Eusebio Gª del Castillo Jerez.- El color naranja, un muro de ladrillo y la potente luz del mediodía son los tres elementos que, conjuntados, dan sentido a la exposición fotográfica de David Hornillos inaugurada esta noche en Alumbre. Un trabajo que el autor ha desarrollado a lo largo de cuatro años, exclusivamente en las horas centrales del día. De ahí que el proyecto lleve por título ‘Mediodía’, pero también por el escenario, pues ese mismo nombre fue el primero de la Estación de Atocha, enclave donde fueron tomadas las instantáneas.
El muro de ladrillo aparece en todas las imágenes de la exposición y del fotolibro homónimo. «Funciona como una especie de imán que atrae a todo ser vivo que circula a su alrededor, atrapándolos», señala David Hornillos, que destaca el carácter «hipnótico» de su obra, a medio camino entre la realidad y la ficción, que trata provocar en el espectador «un estado mental muy particular».
Como las páginas del libro, los paneles donde se exponen las fotografías en Alumbre se han teñido negro, un color que resalta aún más, si cabe, la intensidad de un naranja que narcotiza y permite vislumbrar el universo onírico de ‘Mediodía’, poblado de extraños seres sin más en común que estar enredados en una cegadora telaraña de ladrillos.
«Acudía en las horas centrales del día buscando las imágenes del concepto que quería desarrollar», comenta el autor. Preguntado por alguna historia de los personajes que protagonizan las instantáneas, explica que no las hay. «Las personas son anónimas, lo que me interesaba era transmitir sensaciones, emociones…» En concreto, aclara, «la sensación de estar atrapado en una especie de estado mental del que no puedes salir. Todos los personajes están como dando vueltas sin sentido,pegados a ese muro que también funciona de telón de fondo donde la vida alrededor se asemeja a una performance«.
El fotolibro que compuso con las imágenes del proyecto resultó finalista en del First Book Award 2014 de MACK, lo que le sirvió para publicar su obra en la editorial Dalpine. Un trabajo que, además, ha resultado nominado al mejor libro del año en el Photobook Festival Kassel. Después de la parada en Ciudad Real, la exposición viajará a París.