Vox Ciudad Real.- Puestos a valorar el papel de los partidos políticos presentes en nuestro ayuntamiento, cierta clase política sólo llega a conclusiones laudatorias para sí mismos y a peyorativas diatribas para con el contrario. Ni uno ni otro análisis sería el correcto. Y no lo sería tampoco para la labor de oposición. Estos análisis subjetivos y nada autocríticos son a los que nos tienen acostumbrados los viejos partidos y los nuevos que se han subido al carro de una política sin ilusión.
Pilar Zamora se encontró un ayuntamiento cuya herencia y hechos se movían entre la autocomplacencia y la falta de ideas y proyectos. Un ayuntamiento rehén de las políticas dictadas por Cospedal desde Toledo, sin autonomía y con evidentes signos de una más que necesaria renovación (que no se ha producido ni en la oposición).
Es cierto que nuestra alcaldesa es rehén de los pactos de gobierno. Una minoría que diseña una política para minorías. Algo tan acostumbrado en sectores de la izquierda. De imponer y prohibir, de abandonar la política en positivo.
Hay que reconocer a Zamora el cambio de perspectiva desde su gobierno, de aciertos en política de infraestructuras (avanzar en el carril-bici a Miguelturra, reabrir el parking del Torreón) y de cierta agilización en trámites para la implantación de empresas. Por lo menos esa es la sensación que desde VOX percibimos desde abajo, del ciudadano.
En cuanto a política social se han emprendido medidas sencillas pero efectivas (aunque también efectistas) que deben ir acompañadas de una auténtica política de protección a las familias y de creación de empleo. En ambos casos para paliar las consecuencias de la crisis económica y social en origen.
La labor de Ganemos se ha enmarcado más cerca de un grupo de presión que de un auténtico colaborador en el gobierno. La responsabilidad se diluye y se acomoda cuando con una mano das palmadas y con la otra atizas al equipo de gobierno. Y, además, huyes de la responsabilidad y la comparecencia. A ello hay que añadir que el contacto con el vecino de Ganemos es sectario y parcial. Claro está, por motivos ideológicos dando poco ejemplo de diálogo con los sectores que considera lejanos a sus intereses partidistas. En política municipal hay que gobernar para todos y representar a todos.
El Partido Popular de Ciudad Real no ha afrontado una renovación más que necesaria y se encuentra en un constante bucle de acusaciones intentando defender su desatinada gestión pasada. Sus propuestas son atrincherarse en pasados y fracasados proyectos y mantener la inercia anterior ahora en la oposición. Nada nuevo bajo el sol.
Ciudadanos se mantiene en la indefinición que mantenían. Las peregrinas ideas que en su campaña defendieron se han convertido en intervenciones estériles sin mayor recorrido.
Tal y como algún grupo político manifiesta continuamente las novedades son pocas, los trayectos de momento los mismos, veremos la evolución de este consistorio pues de momento los ciudadanos siguen con la misma desconfianza que tuvieron con el anterior gobierno.