Nota municipal.- Alrededor de las cinco de la tarde de este Miércoles de Ceniza, fiesta local en Miguelturra, la Peña La Cabra ha puesto en la calle, pese a la lluvia, el tradicional Entierro de la Sardina, con el que se llega al ecuador de una fiesta de carnestolendas, declarada de interés turístico regional, con lo que el Carnaval ha vivido, el momento de mayor «dolor y osadía» de la semana.
Familiares, amigos, conocidos y numerosos simpatizantes que sentían pena y dolor por tan sensible pérdida, se han sumado a la «consternación general», a una comitiva que se ha congregado, como es habitual, en las inmediaciones del Bar Ganadero.
El tiempo, lluvioso y ventoso, en este quinto día del Carnaval de Miguelturra, de igual modo, ha querido sumarse al cortejo fúnebre. Pese a la incidencia meteorológica, «teníamos claro que no se suspendía el Entierro de la Sardina, ya que en Miguelturra, nada se suspende durante el Carnaval», ha comentado el presidente de la Peña La Cabra y Rey del Carnaval Serafín Delgado.
Esta afirmación ha sido corroborada por la Concejala de Festejos y Cultura Ana González que ha valorado que pese a la lluvia, el viento y el frío, «el calor lo ponen los ciudadanos y ciudadanas de Miguelturra con su participación y presencia».
Pese a que es un día de duelo, se nota que «la gente esta disfrutando con respeto y alegría, así todos los días del carnaval», ha refrendado la concejala.
Aunque el Entierro de la Sardina, es el origen de los más impresionantes y penosos cuadros humanos que un mortal pueda contemplar en esta vida de lágrimas, sirve para que Don Carnal ceda paso a Doña Cuaresma, en Miguelturra aún queda mucho Carnaval que disfrutar hasta el próximo Domingo de Piñata, «ya que para mañana jueves se celebrara el cuarto concurso de Tu Careta Me Suena; la noche del viernes, los Concursos de Trajes «Museo del Carnaval» y de «Murgas y Chirigotas». El sábado será el turno para la Carrera de Mascaras, además de una practica de aerozumba de Airun Fitness, y el sexto concurso de «Drag Queen» y la primera «Drag Churriega» y la programación oficial de las fiestas se cerrará en la tarde del domingo, con el trigésimo sexto Concurso Regional de Murgas, Comparsas y Carrozas», ha recordado la concejala de Festejos
Por todo esto, González, que ha mostrado su «orgullo, por las gentes de Miguelturra, por las ganas de diversión que hay en todos los churriegos y churriegas, quienes hacen grande el Carnaval de Miguelturra».
Las Máscaras Mayores de este Carnaval, José Muñoz y Mercedes Rivas, junto a las del año pasado Dioscórides Martín de Lucía y Verónica Martín, han notificado que «todo esta resultando maravilloso en este reinado».
Han dicho sentirse «muy tristes ya que se esto se acaba, aunque estemos en el ecuador del Carnaval y tengamos más días par la diversión» y por ultimo, han asegurado que «donaremos al Museo del Carnaval el traje de ayer martes, realizado con los carteles de cada carnaval desde el año 1981».
Con ellos Máscaras Mayores de años anteriores y representantes de las dieciséis peñas que tiene el ‘Carnaval Churriego’.
De azul y plata, y llevada a hombros por cuatro jóvenes, la sardina ha comenzó su tradicional recorrido entre llantos, risas, y música carnavalera, con la compañía de dos «alegres charangas, que ayudaron a quitar las penas por tan lamentable pérdida», y a sortear su «hábitat natural», ante la mirada de los ciudadanos que salieron a la calle, con paraguas y a las puertas de sus casas, a despedir a la sardina, ya que su entierro es uno de los actos por excelencia de los carnavales de Miguelturra.
Centenares de personas acompañaron a Doña Sardina en su viaje sin retorno hacia la explanada de la Calle Rodeo, tras discurrir por las calles Toledillo, Tercia, para desde aquí, modificar el recorrido, con referencia a años anteriores, con lo que el desfile ha continuado por el aparcamiento del Pradillo de Clavería, para seguir por Esaú de María, Plaza de la Constitución, Plaza de España, Carnaval y Rodeo.
Nadie ha faltó para acompañar a Doña Sardina a su última morada. Cardenales, curas, monjas, señoras con pamela y altos tacones, prostitutas soportando el peso de su no deseado embarazo, sus chulos y gentes de todos los estamentos sociales, han estado presentes en el óbito de la sardina.
La mayoría enfundados en el luto riguroso, aunque también había alguno y alguna que «rompen con el negro», para acompañar con ropa de abrigo y, sobre todo, paraguas, entre los sollozos, ayes, pataleos, desmayos y penas de sus acompañantes.
Ya en la explanada de la calle Rodeo, se ha procedido a la quema de la difunta, que ha costado, como si no quisiera despedirse del Carnaval de Miguelturra, debido al húmedo ambiente
Posteriormente una vez consumida la sardina en las llamas de la hoguera, en la caseta de la Peña La Cabra, en el Pradillo de Clavería, se han asado unos 90 kilos de sardinas, que los dolientes degustaron, que han ayudado a recuperar fuerzas y a aliviar las penas.