Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Con la edad las manos desobedecen temblorosas y la vista engaña. Éstos y otros puñeteros achaques convierten en retos los triviales quehaceres diarios. Sin embargo, la fragilidad que confiere la senectud no es óbice para que se realicen algunas empresas con decisión y firmeza. La prueba es que a las usuarias de la Residencia de Mayores Santa Teresa Jornet de Ciudad Real no les ha temblado el pulso a la hora de ponerse a tejer un manto de solidaridad que abrigue a los desdichados refugiados sirios.
La iniciativa -una más- partió de Carmen Lozano, conocida activista por el reconocimiento de la Sensibilidad Química Múltiple. A raíz de conocer a través de las redes sociales que en Ciudad Real se había gestado un movimiento de apoyo a los refugiados en respuesta al drama sirio, propuso a las hermanas de la residencia Santa Teresa Jornet que las usuarias del centro, entre las que se encuentra su madre, cosieran las piezas que sobraron de la ganchillada popular por la SQM que organizó en julio de 2013 en Ciudad Real para formar mantas (cuatro en total), y que éstas fueran enviadas para auxiliar a los refugiados sirios. «Nuestras mayores se defienden bien con la costura, de hecho suelen hacer prendas para las personas necesitadas de forma altruista», explica Carmen Lozano.
Además de apoyar su propuesta, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados han donado un centenar de mantas que no utilizaban y que viajarán a territorio sirio con el primer envío de ayuda humanitaria de Refugiados Ciudad Real.
Esta iniciativa se engloba dentro de un movimiento internacional de solidaridad denominado La manta de la vida, que en España ha coordinado a personas de todo el país, también de Ciudad Real, para tejer más de 4.000 mantas que ya han viajado a Oriente Próximo de la mano de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, la organización con la que también colabora la plataforma de Ciudad Real.
