Cáritas Diocesana de Ciudad Real recuerda que todas las personas tienen derecho a buscar una vida mejor, a migrar de forma segura independientemente de su nacionalidad, con sus necesidades básicas y de acceso a información y asesoramiento cubiertos, adecuados y disponibles en los puntos fronterizos.
El Sexto Informe de Actividades sobre la Situación Frontera Este, realizado por Cáritas Española a finales de diciembre, vuelve a denunciar que la situación humanitaria que se está desarrollando en Europa se está agravando por el cierre de fronteras entre Grecia y Macedonia, y entre Macedonia y Serbia, donde sólo se permite cruzar a los nacionales de Siria, Afganistán e Irak pero se restringe la entrada a nacionales de otros países como Irán, Bangladesh o Pakistán por la única razón de considerarles migrantes económicos.
Cáritas recuerda que en los últimos meses, millones de personas han huido de sus hogares desde Oriente Medio, a la par que continúa el lento éxodo de migrantes desde África subsahariana que huyen de la guerra, los desastres, los conflictos, la pobreza y las crisis económicas. El flujo diario de hombres, mujeres y niños en los Balcanes se ha convertido en uno de los mayores éxodos de refugiados y migrantes desde la Segunda Guerra Mundial. Siria, probablemente, está en el centro de la mayor crisis de desplazamientos internos del mundo actual con más de 7 millones de personas desplazadas.
La red Cáritas, como otros organismos internacionales, ha expresado su preocupación por los riesgos asociados a las restricciones impuestas en varias fronteras en los Balcanes. Y más cuando se espera que continúe la llegada de personas a Europa, a través de Grecia, durante este invierno y todo el 2016.
Así, esta organización de la Iglesia Católica afirma que el número de refugiados y migrantes que llegan a Europa diariamente desde Grecia no tiene precedentes. En este país se han registrado 728.910 personas entre enero y diciembre de 2015. Según el Sexto Informe de Actividades sobre la Frontera Este la media diaria de personas llegadas, durante el pasado mes de noviembre, ha sido de 4.700. Esta afluencia continua de refugiados ha creado una situación de emergencia desconocida anteriormente en el país.
“A pesar de los enormes esfuerzos de voluntarios, residentes, turistas, así como de la sociedad civil, ONG y autoridades nacionales, las posibilidades de ayuda a quienes llegan son muy difíciles y limitadas. La comunidad internacional se enfrenta a una situación en la que los refugiados y los flujos migratorios no es probable que disminuyan de manera significativa en los próximos meses. ACNUR descarta un cambio de tendencia a corto plazo”, se recoge textualmente en el último informe de Cáritas.
También en Macedonia el flujo de migrantes era relativamente alto a principios de noviembre pero se redujo tras la decisión del gobierno de cerrar sus fronteras a los migrantes económicos, con la llegada del invierno y con los parones producidos por las huelgas de los trabajadores de ferry en Grecia.
Según los datos suministrados por el gobierno macedonio, de 29 de octubre a 5 de noviembre, la media de refugiados que entraban en el país cada día era de 6.900 personas. En las siguientes semanas aumentó a 8.000, alcanzando su punto máximo el 9 de noviembre con 11.072 migrantes. A partir de esa fecha la cifra ha ido en descenso, “pero las cifras dan una idea de la magnitud del reto y de las dificultades que supone abordar esta realidad humanitaria de forma integral”.
460.726 refugiados y migrantes se han registrado en Croacia desde el inicio de la crisis y hasta el 1 de diciembre pasado. Después de la primera ola de refugiados, el 17 de septiembre el Gobierno decidió cerrar la frontera con Serbia durante un tiempo, debido al colapso en los procesos de registro de las personas que llegaban.
El gobierno croata ha establecido campamentos de acogida y estancia gestionados por las autoridades y entidades humanitarias. La afluencia diaria en la frontera es de 6.000 a 8.000 personas y los medios, en muchas ocasiones, son insuficientes para la atención de sus necesidades básicas.
En Serbia el número de migrantes que entra diariamente oscila entre los 4.000 y 8.000 diarios. Los centros están asentados en viejas infraestructuras o en edificios antiguos utilizados durante la crisis de los Balcanes. En muchas ocasiones no cubren todas las necesidades básicas, entre otras razones por el gran número de personas a atender. Las condiciones de seguridad y el acceso a alimentos y enseres son cada vez más difíciles por la restricción de fondos.
En todos estos países, Cáritas continúa desarrollando una inmensa labor ofreciendo asistencia humanitaria a los migrantes que incluye ropa, alimentos y materiales de higiene. Lleva a cabo también labores de integración, impartiendo cursos sobre el idioma del país, y apoya a los migrantes en la búsqueda de empleo.
En los campamentos hay redes de voluntarios de Cáritas en grupos de 10 personas que están trabajando en turnos de ocho horas. Participan en el suministro de alimentos, paquetes de limpieza, proporcionando ropa y material de abrigo, así como otras actividades centradas en la infancia.
Además, en concreto en la frontera entre Grecia y Macedonia, Cáritas ha mejorado las infraestructuras comunitarias de saneamiento mediante la instalación de 40 baños químicos y cinco duchas.
Respuesta de Cáritas Española
La Confederación Cáritas Española está desde el primer momento al lado de la población afectada y de las Cáritas locales. Ha participado en las reuniones de coordinación de las acciones humanitarias, como la celebrada en Viena en septiembre. Se sigue en contacto con las Cáritas locales para actualizar la realidad. Por lo pronto se ha aprobado el envío de 40.000 euros a Cáritas Macedonia en un proyecto de cuatro meses centrado en asistencia a la población refugiada en este país. Estos se unen a los 300.000 euros enviados a otras Cáritas de la zona.
Cáritas Española continuará apoyando las llamadas de emergencia que lancen las Cáritas de la región. Y continuará trabajando, como lo lleva haciendo desde hace años, en los distintos países en los que se ha ocasionado la presente crisis.