La Asamblea Nacional finlandesa, cuando todavía era un ducado dependiente de Rusia, instituyó en 1906 la igualdad, con la aprobación del sufragio universal y la presentación de candidatas a las elecciones. Las finesas fueron así las primeras mujeres europeas en poder votar y ser elegidas. Por eso, en las que se celebraron en 1907, además de la práctica del sufragio universal, resultaron elegidas 19 mujeres.
Es preciso recordar que en España las mujeres no pudieron votar hasta 1933, cuando tras intenso debate fue aprobado ese derecho en el Parlamento republicano, aunque sí pudieron presentarse por vez primera en las elecciones de 1931, cuando resultaron elegidas Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken.
El 6 de diciembre de 1917, poco después de la Revolución bolchevique en Rusia, Finlandia declaró su independencia y en 1918 el país experimentó una breve pero tremenda y amarga guerra civil. Los finlandeses utilizan muchos nombres para referirse a ese conflicto, todos válidos para los historiadores: Guerra civil, Guerra de clases, Guerra entre hermanos, Guerra de la libertad, Rebelión de los minifundistas, Rebelión roja e, incluso, Revolución. Pero a la guerra civil siguió una democracia y a los pocos años, tras los procesos electorales correspondientes, los perdedores estuvieron en el Gobierno.
Eso, evidentemente, no ocurrió en nuestro país pues a la guerra civil siguieron cuarenta años de sangrienta dictadura. Franco fue un asesino, entre otras muchas cosas, un criminal todavía homenajeado en España. Escribía el profesor Vicent Navarro hace unas semanas en ese sentido lo siguiente: “¿Cómo puede España definirse como un país demócrata, cuando tiene un monumento a tal asesino y el Estado supuestamente democrático (que no significó una ruptura, sino una adaptación) no haya hecho nada? ¿Se imagina un monumento a Hitler en Alemania o a Mussolini en Italia? Esta situación debiera ofender a toda persona con sensibilidad democrática, sensibilidad que, a la luz de los hechos, parece muy poco desarrollada en los establishments político-mediáticos de España. Así de claro” (“El enorme coste del olvido histórico”, Público.es, 7-1-2016).
El historiador Paul Preston dice que hubo tras la guerra “un plan de exterminio”. En la opinión del hispanista británico, a diferencia de otras confrontaciones civiles, aquí los vencedores no tuvieron voluntad de reconciliación. “Al contrario, había un plan de exterminio. Solo hay que leer los documentos del general Mola, que proponía eliminar a los que no pensaran como ellos” (El Periódico de Aragón, 12-4-2011).
Cuando en España se deja constancia de los asesinatos cometidos durante la dictadura del general africanista los nostálgicos del franquismo recurren frecuentemente a la guerra con el afán de justificar lo injustificable. Durante la guerra hubo crímenes en ambos bandos, muchos más en el nacionalista o franquista, según han puesto de manifiesto las investigaciones de los últimos lustros, que han echado por tierra la machacona propaganda franquista. Desde luego, en el mundo académico se conocen los crímenes de ambos bandos y se han escrito cientos de libros sobre unos y otros. Pero una cosa los diferencia. En el caso republicano hubo crímenes por desbordamiento, desde abajo, generalmente sin la aprobación del gobierno, que recondujo la situación pasado el verano sangriento de 1936. Sin embargo, en el lado nacionalista los crímenes respondieron a un terror inspirado desde arriba, desde el propio mando, desde el propio gobierno rebelde.
El terror franquista se perpetuó cuarenta años gracias a una “legalidad” que negaba derechos básicos en un Estado de derecho: asociación, expresión y reunión. Además, como indica el historiador Manuel Ortiz (Historia del Presente, nº 3, 2004, pp. 203-220), “La violencia política será exclusiva del Estado pero con ella se incitó a sus bases a una labor de acusación y control de los derrotados. Esta colaboración tácita o abierta de muchos ciudadanos y de las autoridades locales amplió las bases y el consenso del régimen. El franquismo engrosó sus apoyos y extendió por medio de la fuerza la paz pública: es lo que se ha dado en llamar la cultura de la delación. El franquismo pretendió evitar con una feroz persecución la reorganización futura del oponente político. La represión se hizo para el presente y para el futuro. Por eso decimos que la violencia fue un elemento estructural del franquismo. Así, en términos generales, la represión fue mucho más sistemática y mayor en número en los escenarios donde los conflictos sociales habían sido más intensos”.
