Patricia Franco. Consejera de Economía, Empresas y Empleo.- El 5 de marzo celebramos el Día Mundial de la Eficiencia Energética. Una fecha que nos recuerda la importancia que tiene el uso racional de los recursos para avanzar hacia un modelo energético sostenible y respetuoso con nuestro entorno.
El cambio climático es con seguridad uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad en nuestros días. Por eso, es prácticamente una obligación el avanzar hacia un modo de producir y utilizar la energía que minimice las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Por el lado de la producción, Castilla-La Mancha hizo hace años un gran esfuerzo en la expansión de las energías limpias y renovables, que ocupan un lugar preponderante en nuestro “mix energético”. Lamentablemente, los cambios regulatorios que introdujo el Gobierno de España, frenaron en seco esta expansión. Por eso, desde el Gobierno Regional queremos dar un nuevo impulso a la producción de energía de una forma limpia y respetuosa con el medio ambiente.
En este sentido, nos sigue pareciendo difícilmente comprensible la decisión del Ministerio de Industria de no modificar el marco regulatorio para poder garantizar la viabilidad de la planta de ELCOGAS en Puertollano. Una planta tecnológicamente avanzada que minimiza las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Queda claro que hay mucho que hacer en lo que se refiere a la generación de energía, pero también tenemos mucho camino que recorrer desde el lado del uso racional de la misma. Éste y no otro es el objetivo fundamental del Día Mundial de la Eficiencia Energética. Y éste es un aspecto que ha estado abandonado en los últimos años en nuestra región.
Una de las soluciones que nos acercan más a ese uso eficiente de la energía es el autoconsumo. Una opción, la de producir con nuestros medios la energía que consumimos, que se ha convertido prácticamente en inviable con la normativa reguladora ideada por el Gobierno de España. Urge derogar el Decreto que establece la regulación del autoconsumo y sustituirlo por otro régimen que incentive y no dificulte esta alternativa, permitiendo a la sociedad disfrutar de sus beneficios.
Fomentar desde las administraciones un uso más eficiente de nuestros recursos energéticos es una necesidad. No sólo por la lucha contra el cambio climático, sino para aumentar la competitividad de nuestras empresas mediante el ahorro energético, así como para reducir costes también en los hogares y en las administraciones públicas.
Y en estos tres ámbitos hemos comenzado a poner en marcha medidas concretas para fomentar el ahorro y la eficiencia energética. Hemos aprobado tres órdenes con objeto de fomentar el autoconsumo, el ahorro y la eficiencia energética en empresas, ayuntamientos y hogares, que suponen una inversión de más de 3 millones y medio de euros en ayudas, y que fomentarán acciones como la renovación de alumbrado público, la adquisición de vehículos eléctricos, la mejora de procedimientos industriales o la realización de auditorías energéticas tanto a empresas como a ayuntamientos.
Las administraciones públicas son las primeras que deben dar ejemplo en este sentido. Por eso estamos preparando un Plan de Ahorro y Eficiencia Energética para los edificios públicos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con el que pretendemos conseguir una administración sostenible económica y ambientalmente.
Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha estamos poniendo las bases para avanzar en el camino del uso eficiente de la energía. Pero para obtener resultados relevantes debemos contar con el compromiso de todos. Por eso quiero terminar apelando a nuestra responsabilidad como consumidores para que, cada uno en nuestra pequeña parcela de responsabilidad, pongamos nuestro granito de arena que nos permita poder entregar a nuestros hijos un mundo al menos en las mismas condiciones que el que nosotros recibimos.