comienzo de este taller para animar a los participantes, entre ellos el presidente de AJE Puertollano, Jesús Ruiz Mozos, a beneficiarse del mismo y de las actividades de AJE.
Este taller, similar a otro en curso en AJE Ciudad Real, se marca ambiciosas y tangibles metas, para conseguir mejorar la productividad, sus resultados y ventas, pasando de una gestión de “crisis permanente” a otra de efectividad y proactividad, descubriendo las bases y fundamentos de cómo mejorar el rendimiento, productividad personal, aumentar la calidad de vida dentro del trabajo, y reducir las horas laborales.
El taller busca mejorar el control de los negocios, obtener la sensación de logro y de dominio, la habilidad de fijarse y conseguir metas personales, valiosas y predeterminadas, aprender a planificarse de forma eficaz e inteligente y ayuda a trabajar de una forma más planificada y no ir a salto de mata, trabajando más tiempo sobre actividades de alta rentabilidad.
Con las enseñanzas aportadas, los alumnos del curso, entre ellos el presidente de AJE Puertollano, Jesús Ruiz Mozos, tienden a encontrar 2 ó 3 horas al día para trabajar en metas y actividades de alta rentabilidad, detectan y cambian algunos condicionamientos mentales para realizar mejor algunas tareas, mejorando la calidad de vida dentro y fuera del trabajo, reduciendo estrés y aumentando el tiempo libre para la persona, familia, aficiones y amigos.
Entre las singularidades de este taller destaca que dentro de dos semanas, y un mes después de celebrarse, tiene lugar una reunión grupal para ver la evolución, asentar conceptos y la trayectoria deseada, así como una reunión personal con cada alumno para afianzar lo aprendido, dentro de un proceso evolutivo que no tiene un fin temporal concreto y que pretende evitar desviaciones de los objetivos marcados.
Cambios del día a día
La mejora de la productividad implica ser más disciplinado en la planificación, cambiando la forma de gestionar el día a día y algunos condicionamientos mentales para realizar mejor tareas y la motivación, lo que mejora la calidad de vida, reduce el estrés y aumenta el tiempo libre
El taller trata de llevar todo a la acción, no se trata de formación, que si no se aplica se olvida, ya que la metodología lleva hacia el cambio, a conseguir modificar formas de trabajo no productivas, que retienen y exigen demasiado esfuerzo y poco beneficio.