No hay, por tanto, memoria histórica selectiva. Hay trabajos serios de investigación que tratan la represión republicana y la represión franquista o nacionalista. Pero la guerra terminó en abril de 1939 y la represión continuó al menos hasta 1975, como muestra la viñeta de Le Monde que acompaña a este artículo. Fue, como expresó el escritor Meliano Peraile en una de sus obras, Lo que fuera mejor nunca haber visto. Memorias 1939-1955 (1991). Y eso, algunas personas no quieren verlo.
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
Ojalá y en este país lo tuviésemos tan claro como en el resto de la Europa civilizada. Es que no tiene ningún sentido que en 2016 se sigan manteniendo símbolos de una dictadura por todas partes y cadáveres en las cunetas. Por eso, cuando se recurre a la frase «atado y bien atado» se deja claro que en este país la Transición no fue sino una reconducción de la dictadura a la «democracia» sin pasar por el agua y el jabón…
El PP (AP en su día) se formó con quienes deberían haber abandonado la política por «salud democrática», en ayuntamientos, diputaciones, Cortes etc etc siguieron los mismos, luego han seguido sus hijos y sus nietos, y viendo algunos ejemplos, parece que no han pasado los años y seguimos en plena dictadura (fotos de redes sociales con el saludo fascista, fotos con banderas anticonstitucionales, celebraciones del golpe de estado de Tejero etc etc).
Y lo más injusto es que se califique de frentistas a quienes queremos sacar a los familiares de fosas comunes o cunetas. Sobre todo por quienes no vivieron el enfrentamiento o fueron parte del sistema dictatorial y se beneficiaron de sus prebendas. O, peor aún, por quienes ejercen el neofascismo de manera brutal en las redes calificando de comunistas a cualquiera que pida justicia social.
O hay un verdadero arrepentimiento y una disculpa real, basada en hechos palpables, o el conflicto seguirá vivo hasta que hayan desaparecido más generaciones.
Preparate, Ya mismo viene el Demente a emponzoñar, a contar historias de rusia hace 300 años y demas gilipolleces
Bueno, ya que nos han dado el toque por emponzoñar, hagamos política de silencio y no responder.
Yo ya he dicho lo que tenía que decir y creo que es justo.
Aun no ha comentado, debe estar en el bar de desayuno…en cuanto se siente en su puesto de trabajo empezará jajajaja
LOL
Lo peor es que la propaganda franquista fué tan fuerte y tan ferrea, que a dia de hoy siguen arraigadas autenticas mentiras historicas en el inconsciente colectivo de mucha gente.
Ya es hora de poner las cosas encima de la mesa y contar las cosas como fueron.
Y no es revanchismo, es justicia.
Hola, aquí el cazador.
El artículo es bueno, pero no entiendo el querer hilar Finlandia con Franco.
Finlandia fue invadida por Stalin con la aquiescencia de Hitler, esa fue una guerra muy sangrienta que acabó en tablas. Por un tiempo Stalin y Hitler (los extremos se tocan) fueron aliados, en Polonia, en la invasión de los países bálticos y en la invasión soviética de Finlandia. Fueron tan aliados, que cuando Hitler invade Noruega, los buques de guerra alemanes se emplazan en las bases navales soviéticas del Báltico. Cuando Hitler invade la URSS, el schok de Stalin fue tremendo por la traición del aliado. La invasión de Finlandia por la URSS conllevó su expulsión de la Liga de Naciones.
El sufragio universal femenino en España contó con la oposición de la izquierda. El acceso de la mujer al sufragio conllevó la victoria de la CEDA. Existe un mito, falso, de que la izquierda marxista era partidaria del voto feminino, de hecho se opuso, sus augurios se cumplieron, el voto de la mujer (conservador y católico) hizo ganar a la CEDA las elecciones.
En relación con la represión de Franco, tuvo la duración de la dictadura, casi cuarenta años. Él fue el que ganó la guerra, él hizo sus ajustes de cuentas.
Franco lleva muerto casi 41 años, tratar de resucitarle para ajusticiarle es absurdo. Ya lo hace la Historia, y si hablamos de Historia, entonces ésta ha de condenarle obviamente, pues todo dictador, lo merece.
El Estado fue incapaz de resolver los graves problemas de seguridad que padecían los españoles (levantamientos militares, revoluciones en Asturias, quemas de templos, asesinatos de matones de ambos bandos, etc.).
Franco confundía su persona con el Estado, y el Frente Popular confundió el Estado con los Partidos.
