Director: Alejo Flah. Las películas no deberían parecerse a la vida. Ni los libros. Hay quien piensa así. Otros creemos que tanto los libros como el cine son una imitación de la vida. Y la vida es imperfecta. Está llena de miedos, envidias, egoísmos… y finales tristes.
Tal vez por eso, el director de esta cinta argentina filmada a medias en España ha creado una doble ficción, la historia dentro de la historia, para que una sea triste, como la vida, y la otra feliz, como los cuentos que nos contaban cuando niños. Los amantes se encuentran tras un período de tumultuosos envites de la existencia, vencen los obstáculos que el devenir diario pone entre un hombre y una mujer, consiguen entregarse el uno al otro en cuerpo y en alma. Los amantes pueden hacer lo que quieran, porque el amor es libertad, lo que pasa es que hay mucha gente a la que no le gusta que otros sean libres. 
El cine argentino tiene buenos valores en la actualidad, películas como El hombre de al lado o Medianeras reflejan un mundo ambivalente, cínico, demasiado parecido a la vida, como decimos. Por eso, Sexo fácil, películas tristes parece el contrapeso a tanto pesimismo. La realidad ya la conocemos, la vemos todos los días, si queremos verla. Pero a veces nos apetece meternos en un mundo donde las cosas terminan bien, donde no hay sitio para las opciones amargas, y donde la decepción es solo la antesala de un perfecto deleite de nuestros deseos. No somos solo animales, caramba. Nos enamoramos, nos dan celos, justificados o no, nos acordamos de quien estuvo a nuestro lado. Ese es el mensaje de esta correcta cinta sudamericana en la que ha colaborado la señorita Marta Etura, una actriz de moda en el cine español a quienes los argentinos han echado el ojo, aparte de que porque está bien hermosa la chica, porque actúa muy bien, porque transmite, como se dice ahora, la pasión de las almas solitarias que no soportan levantarse cada mañana con solo un enorme gato como acompañamiento, y no siempre muy bien agradecido, ya saben ustedes cómo son estos bichos. Por eso, esta mujer, como otras, como muchas otras, busca el amor de su vida, una frase hecha, un lugar común, una chorrada tal vez, pero de ilusión también se vive. Puede que sea de ilusión de lo que se viva.
Cineteca
Emilio Morote Esquivel
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Grandísima crítica, un placer ver como se cuida de la cultura en este digital. Un saludo!
Muy buena crítica, Emilio; no todo ha de ser hiperrealismo . La chica, la actriz Marta Etura es de lo mejorcito que se puede ver últimamente en una pantalla gigante.