Jesús Millán Muñoz.- 0. Todo ser humano se pregunta sobre el bien moral y el mal moral. Diríamos que este es un tema eterno, y hasta dónde sabemos desde la noche de los tiempos… ¿la cuestión es si podríamos aclarar un poco, aunque sea muy sucintamente y en un esquema muy simple sobre el problema del mal…? ¿La cuestión es si podríamos alcanzar unos conocimientos más precisos dentro de la enorme complejidad de este problema?
1. El mal y el bien tienen distintas perspectivas, vertientes, áreas, dimensiones, concepciones, aristas, etc.
Partimos del hecho que todo ser humano, sea de un tiempo o de otro, de una época o de otra, de una cultura o de otra, de una edad o de otra se pregunta y analiza y enjuicia, sus actos y sus deseos y sus acciones y sus emociones, y también la de los demás… Diríamos que el problema del bien y del mal es una cuestión eterna…
Por otro lado, en el siglo veinte, el ser humano a nivel individual, o el ser humano en colectividad, o el ser humano individual o en colectividad bajo el paraguas de una bandera o una ideología ha hecho verdaderas crueldades, que no somos capaces de superar y de entender y de comprender. Y que pasan las décadas y no podemos comprender, ni entender…
Parece que el ser humano, se salve quién se salve, en general, tiene un mar interior lleno de bondad, pero también lleva dentro de sí un volcán lleno de dolor y crueldad y sufrimiento y angustia y pena y desaliento y violencia sin sentido…
Por lo cual parece que todo ser humano está en una lucha constante, consigo mismo, para ir dejando que crezca el bien dentro de si y se proyecte fuera de sí, y una lucha constante consigo mismo para poner límites a su mal y que éste no salga fuera de si mismo…
Quizás en estos temas hay mucha ignorancia, más de la que pensamos, más ahora, que la mayoría de la población no tiene suficiente formación ética y moral, y tampoco religiosa o ética religiosa mínima, a nivel teórico. Se salve quién se salve.
A menos moralidad correcta, todo individuo sufre más, toda la familia del individuo también más, la sociedad y las colectividades que forman la sociedad también, y posiblemente el Estado se debilita aún más…
2. Definiciones posibles del mal.
a) El mal o lo malo puede utilizarse como substantivo o como adjetivo.
b) Puede estudiarse el problema del mal, desde las ciencias sociales, y sería un concepto relativo a esos puntos de vista; o desde el punto de vista moral o ético; o desde la perspectiva metafísica u ontológica.
c) algunos piensan que los males relativos o personales dependen de un mal real general.
3. Teorías sobre el mal:
a) El mal no es una realidad separada o separable: forma parte de la única realidad verdaderamente existente (monismo), aunque sea lo que hay de menos real dentro de lo real. Esto sería el mal metafísico, aunque se puede presentar como mal físico o mal moral.
b) El mal forma parte de la realidad, porque sin él la realidad sería incompleta, el mal como un elemento necesario para la armonía universal. Esto lo defienden los estoicos.
c) El mal es el último grado del ser. Esta pobreza ontológica del mal es presentada habitualmente adscribiendo al mal todos los valores negativos o estimados negativos imaginables: ilimitación indeterminación, dependencia, pasividad, temporalidad, inestabilidad, materialidad, etc.
d) El mal forma parte de lo real, pero como una entidad que opera dinámicamente y contribuye al desenvolvimiento lógico-metafísico de lo que hay. Es el caso de Hegel.
e) El mal es el sacrifico que ejecuta una parte en beneficio del todo. Max Scheler defiende esta posición.
f) El mal es una falta completa de realidad, es pura y simplemente el no ser.
g) El mal es una apariencia, una ilusión, un velo que impide la visión del bien, identificado con el ser.
h) El mal se trata de una privación determinado. (Pueden existir diferentes variedades del concepto o realidad de la privación, cuando varias subteorías).
i) Teorías del dualismo radical, es decir, un dualismo basado en la suposición de que los dos principios radicalmente opuestos que existen en el universo: el del Bien y el del Mal.
Otras teorías sobre el mal de carácter muy general.
j) El optimismo.
k) El pesimismo.
l) El meliorismo, tanto en la forma de progresismo teórico como en la de la acción contra el mal efectivo y concreto. Voltaire.
m) El dualismo, según el cual el mal posee una cierta substancialidad y hasta en ocasiones es personificado y que por lo común termina por suponer que el bien triunfará sobre el mal.
5. El problema del origen del mal.
a) el mal procede últimamente de Dios o de la Causa primera.
b) el mal tiene su origen en el hombre o en ciertas de sus actividades.
c) El mal es consecuencia del azar.
d) El mal nace en la Naturaleza.
e) El mal nace de la materia.
f) El origen es otras fuentes.
g) Una combinación de las anteriores causas.
6. Distinguir entre el bien físico y el mal moral.
El primero es equivalente al sufrimiento o al dolor, el segundo es un tipo de padecer que no se identifica con el físico, aun cuando quien lo experimenta no se vea librado del mal físico, de ciertas alteraciones físicas.
