El pasado jueves 11 de febrero se celebró en el Auditorio Municipal “Pedro Almodóvar” de Puertollano un concierto organizado por profesores y alumnos del Departamento de Viento-Madera del Conservatorio de Música “Pablo Sorozábal” de la misma localidad. Grupos muy variados de Música de Cámara hicieron las delicias del público asistente en la sala B del Auditorio durante algo menos de una hora y media.
Abrió el concierto un trío de profesores del Conservatorio con toda una declaración de intenciones sobre lo que sería la noche, ya que interpretaron dos piezas muy diferentes en estilo, un Menuetto de Wolfgang Amadeus Mozart y un Divertimento de Malcolm Arnold, y cuyas fechas de composición estaban separadas por casi doscientos años. En estas obras, compuestas para flauta, oboe y clarinete, la importancia de los instrumentos participantes se reparte equitativamente, lo que no impidió que la interpretación fuese muy nítida y con gran variedad de colores. El público demostró con sus animados aplausos que ya se había introducido en la atmósfera del concierto de la que no podría escapar hasta la finalización del mismo.
Para las “Cinco piezas en trío” del compositor francés Jacques Ibert, la flauta dejó paso al fagot, y pudimos disfrutar de esta hermosa obra de mediados de los años 30 del siglo pasado. El lirismo del que los intérpretes hicieron gala en el segundo de los movimientos de la pieza dejó sin respiración a todo aquel que tuvo la oportunidad de escuchar semejante música en la noche del jueves. Fueron cinco breves piezas pero de gran intensidad poética y virtuosística.
Seguidamente, dos jóvenes intérpretes de flauta interpretaron con el acompañamiento del piano una obra de Franz Doppler, su “Andante y Rondó”. Obra de gran dificultad en la que los tres intérpretes mostraron gran emotividad en el Andante y una gran destreza técnica en el Rondó. Otro dúo tomó el relevo, en este caso dos oboes que también contaron con el acompañamiento del piano. Nuevamente, el contraste estilístico fue notable, ya que este trio realizó una soberbia interpretación del concierto en Do Mayor RV 534 de Antonio Vivaldi.
Con esto se llegó al ecuador del concierto, y el siglo XX volvió a tomar el protagonismo de la velada, pero en esta ocasión con una obra jazzística compuesta por el navarro Pedro Iturralde. Fue su famoso tríptico “Memorias”, en su versión para cuatro saxofones y piano. La música española también tuvo cabida en el Auditorio cuando el quinteto de viento del Conservatorio interpretó con gran madurez dos movimientos de la Suite Española de Isaac Albéniz.
Finalmente, y a modo de propina programada, un cuarteto formado por dos oboes y dos flautas ofrecieron una interpretación rebosante de vitalidad de la conocidísima “Badinerie” perteneciente a la Suite Orquestal nº 2 de Johann Sebastian Bach. El publico agradeció con una larga ovación la calidad y la variedad del evento, el cual generó grandes expectativas sobre los futuros conciertos de música clásica que se puedan programar en el Auditorio Municipal.