Fue la debilidad del Estado el que desencadenó el conflicto tal como apuntó en sus memorias el presidente republicano Alcalá Zamora.
Si el Estado no fue capaz de imponerse al ejército y a los partidos revolucionarios, salvaguardando la seguridad en las calles y campos, no ha de extrañar que la barbarie fuera cometida por los totalitarismos de uno y otro bando.
La revisión de los acontecimientos pertenece en exclusiva a los historiadores, la sociedad española decidió superar tras la dictadura tanto la larga dictadura como los desmanes del Frente Popular (nótese que el Partido Comunista, el único que hizo verdadera oposición a Franco, tuvo un pobre resultado en sus primeras elecciones en democracia).
La sociedad española no tiene que revisar nada más, a lo sumo, garantizar el entierro de cuantas víctimas aún no han sido sepultadas, y superar el odio que se siguen teniendo algunos españoles entre sí.
El resto es estrictamente juicio histórico, que corresponde oligopolizar únicamente a historiadores y a la sociedad civil en su conjunto, con exclusión de partidos y asociaciones políticas, porque éstas violan el espíritu de superación del conflicto que llevaron a cabo las generaciones que padecieron tanto la guerra como después la dictadura.
He dado razones, cualquier ataque personal por ellas, sólo compromete el nivel de respeto, que yo me obligo a respetar igualmente, de quien lo realice.
El artículo está bien, pero ha de someterse a la crítica razonada de quien no lo comparta, o precise.
Otro tanto, cuando me toca a mí escribir artículos.
UDAAA, HOBBES Y JOB
Por evidenciarnos por nuestras repetidas faltas de respeto recíprocas, y dar tan mala imagen, yo os propongo:
POR MI PARTE ME LIMITARE A COMENTAR ESTRICTAMENTE EL ARTÍCULO.
NO RESPONDERE A NADIE Y EXIJO QUE NADIE HAGA MENCIONES PERSONALES DE NADIE EN SUS COMENTARIOS.
Para ello,
INDIFERENCIA EN LOS COMENTARIOS
NINGUNA REPLICA A LOS COMENTARIOS DEL ADVERSARIO
NI CITARLE EN LOS PROPIOS
Es tan bochornosa la imagen que se dá, que yo asumo mi vergüenza y emito mis disculpas públicas.
BASTA YA!!
Antes la indiferencia, que es educada, que esta imagen tan penosa.
Por respeto a los articulistas y al medio.
Hobbes proponía esa indiferencia indirectamente sobre mí, a mí me parece estupendo y sanísimo. Yo haré gustoso lo mismo.
LO QUE ALGUNOS NO QUIEREN QUE VEAS
Resulta extraño que después de cuarenta años de represión franquista los represaliados continuaran vivos. No hace mucho, don Ángel Romera nos presentaba a la Tía Roja de Rajoy, Maria Brey. Muy afecta ella a los rojos, y muy próxima a su jerarquía, sufrió una «depuración» que consistió en una plaza de blibiotecaria en Huelva. Otro ferozmente represaliado, que también visitó los predios de este digital, fue Tierno Galván. La depuración de este último fue más sibilina: una cátedra de Derecho Político en la Universidad de Murcia. Pero el sadismo franquista con Tierno no acabó ahí, pues se le concedió otra cátedra en la Universidad de Salamanca.
La represión del bando rojo es calificada como aislada, desordenada, limitada en el tiempo… En fin, cuatro locos y exaltados. Resulta extraña esta aseveración cuando se conoce el hecho de que Giral, presidente del gobierno republicano, procediera a armar a los sindicatos el diecinueve de julio del treinta y seis. Imagino que los sindicatos y sus masas obreras utilizarían los fusiles para acabar con la precariedad laboral, pero nunca para la represión. Otro dato que desmiente esa desordenada represión roja es la muy bien organizada red de checas donde se «corregía con mucha belleza» (dicen ahora los cursis bolcheviques), donde se asesinaba (digo yo), en cantidades industriales tanto a los del bando opuesto como a los del propio (olvidada represión esta última por los memorhistoricistas). Una enorme maquinaria de terror que funcionó durante todo el conflicto a pleno rendimiento. La represión del bando rojo fue desempeñada con rigor y ferocidad por los partidos políticos y sindicatos del Frente Popular, y fue auspiciada y dirigida por los órganos oficiales del Gobierno.
Nadie ensalza la figura de Franco, ni niega la represión franquista. Muchos inocentes sufrieron condenas y muertes injustas, pero junto a ellos fueron condenados criminales del peor jaez: ¿Es igual Juan Peiró que Agapito García Altadell?
