La utilización de la quimioterapia hipertérmica para el tratamiento del cáncer intraperitoneal pancreático ha sido esta mañana objeto de un curso impartido por la doctora Esther García Santos, especialista del servicio de Cirugía y Aparato Digestivo del Hospital General Universitario de Ciudad Real.
La quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC por sus siglas en inglés) es una técnica que permite aplicar la quimioterapia de forma intraoperatoria sobre superficies peritoneales para que actúe directamente sobre las mismas.
Se administra después de una cirugía de extirpación de toda la masa tumoral posible con el fin de intentar acabar con las células microscópicas que pueden hacer que se reproduzca el tumor. El adjetivo de hipertérmica obedece a que se aplica por encima de los cuarenta grados centígrados porque penetra mucho mejor en los tejidos para favorecer la muerte celular; es una temperatura elevada pero controlada, ya que unos pocos grados de más podrían perjudicar a las células sanas adyacentes.
Según explicó la doctora García Santos, el uso de la HIPEC está estandarizado para el tratamiento de tumores ginecológicos e intestinales, localizados en ovarios, colon o estomago, pero por el momento no está normalizado para atacar el cáncer de páncreas. Profundizar en esta aplicación es lo que ha llevado a esta especialista de Cirugía del HGUCR a dedicar los últimos tres años a desarrollar un proyecto de investigación en colaboración con la facultad de Medicina de la UCLM.
Además de este uso de la quimioterapia, el estudio aborda también el comportamiento de las células madre cancerosas, que son las que favorecen la progresión tumoral. La actividad de las células madre en los tejidos permite la autorrenovación y la diferenciación hacia las células maduras, pero se producen mutaciones que dan lugar a células madre tumorales, que son las que favorecen la progresión del cáncer.
Esta es la razón de que “cánceres como el de páncreas tengan tan mal pronóstico aunque se operen porque las células cancerosas vuelven a proliferar”, aclaró Esther García Santos, quien destacó los numerosos estudios e investigaciones desarrollados en las últimas décadas sobre estas células malignas con el fin de “determinar de qué forma podemos localizarlas y acabar con ellas”.
El curso, cuyo nombre completo es “Utilidad de la HIPEC mediante técnica cerrada con gemcitabina para la inhibición de la progresión tumoral en un modelo experimental de carcinomatosis peritoneal pancreática en relación a su comportamiento con células madre”, forma parte del programa de formación continua del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.