Francisco José Quiles Flor. Candidato a Rector de la UCLM.- Esta semana hemos visto cómo primero el Consejo de Representantes de Estudiantes de Cuenca (http://www.ciudadrealdigital.es/noticias/16892/Los/estudiantes/de/la/UCLM/en/Cuenca/dicen/NO/al/pucherazo/de/Collado) y después la Delegación Central de Estudiantes del Campus de Albacete han denunciado todo tipo de presiones para votar a Miguel Ángel Collado (http://www.eldiario.es/clm/estudiantes-Albacete-denuncian-presiones-Collado_0_481202164.html).
La gravedad de su denuncia alcanza hasta su necesidad de solicitar amparo al Gobierno y las Cortes regionales para que de algún modo intervengan ante las presiones ejercidas sobre nuestro colectivo más vulnerable.
Cuesta pensar que un Rector permita corromper los espacios docentes para presionar a nuestros estudiantes, defraudando de este modo no solo su confianza, sino la de sus familias cuyos impuestos intentan que sus hijos tengan un futuro mejor. Existen, naturalmente, mecanismos para proteger en estas circunstancias los derechos de nuestros jóvenes. Entre ellos, la apertura de una investigación por parte del propio Rector Collado sobre estas presiones e irregularidades así denunciadas que sea llevada por el Inspector de Servicios de la UCLM. Lamentablemente, ni lo ha hecho, ni, entendiendo que dichas acciones benefician a sus intereses, lo hará ante un Inspector que se pronuncia públicamente en un vídeo a favor de su proyecto en la página web de su candidatura (https://www.youtube.com/watch?v=vrB7pkfCZeE)
Ante esta situación absolutamente desquiciada, con un sector estudiantil sin amparo por parte de su propio Rector en funciones y, en último caso, acogotado por un aparato que no le deja respirar en sus derechos, ¿qué podemos hacer? ¿Puede, de verdad, un Rector procedente del ámbito jurídico ningunear y despreciar las seguridades de sus estudiantes sin proteger su independencia y garantizar su derecho a no ser presionados por algunos colegas que corrompen nuestra vocación?
Un Rector solo puede estar del lado de sus estudiantes, procurando medidas, reglamentos, titulaciones, servicios, etc., que, en definitiva, les lleven a una vida universitaria plena en valores, actitudes y conocimientos. Otra forma de hacer universidad es posible, donde esos valores y actitudes presentes en el gobierno de la institución nunca jamás en el futuro limiten y vulneren, como sucede en estos días, los derechos de nuestros estudiantes.
Contad con mi apoyo para que esto nunca jamás vuelva a suceder.