Ángel Luis Colado.- Tras la publicación de los presupuestos de Castilla-La Mancha para 2016, realizando una lectura detallada de los presupuestos del área de gestión cultural de la Junta (el área encargada de las actividades relacionadas con las artes escénicas), y comparándolos con los de 2015, me gustaría aportar dos reflexiones para intentar aclarar que papel la Viceconsejería de Cultura en nuestra región.
En la comparación con pasado año el presupuesto ha aumentado un 22%. Sin embargo ese incremento no se ha destinado al programa estrella del departamento, el Circuito de Artes Escénicas, sino que se ha destinado a la Fundacion Cultura y Deporte, una Fundacion opaca de la que nada sabemos los ciudadanos. Con casi dos millones de euros de presupuesto, la fundación no tiene siquiera una página web donde se informe de su actividad, de su organización, de sus funciones, ni por supuesto de su presupuesto. Parece por tanto que la fundación es el espacio ideal para poner en marcha una política caracterizada por la falta de criterios y la falta de definición de las líneas de actuación, la falta de participación de los agentes culturales, y la total opacidad y falta de información.
El Circuito de Artes Escénicas que en sus tiempos era la·”joya de la corona” de la “política cultural” de la Junta, ha pasado de 1.100.000 € en 2015 (en 2010 el presupuesto estaba por los 3.000.000 €) a unos engañosos 1.250.000 € en el presente ejercicio. Engañosos, porque de este presupuesto cerca de 500.000 € son para pagar el déficit de la pasada temporada, por lo que el presupuesto real del programa se reduce en más de un 30% sobre un ya raquítico presupuesto. El Circuito a día de hoy se ha convertido tal y como advierten los presupuestos, en un programa de ayuda a la contratación de los ayuntamientos, en el que la administración regional ha renunciado a realizar política.
Corolario: No parece racional tener una estructura con un coste fijo de 1.300.000 € entre costes laborales y de material, para gestionar un presupuesto real en torno a los 500.000 €, puesto que el resto lo gestionan la Fundacion Cultura y Deporte, y los ayuntamientos implicados en el Circuito de Artes Escénicas.
Interesante. Era (lo comentábamos en la tertulia de La Fragua) y por lo visto «es» bastante común que los partidos políticos utilicen fundaciones opacas para lavar el dinero de su autofinanciación, en especial algunas sospechosas ONGS que se nutren de la casilla alternativa a la del impuesto religioso. Por eso recomendaba yo, hasta que eso se aclarase (si es que se puede aclarar algo en este tenebroso país) que se diese dinero a la Iglesia: al menos así sabemos hacia dónde va nuestro dinero (que tampoco es que la Iglesia informe mucho, que digamos).
Por demás, haría bien la cultura en dejarse de «joyas de la corona» y financiar grupos y proyectos pequeños y humildes en vez de ambiciosos y costosísimos montajes. La historia ha demostrado que eso siembra y hace crecer más que lo otro.
Por demás, la caracteristica más repetida de la política cultural en Castilla-La Mancha es precisamente esa: la repetición. Nuestros dirigentes culturales tienen la imaginación y el ancho de banda cerebral de una medusa. Siento decirlo, pero es así.
Si los 14/millones de euros que gastó la RoRo en el auditorio en ruinas se hubieran gastado en autobuses y entradas al Auditorio Nacional, al Teatro Real, al de la Zarzuela, al Calderón, al de la Latina etc etc, Ciudad Real tendría una vida cultural maravillosa.
Pero no, había que hacer el Auditorio Nacional en Ciudad Real,aunque luego no hubiera dinero para llenarlo de contenido.
A veces los políticos son el enemigo a batir…En las urnas.
Hay que ser un poco mås listo y darse cuenta de algo muy simple: a la cultura se va, porque siempre es más barato que traerla.
Es cierto, hay que financiar lo pequeño y local, pero también fomentar el ir a donde la Cultura se escribe con mayúsculas. Y a eso se va. Porque hay montajes que económicamente son imposibles de hacer en cada ciudad.
Y es que, con la mentalidad de RORO, y su lógica, ya tendríamos un Museo del Prado en los jardines del ídem, en vez de llevar a la gente al original.
Pero, claro, a ellos les luce más montar el suyo propio. Así nos ha ido. Por catetos.