Podemos CLM.- La legionelosis es una enfermedad bacteriana de origen ambiental provocada por la bacteria llamada Legionella, que sobrevive en las aguas superficiales (lagos, ríos, estanques) y desde ahí puede colonizar los sistemas que utilizan agua sanitaria fría y caliente u otros que requieran agua para su funcionamiento y con ello puedan generar aerosoles.
El estancamiento del agua con la formación de lodos y acumulación de materia orgánica a una temperatura propicia, que oscile entre los 20 y los 45%, favorece la multiplicación de Legionella hasta concentraciones infectantes para el ser humano. Si además el circuito de agua es productor de aerosoles, la bacteria puede dispersarse al aire y penetrar por inhalación en el aparato respiratorio.
La cálida climatología que estamos teniendo en estas fechas ha favorecido la aparición de este brote de legionelosis el cual, todo hay que decirlo, ha sido eficazmente gestionado por parte de los profesionales y técnicos sanitarios, pues desde el primer momento en que se detectó un número de neumonías más elevado de lo esperable se puso en marcha la inspección sanitaria de las instalaciones que podrían ser foco de contaminación.
Desde el punto de vista técnico hay que señalar que uno de los focos confirmado como positivo y clausurado para proceder a su limpieza y desinfección ya había dado como positivo en dos ocasiones anteriores, por lo que esta reincidencia puede poner en duda la adecuación de los regímenes sancionadores hacia instalaciones “conflictivas”.
Asimismo, la puesta en funcionamiento de un helicóptero para vigilar las instalaciones censadas ha dado como resultado la existencia de instalaciones “piratas” que pudieran no ajustarse a la legalidad vigente.
Esta circunstancia hace dudar también de la adecuación que existe entre la dotación de recursos personales y técnicos y las necesidades creadas. Cabe preguntarse si se están llevando a cabo todas las labores de inspección necesarias para evitar cualquier otro foco de contaminación en otros punto de la región, ya que las condiciones climatológicas son semejantes en todo el territorio.
Hay que señalar que la Legionella es una bacteria capaz de multiplicarse entre 20ºC y 45ºC y de la que se conocen 40 especies, algunas de ellas con hasta 14 serogrupos, el más frecuente para el ser humano es el serotipo 1 de la Legionella pneumophila. La legionella es capaz incluso de protegerse con una capa de biofilm o de crecer en el interior de las amebas, circunstancia ésta que la hace más resistente a los agentes desinfectantes biocidas.
La calendarización del brote de legionelosis en Manzanares (Ciudad Real) ha sido la siguiente: el viernes 11 de diciembre salta la alarma en el hospital Virgen de Altagracia por la existencia de más casos de neumonía por legionella de los esperados, por lo que se comunica al servicio de Epidemiología de Salud Pública, que inmediatamente pone en marcha las acciones de inspección necesarias para encontrar el foco, destinando para ello hasta un helicóptero de vigilancia. El sábado 12 de diciembre se revisan 103 establecimientos, encontrándose 19 puntos diferentes de riesgo potencial. De ellos, se tomaron 33 muestras que se mandaron a analizar al laboratorio de Salud Pública de Talavera de la Reina. Del resultado de estos análisis se comprobó que había dos posibles puntos con Legionella: una fuente ornamental y una torre de refrigeración de una empresa privada. Siguiendo el protocolo de actuación, se ha procedido a un contra-análisis. El lunes 14 de diciembre desde la Consejería, se informa en rueda de prensa de las actuaciones realizadas, y el lunes 21, con el mismo procedimiento informativo se comunica, que el brote podría estar en remisión.
Si bien la información pública ha pretendido ser exhaustiva y puntual, se ha echado en falta una información más técnica y profesional en los circuitos internos de la Sanidad Regional de modo que, salvo los Centros de Salud de poblaciones cercanas a Manzanares y los hospitales de referencia, el resto de Centros de Salud de la provincia y de la región, el 112 y los servicios técnicos de Salud Pública de la Región han estado huérfanos de datos, protocolos y recomendaciones. Nos falta, por ejemplo, saber si se han tipificado las muestras ambientales y si coinciden con las muestras humanas.
Destacar que uno de los focos pertenece al primer grupo de instalaciones con mayor probabilidad de proliferación (torre de refrigeración) y el otro pertenece al grupo de instalaciones con menor probabilidad de proliferación (fuente ornamental), por lo que se necesita saber si TODOS los focos, los de mayor y menor probabilidad, han sido revisados (artículo 2 del RD 865/2003) y si se han definido las responsabilidades de los titulares de dichos focos. En materia de Riesgos Laborales, se agradece que el Director de Salud Pública haya tomado la decisión de cerrar las instalaciones que han sido objeto de estudio mientras se desarrollaban las medidas de análisis.
