El Gobierno de Castilla-La Mancha mantiene activado el protocolo de actuación ante el brote de legionelosis detectado este fin de semana en la localidad ciudadrealeña de Manzanares. Así, desde la dirección general de Salud Pública se identificaron las torres de refrigeración existentes en la localidad, así como otras instalaciones denominadas de riesgo.
Dichas torres han tenido frenada su actividad hasta la toma de muestras y la obtención de resultados, hecho que se ha estado llevando a cabo todo el fin de semana.
Asimismo se ha informado, tanto a las Urgencias del Hospital ‘Virgen de Altagracia de la localidad, como a los servicios de Urgencias de Atención Primaria de Manzanares, La Solana y Membrilla, para que descarten la legionelosis en los pacientes que ingresen afectados por neumonía o por infección respiratoria grave.
En estos momentos se han diagnosticado siete casos, se han descartado dos y hay otros cinco pendientes de resultados.
Legionelosis
La mayor fuente de contagio de legionella para las personas lo constituyen los sistemas de refrigeración y aire acondicionado de los grandes edificios como oficinas, hospitales, hoteles y centros comerciales.
El periodo de incubación de la legionella, es decir, desde que se contrae la infección hasta la aparición de los síntomas, está entre dos y diez días y, al principio, el paciente puede sentirse cansado y débil.
Los síntomas más frecuentes de la legionella son fiebre, alteraciones gastrointestinales, tos, dolor de cabeza y fatiga muscular y dificultad respiratoria.
Para tratar la legionella se utilizan antibióticos.
Aunque cualquier persona puede infectarse con la bacteria de la legionella, hay ciertos factores de riesgo que incrementan las posibilidades de contraer la enfermedad y que, además, complican el pronóstico y dificultan el tratamiento como son el ser fumadores, tener edad avanzada y tener problemas respiratorios.