Alicia Díaz-Sirgo y Tormenta saborean las mieles de éxito en la Copa de España de ODU

La Obediencia Deportiva de Utilidad es un deporte canino para perros «corrientes», de cualquier raza, en el que vence «el perro mejor preparado para el día a día». Así lo explica Alicia Díaz-Sirgo Ruiz Escribano, que acaba de alzarse con la Copa de España en grado básico de esta disciplina junto a su perra Tormenta, una pastor Belga Malinois de 8 años.

alicia-oduAlicia comenzó a formarse en adiestramiento el pasado mes enero y Tormenta carecía de experiencia deportiva. A pesar de esto y de que sólo participaron en cinco pruebas de las 18 de las que se compone el Campeonato de España, sus buenas actuaciones les valieron una plaza en la Copa de España. Y es que de casta le viene al galgo, porque a Alicia le acompañó su padre, Alfredo Díaz-Sirgo Sánchez, del Centro Canino Braña Alta de Ciudad Real, quien la inició en este deporte.

A la Copa de España, última prueba a su vez del Campeonato de España de Obediencia Deportiva de Utilidad, Alicia y Alfredo llegaron en segunda y cuarta posición, respectivamente. La suerte fue dispar para ambos miembros de la familia. A Alicia le «salió redonda», alzándose con la Copa de España en su categoría y obteniendo a la postre el segundo puesto en Campeonato de España (en el que se tiene en cuenta el resultado de la Copa y la media de las tres mejores puntuaciones de las diferentes pruebas disputadas durante la temporada).

Tanto Alicia y como Alfredo han logrado superar los requisitos para ascender de categoría y la próxima temporada competirán en grado 1 (el máximo es 3) de ODU.

La campeona de la copa de España señala que, sin grandes pretensiones, comenzó a competir en este deporte para darlo a conocer. Explica que, cada una de las prueba tiene una temática diferente que la decide el club que la lleve a cabo. Por ejemplo, la última fue relacionada con el terror. En grado básico, comenta, se realizan seis ejercicios. Entre éstos, la marcha al pie, que consiste en que el perro camine sin separarse del adiestrador; estabilizaciones, en las que el perro permanece sentado o tumbado mientras el adiestrador se aleja; saltos; rechazo de alimentos ofrecidos por extraños; o diferencia entre extraños, en el que se valora el comportamiento del perro cuando el adiestrador pasa entre un grupo de extraños, se detiene, los saluda, etc.

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