Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Vuelve de cobarde después de lucir, durante más de una década sin pisar las tablas del Teatro Falla, el tipo de deseado. Y eso que Antonio Martínez Ares se dio por muerto como coplero cinco años después de coger la calle de la mar. Han sido muchas ediciones del concurso dando calabazas a los aficionados que lo ansiaban, hasta que le ha dado la ventolera de volver y sólo el anuncio de su regreso ya ha hecho feliz al mundo del Carnaval de Cádiz.
Y ahí estaba ayer por la tarde en el Museo Municipal Puertollano, de la mano de Carnavalea, y empujado por Puntito Kanalla, para compartir con medio centenar de afortunados un encuentro de tú a tú. Martínez Ares ha repasado anécdotas, ha desentrañado algunos secretos del Carvanal, sobre todo relacionados con la composición, y se ha desnudado creativamente, enseñando lo justo para avivar el deseo. Por supuesto que ha tocado y ha cantado coplas, propias y de otros autores, a la guitarra y a golpe de nudillos.
Pregunta.- ¿Qué has venido a hacer a aquí?
Respuesta.- En los encuentros de Carnavalea intento acercar a la gente mi forma de entender el Carnaval desde el punto de vista de la creación, partiendo del momento en que concibo una idea hasta su desarrollo y, a la vez, trato de hacerla partícipe de todo lo que me ha influido durante mi vida. Les invito a descubrir conmigo los códigos en los cuales me muevo para hacer un repertorio. Hablamos y lo explico cantando. Cogemos una pieza y la desestructuramos.
P.- El Carnaval de Cádiz siempre ha sido reconocido pero, de un tiempo a esta parte, con internet y las redes sociales ha llegado a todos rincones. Los aficionados a las coplas han aumentado y el acto de hoy es una prueba de ello. El Carnaval tiene que cuidar esto porque, de alguna forma, lo engrandece.
R.- Todavía estamos en fase de hacer muchas cosas. El Carnaval de Cádiz ha llegado a muchísimos sitios pero no es ni la mínima parte de lo que debería gracias a la explosión que hemos tenido, no sólo ya con la televisión, sino también con las redes sociales. Tenemos que aunarnos y alinearnos para, de algún modo, hacer partícipe al resto del mundo -bueno, a los que quieran- de nuestro Carnaval, pero todavía nos queda mucha tarea por hacer.
P.- Siempre ha existido un sector muy chovinista, pero el Carnaval no se puede constreñir a La Viña. ¿Se va dejando esto atrás?
R.- Creo que consiste en entender el criterio de la generación que toca vivir. Por su puesto concibo el concepto del mostrador de La Viña de toda la vida pero también el aperturismo de las coplas. Hay que convivir con los dos. No podemos ser tan chovinistas para unas cosas ni tan aperturistas para otras, ni morder la mano que nos da de comer. No podemos hablar sólo de Cádiz, Cádiz, Cádiz y después querer cantar en el resto del mundo. Ambas cosas no se sostienen y deberíamos buscar el equilibrio.
P- Te lo habrán preguntado un millón de veces pero, para los aficionados de la provincia de Ciudad Real, explícanos cuáles son los motivos de tu regreso. Por cierto, en tu pregón del Carnaval de año 2008 aseguraste que aquel día moría el Martínez Ares coplero.
R.- Totalmente. Fue así, y pensé que iba a ser así. Lo tenía muy asumido. Hace seis meses me preguntas y te digo que no; hace cinco, sí. Antes no tenía ningún tipo de ilusión. Me repito muchísimo en esto pero es que no hay otra historia, estaba muerto, dormido, y resulta que se avivó de golpe un día en un local de ensayo con un amigo. La verdad es que me preocupé mucho, pensaba que ese tipo de cosas no me iban a volver a suceder nunca más en la vida. Y ahora estás hablando aquí conmigo y te digo que vuelvo a salir en Carnaval, que me tengo que entrenar todos los días y muy duro. Esto es como Rocky (risas). Me gusta por un lado, pero es verdad que se pasa mal. Hay gente que me lleva muchos años de ventaja y voy a intentar ponerme al día.
P.- Tu regreso ha sido, desde el día que te marchaste del Carnaval, muy deseado, incluso por tus compañeros y así ha quedado reflejado en incontables coplas.
R.- Sí, es verdad, y lo agradezco infinitamente, aunque en algún momento de mi vida pensara que todo iba a caer saco roto. Al final, a los años sucede algo inesperado y justo ahora estamos ya enfrascados en cuatro meses y medio de repertorio de antología. No se puede escupir nunca para arriba.
P.- Sobre el grupo, Los Cobardes, qué nos puedes contar.
R.- Todo el mundo sabe ya quiénes son y, bueno, es otro momento de mi vida, otra manera de ver el Carnaval, otra forma de ver conceptos de voces y… yo qué sé. No sé si va a gustar más o va a gustar menos, pero lo voy a hacer a mi gusto.
P.- ¿Alguna de tus comparsas anteriores se puede tomar de referencia o vas a romper con lo anterior?.
R.- Siempre existe una referencia. El grupo en sí tiene mucho de La niña de mis ojos, también un poco la manera de interpretar de La ventolera. Esas dos pueden ser las referencias más claras para lo que ahora mismo tengo en la cabeza de cara a Los Cobardes.
P.- ¿Será un repertorio de corte clásico o algo más moderno?
R.- Quiero moverme en ambos terrenos, en la vanguardia y, no en el clasicismo, pero sí en los cánones más habituales en comparsas. Voy a intentar meter un punto de vanguardia; no sé si lo voy a conseguir pero voy a trabajar para ello. Me gustaría dar un paso al frente y otro, no detrás, pero sí respetando el pasado y de donde vengo. No se puede olvidar, hay que tenerlo muy presente y no perder nunca la raíz.
P.- El día que se alce el telón de Teatro Falla habrá mucha expectación…
R.- Ese día va a ser de mucho nervio. Quedan dos meses y algo y cada día que pasa es un día menos que queda y un día más de presión. El botón del pánico lo tengo ya en mi cabeza en modo alerta. Prácticamente está ya a las puertas. Después de las fiestas de Navidad, el 10 de enero, empieza el concurso.
P.- No sé si es aventurarse demasiado hablar de si vas a continuar después de este año, antes de que se haga efectivo el regreso
R.- Sí, continuaré, claro. No vuelvo para una historia de un año. Vuelvo para quedarme, con todo lo que conlleva eso… que todos lo sabemos.
P.- …Pero también ilusión y felicidad
R.- Por supuesto, pero aún estoy procesando datos, información, emociones, estímulos y, claro. A este lado del Atlántico, no es nada fácil.
P.- Este año que no está Teófila Martínez, muchos cuplés se quedarán huérfanos
R.- Siempre estará la Familia Real para hacer un cuplé (risas). No, hay muchas cosas, hombre. Siempre se ha dicho que quien no sale en un cuplé como que no existe, y eso puede que tenga su parte de razón. Este año, a la exalcaldesa de Cádiz -suena raro, después de tantos años-, le van a caer cositas, seguro.
Inolvidable .