El colectivo de trabajadores de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) ha convocado una ‘Marcha negra” en Madrid el próximo sábado 5 de septiembre “por la profesionalización de los bomberos forestales, por la dignidad del colectivo, por unas empresas públicas transparentes, sin puertas giratorias, y por nuestros bosques”. Comenzará a las 20.00 horas desde Neptuno.
El colectivo de las BRIF comenzó el pasado 27 de julio una huelga de carácter indefinido para reclamar unas mejores condiciones laborales, la cual está siendo secundada por todos los trabajadores y trabajadoras. Desde su creación en el año 1992 este colectivo nunca ha visto reconocida su labor ni social ni laboralmente, explica Carlos Martín, delegado sindical de CCOO en la Base BRIF de Prado de los Esquiladores (Cuenca).
Contratados por Tragsa, se les aplica el convenio colectivo de esta empresa pública, pero bajo un anexo claramente discriminatorio que les excluye de 28 artículos, de aplicación para todo el personal de Tragsa excepto para ellos, y referidos principalmente a cuestiones retributivas o de compensación de días, pluses por peligrosidad e incluso el artículo sobre condiciones más beneficiosas previas a la firma del citado anexo para el personal BRIF.
El colectivo BRIF reclama que se les llame por su nombre, Bomberos Forestales, y una formación de cara a acreditar esta categoría profesional; otra reivindicación es la elaboración de una segunda actividad real y efectiva que permita a los trabajadores que ya no puedan superar las pruebas físicas que se obligan a pasar cada año y que son excluyentes, ser reubicados en otras tareas de modo que no sean expulsados de la empresa y del servicio, como ya está sucediendo, señala Martín.
Reclaman también unas condiciones dignas y acordes al trabajo que se realiza. Cobran el salario más bajo de la tabla salarial del convenio Tragsa, y muchos meses no llegan ni a los 900 euros en plena campaña de extinción. A eso se debe añadir que en periodo de Labores Preventivas ganan 112 euros menos, que es la compensación que se percibe por peligrosidad, turnicidad y disponibilidad, complemento que, desglosado en días, se queda en 3,70 euros.
En Castilla-La Mancha hay unos 112 trabajadores BRIF, repartidos en las bases de Prado de los Esquiladores (Cuenca) y La Iglesuela (Toledo).