«Ni yo ni nadie que conociera, ni los dirigentes hicimos nada para impedir los asesinatos e incendios. El silencio, la cautela o la indiferencia fueron la actitud general, especialmente de los que después se desgañitaban asegurando que si la CNT no hubiese cometido tantas barbaridades habríamos ganado la guerra. Hablando de represión, hemos de emplear la primera persona y no la tercera. Callar es también una manera de hacer. Y todos callaron. No creo que esto fuese en general producto del miedo, sino de la indiferencia, derivando de la convicción íntima de que en bloque las víctimas se lo merecían, cuando menos porque, de haber vencido, habrían actuado como los incontrolados. De hecho, allí donde podían, lo hacían, pero controlados» Victor Alba (Sísifo y su tiempo, 127).
Don Victor Alba, seudónimo de Pere Pagès i Elies, no fue precisamente un aguerrido fascista y un franquista vocacional.
Resulta fácil hablar de los «represaliaditos» que vivieron. Habla un poco de los 111.000 muertos después de la guerra, majo, que esos sí que no pueden hablar nada. Cómo se nota que a ti no te han echado tierra encima.
¿Por qué se enoja tanto conmigo, don Ángel? ¿Acaso le he insultado o le he faltado al respeto?
Dice usted 111.000 muertos después de la guerra, ¿y por qué no 227.000?, ¿o 500.000?
Por último, señáleme usted un sólo comentario mío, en el cual haya escrito que los familiares no tienen derecho a recuperar los cuerpos de sus muertos y darles digna sepultura.
Mi enojo responde al hecho de que todavía alguien pueda pensar que hubo «reconciliación» tras la guerra civil. En Finlandia, por ejemplo, la hubo, no en España. También en Estados Unidos; en esos casos hubo verdaderas guerras civiles, no conspiraciones de millonarios contrabandistas y asesinos, militares codiciosos y más africanos que africanistas, curas tridentinos, carlistas amantes de los uniformes y algún que otro fascista despistado que creía vivir en el siglo XVI. El número 111.000 es el de ejecuciones y sacas arbitrarias realizado después de la guerra civil en estimación de historiadores norteamericanos.
Si usted sigue negando lo evidente y diciendo que hubo reconciliación, recibirá siempre respuestas como estas, al menos de mí. La derecha usó la ETA para negrar esa ETA que fue el terrorismo de Estado hasta entonces, y miró siempre a sus muertos de la dictadura con la misma veneración con la que miramos a los cuantos a los mucho más numerosos de los muertos por la democracia, para los cuales no ha habido nunca ningún monumento en España y ni siquiera una tumba decente.
Mi abuelo fue represaliado por el frannquismo al final de la guerra por ser hijo de un alcalde socialista, al que se le absolvio porque fue uno de esos olvidados de la Memoria historica que pudo salvar la vida de los que no pensaban como el en el pueblo.
Sin embargo algunos falangistas no perdonaron sus ideas y aunque no fue a la carcel cuando se dedico a su empresa le pusieron trabas administrativas.
Nunca nos hablo de la guerra pero un dia escuche de niño a mi padre que el abuelo nunca renuncio a ser socialista, pero reconocio que la guerra empezo cuando mucho antes de iniciarse se empezaron a quemar las iglesias, cosa que creo que no pudo impedirse en su pueblo, aunque pudieron salvarse las vidas de los religiosos y gente de derechas, ocultos por mi bisabuelo.
El hijo de uno de esos llevo a ser gobernador civil de Badajoz, y la empresa de mi abuelo tuvo que emplazarse en Ciudad Real donde nunca tuvo problemas (se dedicaba a la contratas de obras publicas).
Esa fue la represion que vivio la familia de mi padre.
Hubo un vecino de su pueblo que tuvo que salir de España muriendo en Mauthausen, creo de CNT, con delitos de sangre en retaguardia.
La Historia de una guerra civil es muy guarra.
La verdad es que ni nos importa tu tio, ni nos importa tu abuelo.
Lo digo porque ya has repetido la historia varias veces y aburre (si es que alguien ha continuado leyendo tras la primera linea) 😀
Un tio de mi padre aun hoy sigue siendo falangista y lleva el mismo negocio de mi abuelo.
Ya ves, el no tuvo que mudarse y los socialistas siempre le dieron obras en la Diputacion de Badajoz.
Eso es superar una guerra.
En fin, que parece que no hay que sufrir una represion, para poder hablar de ella.