La fuente de contaminación en esta ocasión ha sido comunitaria y no hospitalaria, que es lo que suele suceder en la mayoría de las ocasiones lo que plantea la necesidad de reforzar la vigilancia sobre las instalaciones municipales y privadas.
Habida cuenta de que la existencia de brotes nos permiten tener nuevos conocimientos de los que extraer enseñanzas, los técnicos y profesionales sanitarios han manifestado su desacuerdo por el retraso en la información interna, lo que ha dificultado la divulgación del protocolo de actuación ante casos sospechosos que hayan tenido como primer y único síntoma un pico de fiebre alta asociado a mareo o síncope en ancianos. También manifiestan su extrañeza por el contraste que esto supone frente al despliegue informativo y de recursos acaecido con motivo de la infección por el virus del Ébola (antes incluso de que se declarara epidémico en España) y la infección por la gripe A.
A día de hoy (24 de diciembre) el brote de legionelosis en la localidad de Manzanares ha llevado a los servicios sanitarios a 271 personas, vecinas del municipio o que trabajan en él, de los cuales 190 son diagnósticos ciertos y que se ha cobrado 2 víctimas.
Desde el punto de vista clínico, merece la pena recordar que la enfermedad no se propaga de persona a persona, sino que requiere de la presencia de gotas de aerosol en el ambiente y que estas gotas contengan suficiente carga de bacteria como para infectar a una persona, pero no una persona cualquiera, sino una que tenga comprometido su sistema defensivo bien por enfermedades asociadas (diabetes o patología pulmonar) o por avanzada edad o por ser fumadora. La enfermedad se manifiesta generalmente como un cuadro de dificultad respiratoria y fiebre. Desde el hospital se activó el protocolo de manejo urgente que ayuda a discriminar qué pacientes son sospechosos de legionelosis y cuáles no. Este protocolo ha tratado de evitar el colapso del servicio de Urgencias y de Medicina Interna, de tal forma que ante un caso con clínica compatible se ha iniciado tratamiento con antibióticos. Los pacientes con patología más grave (neumonías) han sido hospitalizados en Manzanares y los muy graves, trasladados a la UCI del Hospital General de Ciudad Real.
A tenor de los datos epidemiológicos de los brotes de legionelosis en los que la tasa de ataque (nº de enfermos/nº de personas expuestas) oscila entre el 0,1 y el 5% y la letalidad puede llegar al 5%, podemos afirmar que en Manzanares se han conseguido tasas bajas dentro del espectro esperado, probablemente por el buen hacer de los equipos sanitarios, tanto técnicos como clínicos.
Conviene resaltar la entrega de los profesionales sanitarios de los hospitales de Manzanares y Valdepeñas, que en estos días han estado atendiendo en Urgencias cifras superiores a 150 pacientes/día; a los profesionales de los Centros de Salud que se han implicado en la revisión y seguimiento de los pacientes que han recibido tratamiento domiciliario; y a los Técnicos de Emergencias Sanitarias que han estado trasladando pacientes de un hospital a otro para descongestionar los servicios de Medicina Interna.
La Salud Pública, que incluye la Sanidad Ambiental entre cuyas tareas se encuentra de forma específica y preferente el programa de control de legionellosis, es el aspecto de la Sanidad más olvidado y peor dotado por las administraciones. Faltan recursos, pues en muchos casos los equipos de distrito no están dimensionados en relación al censo y en los últimos años, han sufrido los mismos recortes que los hospitales y Atención Primaria: amortización de plazas, cese de interinos, no se han cubierto sustituciones, bajas ,etc
Por último, es de vital importancia, la continuidad de la titularidad pública de los servicios de Sanidad y Salud Pública y la inclusión en los mismos de los que a día de hoy están privatizados, como el mantenimiento, limpieza y lavandería de los hospitales, para establecer sistemas de prevención adecuados de forma integral y de control de infecciones.
El Ayuntamiento de Manzanares, y el resto de ayuntamientos, debería tener protocolizado un gabinete de crisis que actúe muy rápidamente en todos los frentes en respuesta a un problema general y acuciante para la población. Sobre todo, la información a la población es básica. En las cuatro o cinco primeras horas, desde que se conoce y constata por las autoridades sanitarias la existencia del brote, ya debería estar toda la población informada y todas las demás medidas en marcha.
Todo parecido con la realidad es pura coincidencia.
Exactamente, ¿cuál es el origen de la infección, la fuente ornamental o la torre de refrigeración? Es fácil saberlo.
A lo mejor, la culpa no es de los recortes. Tampoco creo que tenga nada que ver la prestación de los servicios de lavandería, mantenimiento y limpieza por una empresa privada. Panfletismo, se llama a eso; panfletismo podemoso.
Madre mía!! Si esto hubiera pasado hace seis meses… No habría plazas no calles para manifestaciones.