Miguel Ángel Rodríguez.- Fue durante el reinado de Isabel II y ante un panorama social y político desolador, cuando se decidió crear la Guardia Civil, cuerpo de seguridad y policía con la misión de acabar con el caos que existía en el país, donde a las secuelas de la guerra de la Independencia se sumaban las posteriores guerras dinásticas entre españoles, así como problemas de seguridad interior. Por real orden de 15 de Abril de 1844 se le comunica a D. Francisco Javier Girón y Ezpeleta, segundo duque de Ahumada y quinto marqués de Las Amarillas, uno de los generales más brillantes del Ejército Español, que ha sido designado para llevar a cabo tan difícil labor. Parece que la creación del cuerpo fue bien acogida por la sociedad del momento ya que Benito Pérez Galdós dice en “Bodas Reales” dentro de su impresionante obra de “Los Episodios Nacionales” … y no fue su gobierno de cinco meses totalmente estéril (refiriéndose a González Bravo), pues entre el miserable trajín de dar y quitar empleos, de favorecer a los cacicones, de perseguir al partido contrario y de mover, sólo por hacer ruido, los podridos telares de la administración, fue creado en el seno de España un ser grande y eficaz y de robusta vida: la Guardia Civil.
La puesta a punto de la Guardia Civil fue un modelo de rapidez y de diligencia y muy pronto empezaron a ganarse el afecto de la población, principalmente la rural, al ir terminando durante la década siguiente con las correrías de bandoleros míticos y otros delincuentes que hacían inseguros los caminos y campos de España. La Guardia Civil permanece hasta nuestros días, ya más de siglo y medio, sobreviviendo a cambios políticos y a circunstancias trágicas como la Revolución de Asturias de 1934 y la Guerra Civil dos años después, sucesos en los que la Guardia Civil escribió alguna de las páginas más brillantes y heroicas de su ya larga vida. Hoy, la Guardia Civil ha evolucionado con la sociedad. Las admirables tradiciones conservadas sufren el reto de las reformas necesarias. Hoy, junto al “Todo por la Patria” (que reflexionen algunos políticos el significado profundo de esta frase) la Guardia Civil se configura como una fuerza moderna capaz de seguir manteniendo la seguridad en nuestros pueblos, en nuestras carreteras y al mismo tiempo ser capaz de realizar con éxito misiones en el extranjero. Hoy, la Guardia Civil está mandada por profesionales altamente cualificados y compuesta por hombres y mujeres, generalmente mal pagados, que han hecho del servicio a España “su vocación y sino”. Es de admirar cómo la Guardia Civil ha sufrido durante años el golpe brutal del terrorismo y cómo los guardias jóvenes recién salidos de las academias de Valdemoro o de Baeza, aceptaban estoicamente sus primeros destinos profesionales en el “norte”. Muchos no volvieron. Por ellos y por esa larga historia de sacrificios al servicio de España, en el día de su Patrona la Virgen del Pilar, honremos al Benemérito Instituto.
*Escribí este artículo hace un par de años, pero por su vigencia y actualidad lo rescato para este blog.