Emiliano García-Page Sánchez. Presidente de Castilla-La Mancha.- Ningún sistema educativo es mejor que sus maestros, defiende Naciones Unidas-UNESCO en la celebración de este Día Mundial de los Docentes.
Dándole la vuelta al argumento, el deterioro de las condiciones profesionales del profesorado afecta a todo el sistema educativo, lo que ha ocurrido en los últimos años en Castilla-La Mancha. El profesorado ha sufrido por parte de quienes han considerado que la Educación no era una prioridad en tiempos de crisis, aplicando una dureza inédita en el ajuste tanto desde el punto de vista presupuestario como de plantillas.
Pero ahora, hemos iniciado una nueva etapa. Una etapa para recuperar poco a poco todo lo que hemos perdido en derechos y servicios básicos para los ciudadanos. Y uno de los fundamentales es, precisamente, la educación y el futuro de nuestros hijos, de nuestra tierra. El objetivo no es otro que contar con personal docente motivado, eficaz, con buena formación; un sistema que apoye a los maestros en el aula y en su desarrollo profesional permanente.
Sin maestros capacitados no hay educación de calidad y esa capacitación afecta a sus condiciones de contratación, empleo, enseñanza y aprendizaje; a la participación de los docentes en las decisiones relativas a la Educación mediante la consulta y la negociación con las autoridades educativas.
En demasiadas ocasiones, desafortunadamente, la política para algunos se reduce a la gestión del día a día, a la tiranía del presente, lo que desvela la carencia de un proyecto a largo plazo, nada más opuesto al objetivo colectivo de formar ciudadanos, fomentar el talento y retenerlo. En definitiva, invertir en nuestro propio futuro como comunidad autónoma. Que nuestros niños y jóvenes puedan encontrar aquí su propio camino y echen raíces en su tierra. Que no tengan que buscarse las oportunidades fuera como ha estado pasado sobre todo estos últimos años.
En este marco, el alumno es la prioridad absoluta del sistema educativo, un centro de atención que está íntimamente vinculado al reconocimiento de la labor del docente.
Más allá de cambios legislativos, de contenidos, la educación depende del docente en su función principal de transmisor de conocimientos y valores y de alentar la capacidad crítica de nuestros niños y jóvenes.
La educación es el principal motor del cambio social, y que es lo que más iguala a las personas. Y también, que sirve para hacer una sociedad más justa, más libre, más tolerante, más plural y más democrática.
La figura del maestro resulta fundamental en la formación de los ciudadanos del futuro. El docente se puede considerar la llave que pone en funcionamiento todo el sistema, de modo que proporcionarle las mejores condiciones para que desempeñe su labor y prestigiar su función en la sociedad resultan vitales para que todo lo demás (incluidas las inversiones) se traduzcan en mejores resultados.
Hay mucho por hacer, pero ya hemos empezado: incorporando a todo el profesorado desde el primer día para mejorar la organización del inicio del curso; aumentando la contratación de profesores, 404 más; bajando la ratio en Educación Infantil y Secundaria; y con un cambio de orientación en la formación que se va a materializar en el ya anunciado Plan de Formación del Profesorado.
Pretendemos aprobar en el primer año de la legislatura un Acuerdo Marco del Profesorado, negociado con sus representantes, que contemple, entre otros aspectos, la estabilidad en el empleo, una jornada laboral que permita mejorar la calidad y que se dignifiquen y mejoren sus condiciones laborales.
La educación puede ser y debe ser la fuerza de cambio y progreso que necesita Castilla-La Mancha, más todavía en una situación de crisis como la que atravesamos. Queremos situar a nuestra Comunidad como modelo de una educación moderna, adaptada a nuestro tiempo y con futuro, y esa tarea sólo se logra de la mano de los docentes de la región.