Lo mas logico es olvidar el mal que te hicieron, cuando en la mayor parte de los casos, son mezquindades humanas con excusa politica. Ese hijo que llego a ser gobernador civil nunca le perdono a la familia de mi padre que un rojo le salvara la vida al suyo.
Pues claro. En todas las familias españolas había gente de uno y otro bando. Y con el transcurrir del tiempo, los de uno y otro bando, hasta se casaban y se reproducían. Y la gente se reconcilió, y los que de verdad padecieron la guerra, no anhelaban ni a la República ni a Cristo que la inventó, sólo querían paz, pan y trabajo para sus hijos. Porque conocieron los horrores de la guerra, no alentaban odios. Y ahora, tenemos que aguantar que niñatos que no conocieron el franquismo y mayores con malas intenciones aventen inquinas y odios mucho tiempo ha olvidados.Si es que es todo tan absurdo…
Lo que no se recuperó fue la decencia. Léete la dedicatoria de San Camilo 1936 de Cela. E intenta buscarla en los sinvergüenzas que nos gobiernan, majo. O «Censor», que es la hipócrita manera en que te llamas. Censores eran los curas capones de posguerra a los que tanto admiras.
La peor herencia de un sistema fascista son los amorales y los nihilistas. De los nihilistas vienen los ninistas. Así de sencillo.
Por demás, eso de matar con capuchón de pseudónimo ya lo he visto antes.
Los ninis han sido adoctrinados por un resentimiento social que es resultado del materialismo filosofico, donde el marxismo y su lucha de clases y la ideologia de genero y su lucha entre generos, son los adoctrinadores.
Yu si que intentas adoctrinar pero fastidiate, que no solo no lo consigues, que encima haces el ridiculo 😉
Udaa tanto te cuesta serme indiferente?
No has tenido suficiente ya?
Quieres que me ponga a tu altura?
Yo siento vergüenza ajena. La tienes tu?
Claro que había en todas las familias muertos y represaliados de ambos bandos y por supuesto que sobrevivieron como pudieron y con el menor rencor posible, ¿ es que quedaba otra alternativa? Pero el miedo al terror dejó plomo en las alas ( recordar a Blas de Otero en el centenario de su nacimiento no viene mal) y mucha cobardía y sumisión a varias generaciones. Incultura, miedo , desolación y atraso del que nunca nos recuperaremos. Era necesaria una guerra civil? Por Dios que no.
Ni tampoco es necesario seguir negando de manera tan necia la injusticia que se sigue cometiendo con los miles de muertos que siguen en fosas comunes y cunetas.
Que el PP y sus acólitos sigan negándoles el descanso en tumbas a los españoles fusilados es lo más ruín que se puede hacer.
La Guerra y la dictadura acabaron ya, pero el desprecio al bando de la libertad por parte de los «vencedores» sigue siendo una auténtica vergüenza para España.
Somos el único país de Europa que sigue rindiendo culto a su dictador en calles, plazas y Valle de los Caídos y negando la dignidad a los que sufrieron el golpe de estado y la posterior guerra.
No hay justicia en España. Con este tema, ninguna. Al menos hasta que TODOS descansen en el cementerio.
Luis:
Franco no fue la causa. Franco y el franquismo fueron la consecuencia. Una siembra de odio como la realizada por la izquierda y los nacionalistas, sólo podía resultar en una cosecha de sangre: la Guerra Civil. Resultado, por cierto, apetecido por sus criminales promotores. Si terror te parece el vivido durante el franquismo, asómate a la historia de las repúblicas populares soviéticas y conocerás lo que «el bando de la libertad», los «demócratas» del Frente Popular nos tenía reservado. La represión, entonces, se hubiera mantenido hasta el año 1989. Pero entonces no hubiera sido denunciada por los memohistoricistas. Es más, nunca hubiera existido; tal es su afán por cambiar la historia, de mudar sus crímenes por épicas y justas conquistas.
Todo es un embuste. Y algo que es construido sobre una falacia, tiene como resultado un fraude; un timo y una estafa de graves consecuencias.
Algunos datos económicos:
A la muerte de Franco, España era el décimo país más rico del mundo por PIB según el Banco Mundial y la novena potencia industrial según la ONU; la tasa de paro era del 3’74% (500.000 parados) según el INE, y la deuda pública alcanzó en 1975, año de la muerte de Franco, su mínimo histórico con un 7,3 del PIB.
Empiezas mal si empiezas hablando del odio. España era una democracia, con grandes fallos, pero una democracia que fue fulminada por un glpe de estado militar. A partir de ahí, sobran milongas.
