Abajo el telón otoñal porque no “podemos”

Manuel Valero.- La perversa Cospedala tuvo que sacar el tijerón de peinar setos, decía, para que Castilla-La Mancha no implosionase económicamente con el argumento de que recibió unas arcas públicas con las arañas moribundas de inanición.

Pero como uno no tiene deudas de peaje ideológico partidista excepto la ensoñación erótica de una señorita apellidada Arrimadas, no me tiembla la mano de firmar si he de poner mi nombre en un documento notarial que afirmarse dos cosas: que los anteriores a la gestión popular se gastaron irresponsablemente lo que estaba escrito (y lo que no), y que sus sucesores se pusieron a poner orden en las no-cuentas con un afán depredador más allá de lo políticamente razonable. Y así, la damisela de hierro, cogió en sus manos el largo documento marxista (de Groucho) y empezó la cantinela de la primera parte contratante de la primera parte mientras girón tras girón iba dejando el sabanón contractual en una tirilla de ventilador.

Lo que ha sido la legislatura ya lo saben: mani tras mani porque se tocaba donde no se debía tocar, aunque cierto es que muchas manis hubo cuyos maniseros sólo defendían privilegios. Ya se sabe que toda Administración tiende a la adiposidad, que es donde se instala la leva clientelar y a poco que se empieza con la liposucción estalla la jarana. Nihil novum sub sole Pero, sí, la Cospedala se pasó tres pueblos o cuatro, lo cual lleva a una pregunta inquietante, digna de analizar en la Facultad de Politicas: ¿Un político que gestiona a sabiendas que acabará con más magulladuras que un corredor en San Farmín y lo que es peor fuera del gobierno, es bueno, malo o tonto?

Pues bien, ahora como es natural hay otra Administración democrática que tendrá que gestionar con lo que haya. Y ya ha empezado. Y ha empezado por la parte blandita: la Cultura. Toda la programación ya organizada para los Escenarios de Otoño queda eliminada por falta de presupuesto. Y de esa manera, el teatro, la música, la danza… las artes escénicas en general, que salvo las grandes compañías y productoras, dependen de la política cultural pública, desaparecerá del territorio autonómico y serán los pueblos pequeños los que paguen el pato. Por si no lo saben la llamada red de teatro funciona así de manera resumida: la Junta selecciona espectáculos de todas las propuestas que le llegan, los ofrece a los ayuntamientos y éstos eligen. El costo del espectáculo se reparte entre ambas administraciones en función del tipo de escenario o de las ciudades. Puertollano por ejemplo tiene menos descuento, que Cabezarrubias. Pero al desaparecer los Escenarios de Otoño, cuya oferta se cerró en mayo, y por tanto la programación ya estaba hecha hay dos opciones: o el ayuntamiento paga el caché completo o sencillamente, elimina la programación.

Podrían haber eliminado sólo la ayuda a las ciudades importantes pero la nueva Administración socialista podemática ha optado al menos hasta hoy eliminar cualquier ayuda. No hay dinero ya para eso, dicen para recortar que es lo mismo que decían los otros, con la salvedad de que los otros entraron a saco y éstos entran por la parte blanda de la cosa, la que no saldrá a la calle a protestar, a exigir una política cultural transparente y bien gestionada. ¡Y anda que no habrá izquierda entre los cómicos del terruño!

Tampoco hay que subliminar el gremio. Como en todos los gremios hay de todo. Desde hace una década tuve la oportunidad de conocerlo por dentro, constaté que hay gente maravillosa, creativa, genial, profesional pero también grupúsculos mafiosillos, amiguetes y afiliados del partido de turno, artistas y compañías clientelares y hasta bufones de la Corte, que haberlos los hubo y no sé si los haylos. No me pongo estupendo. Uno, como todo hijo de vecino que se mete en la faena de crear, producir, montar y vender un espectáculo ha tenido que tirar de contactos, de hablar con unos y con otros, con funcionarios, con cargos, con programadores amigos (pocos), con alcaldes amigos, con concejales que salvo alguna excepción la mayoría te deriva al programador, o te contratan y luego no te pagan. Sufrido mundo éste . Es el plazo de venta que llamamos en el mundillo y depende de la habilidad del vendedor, los contactos y las influencias, claro.

Este otoño Augusto Guzmán, grandisimo amigo y productor, con el cual colaboro presentó dos ofertas que no fueron elegidas por ningún ayuntamiento. Pues bien, esto no es óbice para criticar que la desaparición de los Escenarios de Otoño, en los que muchos colegas de artisteo ya tenían colocado su espectáculo se queden con una mano delante y otra detrás, a expensas de que el Ayuntamiento contratante asuma el caché en su totalidad.

Lo que más sorprende es que haya sido una Administración izquierdosa la que haya tomado esa decisión. El argumento, manido, es el de siempre, la pela; la explicación la misma, la culpa es de los de antes. Pero estoy seguro de que si mirásemos el presupuesto que quede para este año con el bisturí de un cirujano y escrutamos las partidas con el interés de un experto en diamantes seguro que descubriríamos ese dinerillo tonto que se quedan los listos, suficiente calderilla, como para no dejar desasistidos, al menos, a los pueblos pequeños de espectáculos culturales.

Asi que si me permiten acabo con un ripio.

Quien me iba a decir a estas alturas
que la Podemática Junta a eliminar iba…. !!Cultura!!
Pues a buen seguro, supongo, que escrutado el Presupuesto
algo habrá de canonjia
antes que dejar a los artistas con lo puesto
Más de algo he de alegrarme sin encono
y es que a pesar de los años
hay cosas con las que todavía me asombro
Más ya lo dijo Sófocles en el foro:
Quien de tijera fácil tira para ahorrar, en Cultura, un poco
sólo tiene una credencial: tonto.