El Hospital General Universitario de Ciudad Real del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha presentado hoy un protocolo diseñado por el servicio de Traumatología que resume los cuidados que el personal de Enfermería ha de prestar a los pacientes ingresados a los que se ha implantado una prótesis de rodilla.
El enfermero del servicio de Traumatología Juan Rodríguez-Guzmán ha sido el encargado de dar a conocer estas normas de actuación, que pasan sobre todo por lograr que disminuya el dolor que sufren los pacientes intervenidos y que recuperen cuanto antes la movilidad funcional.
Si la operación y el postoperatorio se desarrollan satisfactoriamente, las personas intervenidas permanecen hospitalizadas un máximo de 72 horas. El primer día se les retira la sonda vesical, al día siguiente se les practica la primera cura y al tercero se les da de alta si logran flexionar la rodilla noventa grados y presentan una buena reeducación de la marcha. La recuperación prosigue entonces de forma ambulatoria, acudiendo cada día a Rehabilitación.
Las sustituciones quirúrgicas de esta articulación se plantean para atajar los problemas que sufren cada día los pacientes con una rodilla artrítica, dolorosa e incapacitante. Con la intervención se persigue incrementar su movilidad, paliar el dolor y mejorar la función articular.