Lo de luego…
http://ecodiario.eleconomista.es/politica/noticias/7148727/11/15/Paul-Preston-desvela-como-Franco-logro-enriquecerse-y-controlar-a-sus-colaboradores.html
¿Y a la salida de la guerra civil, majo? ¿Qué nivel económico teníamos comparado con el de la II República? ¿Cuantos años tardamos en conseguir ese nivel económico? Yo se lo diré: veinte años de miserias provocados por una guerra civil provocada por los militares cuya misión era proteger al pueblo, no exterminarlo. Imagínese qué nivel económico y cultural tendríamos ahora de no haber sufrido esa guerra civil que no solucionaba ningún problema y los agravaba todos.
Franco (o más bien los españoles) se beneficiaron de las ayudas de Estados Unidos, del turismo y de los trabajadores emigrantes que volvieron a traer (más bien, a engenderar de nuevo) el dinero que los ricos improductivos se habían llevado a Suiza y demás y se negaban a repatriar (los casos de banqueros como Pujol y el del Banco de Bilbao, creo, son solo unos cuantos entre otros, casi siemrpe apellidos catalanes y vascos, por cierto). Franco lo único que hizo es hacerse rico robando el dinero que cierto personaje, como ha descubierto un libro reciente, había donado a España. No le otorgue méritos que no posee a un genocida: haría lo mismo que hacen Breivik en Noruega adorando a Hitler y otros a Stalin y Mussolini. Porque eso es lo que hace, ni más ni menos.
Por demás, qué bueno ha sido el título del artículo: Algunas personas no quieren verlo. Censor y Ángel Manuel andan a tientas por el laberinto de sus prejuicios. Y lo hacen porque no quieren abandonarlos: sus prejuicios son su misma esencia, su mismo yo. Ellos son los prejuicios.
Nosotros vemos que unos recuerdan y que otros tienen que olvidar.
No es prejuicio, es juicio.
Mira lo que ha pasado en Criptana.
Por alusiones, Censor, te respondo: gracias por esforzarte tanto y gastar tantas palabras en defender lo indefendible. Fue un golpe de estado , un atentado de lesa humanidad ideado por unos militares destinados en África a quienes les llenaron de privilegios y que , en vez de irse de putas con su exceso de tiempo libre, se dedicaron a joder bien jodidos a una República Democrática, repito : REPÚBLICA DEMOCRÁTICA.
En cuanto a mi alusión a ti, Luis, no es más que un comentario en respuesta a otro tuyo previo. Y no hay nada que agradecer, Luis. Tú, con menos palabras que yo, dices una mentira enorme: la República era democrática. Claro, claro. Y Hitler era un amigo de los judíos.
La R.D.A. de Hocnecker y la Stasi tambien fue una Republica Democratica.
Por cierto, Censor, que resulta enternecedor ese afán tuyo en hacer apostolado de los grandes ¨logros¨¨ de franco. Pero inútil. Para conseguir adeptos a tu causa tendrías que irte a la cama con una izquierdista. Lo digo porque tengo un amigo encantador y de izquierdas. Pues bien, este buen chico – bien es verdad que con pocquito carácter- se casó con una ppera nostálgica de Franco, gracias a los sermones que le daba su abuelo, y hete aquí que la lagartona en cuestión – más mala que Cruella de Vil, más allá de su ideología- ha conseguido lo que parecía imposible : ! mi amigo defiende al PP , incluso la corrupción de Rita Caloret!. No te digo más…
El golpe de Franco y los fulanos que le acompañaron fue lo más ignominioso de la Historia de España. Y mira que Tuñón de Lara nos cuenta innumerables ignominias.
Lo que fue ignominioso fue como Franco acabo liderando la sublevacion, no era el mejor ni tampoco debia no ser controlado.
Lo mejor de Franco? Para mi, que con el se podia llegar a ser clase media. Hoy es realmente dificil.
¿Y qué es lo mejor de Hítler, hein? ¿Que era vegetariano?
Que ejecutó el plan de inversiones en infraestructuras de los socialdemocratas alemanes.
Algo semejante a la ejecucion del plan de aguas de Franco, diseñado por la Republica.
Lo mejor? SIN SECTARISMOS.
¿Las infraestructuras que tiraron abajo los bombardeos de los ingleses, hein?
No, las que utilizaron rusos y demas aliados para ocupar mas rapidamente Alemania. Los tanques iban echando leches por esas autopistas.