A veces el mal moral es identificado con el pecado.
Leibniz dividió el mal en tres tipos: metafísico, físico y moral.
Otros autores señalarían tres tipos de males: el mal físico o de la naturaleza, el más humano o mal moral; tercero, el mal religioso o pecado.
7. El mal plantea el problema de cómo el hombre puede enfrentarse a él.
a) La aceptación alegre del mal, o mejor, la actitud que encuentra en el mal físico o moral una especie de satisfacción o complacencia. Tal actitud recibe el nombre de algofilia (amor al mal o a los males).
b) La aceptación resignada.
c) La desesperación.
d) La huida.
e) La adhesión. Esta actitud es muy excepcional, puede manifestarse cuando se supone, como ocurre entre los maniqueos, que hay una lucha entre las potencias del bien y las del mal. Cuando se admite que las fuerzas del mal son más poderosas que las primera, se puede asimismo declarar que lo mejor s plegarse a ellas, o si se quiere, reconciliarse con ellas.
f) La acción.
g) buscan que función tiene el mal en la organización del universo. Este problema surge si admitimos la infinita misericordia de Dios, cómo es que permite el mal, y por tanto, qué función o finalidad tiene el mal en la vida y en la economía de la salvación.
8. En enero, si no recuerdo mal se celebra o se recuerda el día de la shoah o del holocausto. Un día que la Unesco y la Onu nos recuerda en conmemoración de las victimas, millones de personas muertas en los campos de exterminios, millones de judíos, millones de otras personas de otras ideologías, etnias, condiciones sociales o psicológicas…
¿Pasarán siglos, si es que antes no repetimos otras acciones del mismo estilo o incluso más amplificadas, y no seremos capaces de entender el mal y la maldad que el ser humano, a veces hace o piensa o siente o desea o quiere o realiza o hace o construye o diseña…?
¿No podemos decir, que todos los seres humanos hagan esas acciones, posiblemente solo sea suficiente con un uno por ciento de la población, que dirigen y gestionan esas industrias del mal, realizadas en el siglo veinte, y en otros siglos, en todos los continentes, y no solo en Europa, y los demás, el resto de la población, por miedo o temor callan…?
¿Dentro de la filosofía el mal diríamos que tiene varios orígenes siguiendo a Leibniz, el mal físico o natural o de la naturaleza, el mal moral o del ser humano, y el cristianismo añade el mal sufrido por el ser humano por la tentación del maligno…?
9. Para terminar y dar siempre un aliento de esperanza, el Yad Vashem, que es diríamos un organismo del pueblo judío que estudia el problema del holocausto, también, si no recuerdo mal, estudia y analiza lo que llaman más o menos “no judíos justos o gentiles justos”. Es decir, personas que ayudaron al pueblo o a personas judías, para salvarles del mal, salvarles de la muerte, salvarles del exterminio. Y es reconfortante que en esa locura o vorágine de los campos de exterminio y de esa ideología que propició y organizó y gestionó ese mal, dicha organización creo que hasta hace unos años tenía la ficha y el nombre de unos “veinticinco mil no judíos o gentiles justos o justos de las naciones”. Esto a mi entender es importante, en una situación de locura colectiva en Europa, con una guerra mundial, como jamás hemos conocido los seres humanos, hubo al menos veinticinco mil personas, personas no judías que intentaron ayudar a judíos. Posiblemente habrá habido más, posiblemente existirán otras que se han olvidado sus nombres, y que intentaron ayudar no solo a judíos, sino a otras personas con otras ideologías, etnias, lenguas, culturas, etc.
Si olvidamos que existe el mal, es más fácil que lo repitamos, como diría Peguy y Blondel. Cambiarán las personas, cambiarán las banderas, cambiarán las circunstancias pero volveremos a hacer el mal. Esta es la cuestión. Si usted o yo hubiésemos nacido langosta o ballena o águila o molusco o mosca quizás no nos tendríamos que plantear el problema del mal, ni del bien, pero como usted supongo que es un bípedo implume racional, igual que yo, pues tiene que llevar sobre sí, el peso y el espejo del libre albedrío, de la voluntad, de la libertad, del bien y del menos bien… Buen día…
He disfrutado de su artículo. Estas son las cuestiones trascendentales que ignora lamentablemente la mayoría.
Sin capacidad de discernimiento, que es la herramienta de toma de decisiones, nos convertimos en esclavos de las pasiones.
El problema del mal es que es el mediaticamente el protagonista, el problema del bien es que es real y silencioso.
Hay que reprochar a los medios de comunicación que transmitan una realidad sesgada del bien que existe en ella.
No se puede ocultar el celemin debajo de la cama. Es reprochable que el cristianismo haya perdido su capacidad profetica como anunciador de las buenas obras, existe una falsa humildad consistente en creer que lo que debe ser una actitud personal, la humildad, haya de ser asumida como actitud comunitaria. El cristianismo debe anunciarse desde las azoteas.