Cruz Roja Ciudad Real, en concreto Cruz Roja Juventud tiene en marcha, desde hace más de dos años, el programa de promoción del éxito escolar, un proyecto mediante el cual se provee apoyo escolar, acompañamiento, movilización, ayudas para la escolarización e información a niños y niñas de entre 6 y 16 años que presentan dificultades en su proceso escolar y pertenecen a familias en situación de riesgo de pobreza y exclusión, con ingresos por debajo del umbral de la pobreza relativa.
El objetivo del proyecto es incidir en aquellos factores de índole personal y del entorno que influyen en el proceso escolar de los niños, facilitando su acceso a servicios y recursos que le ayuden a mejorar su rendimiento escolar y proporcionándoles ayuda en la realización de sus tareas escolares en horario de tarde con la posibilidad de tomar la merienda, aquellos niños/as que más lo necesiten.
Según explica la responsable del programa María José Ruiz Pérez, la intervención de los voluntarios que trabajan en este plan debe basarse en las pautas y recomendaciones que realicen los profesionales de servicios sociales y de los centros educativos de los participantes, por lo que previa a cualquier actividad con los usuarios se deberán establecer líneas de trabajo con objetivos compartidos con ambos agentes implicados en los procesos de inclusión en la escuela de estos niños y niñas.
El proyecto “Promoción del éxito escolar en tiempo de crisis” se lleva a cabo en el Centro Social La Granja de Ciudad Real de lunes a viernes de 16,30 a 19,00 horas. En esta como en el resto de asambleas de la provincia la tarde se divide en partes en las que se realiza la tarea del colegio, se les da la merienda a los niños y se practican juegos y talleres. En la Asamblea de Alcázar de San Juan los días de intervención son martes, miércoles y jueves, los mismos que en Socuéllamos y en Tomelloso uno más.
Este proyecto está dotado con fondos propios de la institución y donaciones.
En el contexto de crisis económica que en estos momentos sufre nuestro país, hay un número considerable de familias que sufren especialmente situaciones de pobreza y de exclusión social que redundan en los niños que tienen a su cargo. Este tipo de situación hace que nos encontremos con que muchas de estas familias no son capaces de afrontar gastos derivados de la escolaridad y que inciden directamente en el sentimiento de pertenencia de los niños a la escuela y por tanto en su rendimiento académico, por ejemplo no pueden sufragar la compra de libros, material escolar, vestuario adecuado para asistir a las actividades de la escuela y las extraescolares, productos de apoyo (gafas, audífonos, muletas…)etc.
El fracaso escolar en España afecta a uno de cada cuatro alumnos (25%) y es superior al de la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo en Europa (OCDE), que se sitúa en un 20%. Esta situación condiciona el modelo de crecimiento económico basado en el conocimiento y sobre todo, la cohesión social de un país.
En los dos últimos años, el impacto de la crisis socioeconómica ha configurado un contexto de precarización y desigualdad social creciente. El principal factor que define este contexto es el desempleo, que alcanza ya a un 24,44 % de la población activa, pero también hay otros factores agravantes, como los recortes en protección social (el Plan Concertado con los Ayuntamientos –políticas sociales de atención primaria- disminuye el presupuesto en un 42,4%) y la sobrecarga de los servicios públicos, especialmente a nivel local. Los datos de desempleo, pobreza (20,70%) o privación material (4%) afectan a importantes capas de la población en nuestro país, según los datos de la EPA y EUROSTAT.
En Cruz Roja se ha analizado la vulnerabilidad social de las personas a las que venimos atendiendo. Los datos del V Boletín sobre el impacto de la crisis colocan a un 75% de las personas participantes en nuestros programas en riesgo de pobreza o exclusión social (el dato para la población general es del 25%) porque viven en hogares en los que todos los miembros están en desempleo (55%) o en hogares que experimentan situaciones de privación material –no pueden poner la calefacción en invierno (43,2%), no pueden comer alimentos con proteínas tres veces en semana (26,3%)- o en hogares con ingresos por debajo del umbral de la pobreza (82%). El desempleo afecta al 64,18% y más de la mitad de los desempleados supera los dos años en paro. El porcentaje de personas encuestadas que declara carecer de ingresos se acerca al 25%.
El perfil de las personas atendidas por CRE se ha diversificado, para incluir, en proporción creciente, a personas y familias que hasta hace poco se encontraban en contextos socioeconómicos seguros y que, en este momento, afrontan riesgos de pobreza o exclusión.